INTERNACIONALES: JAMES M. ROBERTS

Brasil: la corrupción, presente en el lavadero de autos y la carnicería

Durante los pasados cuatro años, un masivo escándalo de dominio público...

28 de Marzo de 2017

Durante los pasados cuatro años, un masivo escándalo de dominio público -y cuyos prolegómenos continuúan conociéndose- conocido como 'Operación Lava Jato' ha conmocionado al Brasil. El escándalo involucra afirmaciones de extendidos sobornos y esquemas de lavado de dinero relacionados con contratos de construcción y la firma petrolera estatal Petrobras.

CarnesAhora, el país está haciendo frente a otro escándalo de magnitud. De acuerdo al matutino estadounidense The Wall Street Journal, una cifra de importantes firmas frigoríficas brasileñas participaron, supuestamente, de un esquema tendiente a falsificar certificados sanitarios para carnes, pollo y otros productos cárnicos. Informa Bloomberg que los productores de alimentos habrían 'sobornado a funcionarios del gobierno para aprobar la comercialización de carne en mal estado', agregando cartón y ácidos usados a los productos cárnicos para enmascarar el olor de la contaminación.

La triste noticia para los brasileños es que estos escándalos de corruptela pudieron haber sido anticipados, e incluso impedidos. Los puntajes anuales del Brasil en el Indice de Libertad Económica (preparado por la Fundación Heritage, Washington, D.C.) habían estado deteriorándose en la última década, cuando los ex presidente 'Lula' da Silva y Dilma Rousseff estaban en despacho. Ambos representaban al Partido dos Trabalhadores, de izquierda populista.

Conforme se apuntara en un reciente informe del think tank estadounidense The Heritage Foundation sobre libertades económicas en Latinoamérica, la última vez que Brasil recibió un puntaje general económico superior a 60 -el mínimo indispensable para que un país sea considerado poseedor de una economía moderadamente libre- fue en 2006. Lo que es notable, el puntaje de este país ha continuado desmoronándose cuando da Silva llegó a la presidencia en 2003 y comenzó a retroceder en la implementación de las reformas de librecomercio ideadas por su predecesor del centroderecha, el presidente Fernando Henrique Cardoso.

Hacia el final de la Era Cardoso, Brasil listaba en el puesto #54, sobre 133 naciones listaadas en el Indice de Percepción de Transparencia Internacional (2003). Para la época en que Rousseff fue destituída bajo impeachment en 2016 -bajo cargos de conducta administrativa inapropiada-, Brasil había caído al puesto #79 en un ranking de 179 naciones, en donde se revisaba la percepción sobre la corrupción en cada nación.

Tal como lo reportara The Wall Street Journal, desde la columna de Mary O’Grady, el capitalismo de amigos ha contaminado a toda la región, en América Latina. El agente primario para esa variante de corruptela ha sido el gigante brasileño de la construcción, Odebrecht, gran beneficiaria de contratos de parte del 'opaco' banco nacional de desarrollo de Brasil, BNDES.

Mientras Brasil trabaja para salir de este obscuro capítulo de corruptela, cabe esperar que surja una nueva generación de líderes políticos, determinada a mejorar el Estado de derecho y a devolver al Brasil a la senda de las libertades económicas.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/03/27/from-car-wash-to-the-butcher-shop-corruption-permeates-brazil/

 

Sobre James M. Roberts

Es Analista en temáticas de Libertad Económica y Crecimiento en el Centro para Comercio Internacional y Economía (CITE). Responsable de tareas de investigación, desarrollo y análisis del Indice de Libertad Económica (desarrollado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal). Sirvió durante 25 años en el Departamento de Estado, desempeñándose en el servicio exterior en las embajadas de los Estados Unidos en México, Portugal, Francia, Panamá y Haití