INTERNACIONALES: JAMES M. ROBERTS

Estados Unidos precisa un nuevo modelo de asistencia externa

En días recientes, académicos experots del think tank estadounidense The Heritage Foundation...

07 de Marzo de 2017

En días recientes, académicos experots del think tank estadounidense The Heritage Foundation han informado sobre los significativos recortes anunciados para ser incluídos en el presupuesto para el año fiscal 2018 -propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump- para el Departamento de Estado, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), y otras agencias federales vinculadas al orbe de la política exterior -financiadas por la asignación de Operaciones en el Extranjero.

Los académicos de referencia argumentaron, correctamente, que el alarmismo registrado en relación a la reconfiguración propuesta por Trump para la asistencia exterior es exagerado y prematuro. De implementarse correctamente, los recortes potenciarían, en rigor, el núcleo de los objetivos estadounidenses en materia de política exterior. En cualquier caso, mientras el hacha se posa sobre los ineficientes programas estadounidenses de asistencia exterior en todo el mundo, un programa amerita una observación más profunda: el conocido como Millennium Challenge Corporation.

USAID, efectosEl ex presidente George W. Bush creó esta corporación -financiada por los contribuyentes- en 2014, específicamente en respuesta al problema de la corrupción entre los receptores de la asistencia exterior generada por Estados Unidos. Se proponía como el modelo para la asistencia para el desarrollo americana durante el siglo XXI -una que incluída exigencias no negociables, al respecto de que las naciones receptores de la ayuda americana debían aceptar su responsabilidad por sus propios niveles de corruptela, reduciéndolos, y fortaleciendo sus instituciones gubernamentales, como condición para la recepción de fondos.

Surge, así las cosas, una conclusión irrefutable luego de décadas de evidencia, analizadas por expertos tales como el profesor William Easterly (de la Universidad de Nueva York). Tal como lo cifra el magazine The Economist: 'la asistencia exterior está fracasando'. 'Los ladrones se la roban'. The Economist prosigue:

La asistencia financiera puede incluso sobrecargar a burocracias débiles, distorsionar mercados, promocionar a dictadores, y ayudar a prolongar guerras civiles. Los contribuyentes de naciones ricas no ven con agrado que su dinero termine siendo gastado en vehículos Mercedes Benz.

Conforme lo demuestra el think tank The Heritage Foundation, en su Indice Anual de Libertad Económica, año tras año, no son los programas gubernamentales de asistencia financiera los que rescatan a las poblaciones de la pobreza, posicionándolos en empleos sostenibles. El responsable de ello es el sector privado, y la inversión. De esto, precisamente, se trata el 'desafío' de Millenium Challenge Corporation. De cómo crear un clima superior para las inversiones, uno confiable y transparente en donde el Estado de Derecho pueda alentar la confianza del inversor.

Muchas de las naciones que se hicieron acreedoras de los 'bloques de ayuda' de Millennium Challenge Corporation se beneficiaron de este esquema de progreso comprobable. Los expertos en desarrollo ya han comenzado a conferenciar sobre el 'Efecto MCC'. Infortunadamente, Millennium Challenge Corporation se alejó de sus prioridades relativas a Estado de Derecho originarias en los años de la Administración Obama, convirtiéndose en un órgano difícilmente distinguible de USAID.

Cabe esperar que el presupuesto ideado por la Administración Trump para el año fiscal 2018 abandone los programas de asistencia exterior que han caído en el descrédito, para reenfocarse en el proyecto Millennium Challenge Corporation y su énfasis original, basado en una orientación pro-mercado y con énfasis en el Estado de Derecho.



Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/03/07/the-us-needs-a-new-foreign-aid-model/

 

Sobre James M. Roberts

Es Analista en temáticas de Libertad Económica y Crecimiento en el Centro para Comercio Internacional y Economía (CITE). Responsable de tareas de investigación, desarrollo y análisis del Indice de Libertad Económica (desarrollado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal). Sirvió durante 25 años en el Departamento de Estado, desempeñándose en el servicio exterior en las embajadas de los Estados Unidos en México, Portugal, Francia, Panamá y Haití