POLÍTICA ARGENTINA: MATIAS E. RUIZ

Cuerpos colegiados de amigos avanzan sobre estructuras verticales; el Caso Ejército Argentino

El reciente cambio de la cúpula del Ejército Argentino...

26 de Febrero de 2018
El reciente cambio de la cúpula del Ejército Argentino comparte, una vez más, lecturas de cara a un interesante fenómeno que tiene lugar en el seno de una estructura netamente vertical, representada por el ejercicio del comando y control por intermedio de compañeros y amigos.
 
Por caso, Julio César habría podido empujar los límites geográficos del imperio romano hacia los confines de Europa, con sus ejércitos comandados por amigos. Ejemplo que abarcaría de igual modo a Napoleón, a Adolf Hitler, o al mariscal Erwin Wüstenfuchs Rommel. Sin ir más lejos, las guerras continentales de finales del siglo XX bien podrían haber sido llevadas adelante echándose mano de cuerpos colegiados compuestos por amigos y compañeros.

Ejército Argentino, PasqualiniTradicionalmente, los niveles organizacionales de las instituciones castrenses en el globo siempre han nutrido de normativas y reglamentos a los aparatos civiles empresariales, a los efectos de optimizar el funcionamiento de los equipos de asesoramiento. En rigor, las páginas escritas al respecto de la composición y estructura de los estados mayores han contribuído a los boards, liderados por la figura de organigrama conocida como CEO (Chief Executive Officer). A modo de ilustrar con un ejemplo, ha sido remarcable el aporte de los expertos estadounidenses Al Ries y Jack Trout a la ciencia de la mercadotecnia, y su apartado sobre posicionamiento en su encumbrado 'Marketing de Guerra'.
 
Emerge, pues, el concepto central del liderazgo.
 
En el seno de las Fuerzas Armadas en general y en el Ejército en particular, se destaca el surgimiento de experiencia cuando menos, curiosa: trátase de los mandos colegiados. Una variable impensada hasta llegada la década del ochenta.

El modus operandi elegido a la hora de remover a un oficial o suboficial era en extremo sencilla: se nombraba como Jefe a un individuo más joven o, si se quiere, 'moderno' bajo las órdenes de éste último; el honor lo llevaba a dejar su puesto, cargo y grado -acogiéndose al retiro voluntario.
 
Naturalmente, se asistía a la presencia de organizaciones verticales de carácter rígido.
 
Ya en la década del noventa, el tándem Menem-Balza echaría por tierra casi definitivamente a aquellas tradiciones -entre otras. Así fue que jóvenes oficiales y suboficiales comenzaron a ejercer el mando, por sobre aquellas figuras portadoras de mayor experiencia y años de servicio. ¿Qué sucedió después? Los salarios comenzaron a verse saturados de viciados suplementos (conocidos como 'suma fija no-remunerativa'), de tal suerte que un pase a retiro implicaría percibir cantidades significativamente inferiores a la actividad, esto es, a razón de un tercio de los haberes originales. El instinto de supervivencia y las recurrentes necesidades económicas comenzarían, entonces, a hacer añicos todo atisbo de honor entre los otrora camaradas de armas.
 
El siguiente caso -que bien podría calificarse como anecdótico- fue consignado por el arribo del General Roberto Bendini, bajo auspicios del extinto ex Presidente de la Nación Néstor Carlos Kirchner, en mayo del 2003. El evento dio lugar a la salida de más de una veintena de Generales; Bendini optó por dejar en puestos de mando -bajo sus órdenes- a no más de seis compañeros, designados en puestos claves. Incluso Roberto Adrián -hermano menor del Jefe del Ejército saliente, el General Ricardo Brinzoni- quedó a cargo de los cuarteles del II Cuerpo en la ciudad de Rosario (Santa Fe).
 
El experimento duró unos pocos meses: las bien conocidas desavenencias propiciadas por la bajada del cuadro de Jorge Rafael Videla y los atropellos perpetrados por el ex Frente Para la Victoria dejarían a Bendini en la más abyecta soledad, con un residual de un asilo amigo como Segundo al frente del Arma.
 
Se llega entonces al Proceso Milani, no solo en el Ejército, sino también en las Fuerzas Armadas en general: en vidriera, se contaba con más de un cincuentenar de Generales -cifra ostensiblemente superior a la que revistaba en el Heer germano en el cénit de la Segunda Guerra Mundial. En tal esquema organizacional, la Promoción 113 'Malvinas Argentinas', presentóse como el instante de mayor poder del General por estas horas detenido en la enfermería de Ezeiza.
 
Un número cercano a dieciséis o dieceisite serían ascendidos, en el mes de diciembre de 2014.
 
Tras lo cual habrá que subrayar el curioso carácter compartido por la gestión del saliente General Diego Suñer, hoy ex Jefe del Ejército Argentino. Suñer no solo designó entre sus mandos a numerosos amigos y compañeros, sino que comandó a personal que, en épocas previas, había ejercido como sus jefes. Esta realidad intestina sería luego extendidamente criticada por la Gestión Macri, y por el ex Ministro de Defensa, Julio Martínez
 
Transcurrieron ya dos años de la Administración, y la caída de Martínez en nada ha contribuído a corregir efectivamente estos errores que, a la sazón, provocaron una ola de desgobierno entre los uniformados argentinos.
 
En este preciso instante y, llamativamente, mientras el Ministro Oscar Aguad promociona el Proyecto 'Fuerzas Armadas del Futuro', el General Claudio Pasqualini decide redoblar la apuesta. Perteneciendo a la mencionada Promoción 113, núcleo del poder milanista durante la ex Gestión cristinista, Pasqualini asume el mando y, de inmediato, opta por mantener a un grupo de entre trece y quince amigos. Los referidos incluso revistan en el seno de poder del Jefe del Estado Mayor Conjunto, el General Bari del Valle Sosa.

A la postre, el análisis conducirá a una serie de preguntas: las reducciones anunciadas, ¿son coherentes con el plan de reducir los gastos en Personal? En lo que respecta a la política de instrumentación de medidas que redundarán en la clausura operativa y el traslado de unidades, ¿podrían registrarse desacuerdos que, eventualmente, lleven a órdenes que habrán de ser desobedecidas?

El Jefe actual precisará contar con un elemento de confianza. De otro modo, ¿acaso invierte tiempo en maquilllar o disfrazar una carencia de capacidades para hacer frente a transformaciones necesarias? 

Finalmente, resta ver si el Ministerio de Defensa tomará nota de la propuesta, decidiendo sobre el veto o la aprobación del esquema de trabajo.

Al cierre, el dato inédito: el actual jefe de la Casa Militar solicitó su pase a retiro, pero aún permanece en su puesto...

 
Sobre Matias E. Ruiz

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Publicidad. Es Editor y Director de El Ojo Digital desde 2005.