INTERNACIONALES: VICTOR PAVON

Paraguay: la política ha de garantizar la libertad y la propiedad

Siete de cada diez ciudadanos paraguayos estiman que los políticos son los más corruptos...

20 de Octubre de 2017
Siete de cada diez ciudadanos paraguayos estiman que los políticos son los más corruptos, por encima de los funcionarios y jueces, según una reciente encuesta elaborada por Transparencia Internacional en América Latina y el Caribe. Nada tiene de sorprendente esta percepción de la gente.
 
Paraguay, CongresoEn un país compuesto en su mayoría por jóvenes, el dato resulta sumamente preocupante. A tal efecto, se vuelve necesario retornar a la búsqueda de fundamentos que orienten hacia la necesidad de que la política y los políticos se conviertan en garantes de la libertad y de la propiedad; pese a que muchos muestran su menosprecio hacia todo lo que implican las decisiones que se toman desde los partidos políticos y el mismo gobierno, la realidad es que pronto se percatarán de que afecta a sus vidas.
 
La economía, las leyes, la propiedad, la salud, la educación, los impuestos; en suma, el poder como sinónimo de coerción, se encuentra directamente emparentado con la política.
 
Si la dirigencia política continúa en el actual derrotero, la democracia terminará por ser devorada por el populismo y la demagogia, para luego dar paso definitivamente al gobierno de los peores.
 
Afortunadamente, existe una manera de revertir esta situación. Con acierto, los griegos de la antigüedad entendieron que la política consiste en la administración de la polis, de la ciudad para hacer posible la República, bajo el imperio de la ley. La piedra filosofal de la política se yergue sobre el precioso ideal republicano de la libertad bajo la ley, y lo es aún en el siglo XXI de la tecnología y el conocimiento. Es ésta la mejor forma de resolver los conflictos, administrar y limitar el poder en una sociedad.
 
Si, en el pasado, fue reprochable que la muchedumbre exaltada en las plazas hiciera suyo el gobierno para violar los derechos de los demás, en la actualidad no es diferente a lo que se hace en la política moderna, cuando sus miembros -reunidos en recintos cerrados y sin rendir cuentas a nadie- legislan en pos de sus propios intereses. De los privilegios al despotismo existe un solo paso.
 
No fue una casualidad sino una causalidad el hecho que la Atenas clásica y luego en la Roma Republicana se diera el primer avance civilizador y que, tiempo después, sucediera lo propio en Holanda e Inglaterra -en los siglos XVI y XVIII-; para trasladarse posteriormente al nuevo mundo, en Estados Unidos desde su Declaración de Independencia en 1776.
 
Esta tradición liberal republicana no es ajena al Paraguay. Fue el faro que sirvió de guía a nuestros próceres en aquel glorioso mayo del año 1811. Conforme reza el Himno Nacional: 'Nuestro brío nos dio libertad, ni opresores ni siervos alientan, donde reinan unión e igualdad' -invaluable y preciada estrofa que la nueva generación habrá de honrar.

 
Sobre Víctor Pavón

Decano de Currículum UniNorte (Paraguay) y autor de los libros "Gobierno, Justicia y Libremercado" y "Cartas sobre el Liberalismo". Publica periódicamente en el Diario ABC Color, de Asunción.