POLITICA | FOTOGRAMAS: MATIAS E. RUIZ

El juego de Macri

Mientras el espectro de analistas políticos y la opinión ciudadana entrenada...

17 de Agosto de 2017

Mientras el espectro de analistas políticos y la opinión ciudadana entrenada aún se debatían en ponderaciones surgidas tras el éxito electoral del oficialismo del domingo, el Consorcio Cambiemos se anotó la suspensión del cuestionado juez Eduardo Freiler (Justicia Legítima). Tras removerse del Consejo de la Magistratura al representante Ruperto Godoy luego de una presentación de Alejandro Fargosi, su reemplazante Mario Páis (peronista-kirchnerista) no pudo asumir y, en consecuencia, los dignatarios amarillos en el Consejo se hicieron de los votos necesarios para borrar de un plumazo a Freiler. La novedad podría pasar por un titular más del quehacer judicial pero, a la luz de sus derivaciones, explicita cabalmente porciones de la estratagema del Presidente Mauricio Macri de aquí a las Legislativas de octubre.

Mauricio Macri, risaEn el terreno estrictamente electoral, el Presidente concretó una miríada de valiosos objetivos en el desarrollo de las ya finiquitadas PASO. No solo remontó la supuesta desventaja de casi seis puntos que Cristina Fernández proclamaba tener en la Provincia de Buenos Aires; en simultáneo, neutralizó la incipiente amenaza del massismo a nivel nacional y de Martín Lousteau en la Ciudad Autónoma -lo cual terminó por, prácticamente, allanar el camino de su protegé Horacio Rodríguez Larreta en su empresa de conseguir la reelección en 2019. Adicionalmente, la frutilla del postre cobró forma en la inesperada y positiva performance en distritos como Córdoba, San Luis y La Pampa. A su modo, lo acontecido en estos tres distritos diseñó el prólogo para una antología llamada a escribirse próximamente, a saber, la impiadosa aniquilación de la Variante Peronista, la cual se ha quedado ahora huérfana de líderes y sin salvoconducto que garantice su supervivencia como estructura creíble. Inevitablemente, la viuda de Kirchner habrá de abrazarse a su insoslayable responsabilidad en la debacle pejotista: tras absorber al autoproclamado Movimiento y detonar su base ideológica original, la conductora visible de Unidad Ciudadana fue instrumental a la hora de privarlo de bases sólidas entre el electorado. 

Con todo, corresponde retomar el Efecto Freiler, a criterio de compartir una serie de apuntes marginales. En sus reuniones privadas con sus socios comerciales Eduardo Farah y Daniel Rafecas, Freiler motorizaba la prerrogativa de esperar a los resultados de octubre para, a posteriori, reconvertir posturas y sintonizarlas con la agenda de Cambiemos. El problema fue que el Presidente no perdió un minuto, y procedió a aleccionar al magistrado kirchnerista, sin más. El metamensaje que la Casa Rosada ha decidido bajar a Comodoro Py es que ya no habrá más paciencia ni compases de espera tolerables a la hora de poner en el banquillo a los capitostes cristinistas de mayor calibre involucrados en resonados casos de corrupción. Si los guarismos de las Legislativas terminan -como los propios peronistas estiman ya en el Senado de la Nación- por amplificar la base electoral de Cambiemos, ello dará inicio una marejada sin precedentes contra el elemento K de Justicia Legítima, abarcando a sus jueces y fiscales en la administración de justicia. Un subcapítulo o, si se quiere, una segunda fase de el referido envión acaso remate con la eventual inserción de Elisa Carrió en la Corte Suprema de Justicia. Aunque la legisladora de Cambiemos/ARI intente desmentirlo, tal es su ambición a futuro, cuyo epílogo coincidiría con la eyección de Ricardo Lorenzetti del Superior Tribunal. 

Mientras tanto, y por estas horas, Cristina Elisabet Fernández se notifica de la verdadera disyuntiva que la aqueja. Provisto que la recurrente arenga a desbancar a Macri del poder no ha funcionado (ella misma lo ha reconocido, al mimetizar su plataforma con un rictus de aparente serenidad y sugestivos llamados a la reconciliación), ¿cómo habrá de proceder operativamente de aquí a octubre? Probablemente, decida -una vez más- llamar a sus simpatizantes a la radicalización, habida cuenta del riesgo que ya otea: fulminada ya la Liga de Gobernadores peronistoides que nucleábanse reiteradamente para interponer obstáculos a la Gestión Macri y desarmado el mediocampo kirchnerista, la alienación y el aislamiento de Unidad Ciudadana se exhibe hoy inevitable. Necesariamente, el llano de ese partido también se proyecta, de manera transitiva, hacia su conductora. En consecuencia y a su debido tiempo, una Cristina derrotada -sin importar su arribo al Senado y la ostentación de fuero parlamentario- podría destinarla a quedar definitivamente a tiro de un sistema judicial reformulado desde una impronta indisumuladamente cambiemita. En esta suerte de cálculo mortal, habrá de juzgarse luego cómo influirá en el electorado el desarrollo de los procesos orales contra Amado Boudou y Julio De Vido -ya fechados.

Al cierre, será lícito refrendar que tuvo razón el ex Secretario Legal y Ténico, Carlos Zannini. En oportunidad de compartir una cena con íntimos previo a las Presidenciales de 2015, el ex funcionario cristinista anticipaba: 'Si perdemos 2015, vienen por todos nosotros'. Aseveración que, a la luz de comentarios y resultados recientes, pudo tener mucho de profecía autocumplida.

 

Sobre Matias E. Ruiz

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Publicidad. Es Editor y Director de El Ojo Digital desde 2005.