INTERNACIONALES: MICHAELA DODGE

Primer desafío nuclear de Moscú a Donald Trump

Apenas estrenada, la Administración Trump ya debe hacer frente al primer desafío de Moscú...

17 de Febrero de 2017

Apenas estrenada, la Administración Trump ya debe hacer frente al primer desafío de Moscú en materia de control de armamento. De acuerdo a informes, Rusia ha desplegado su nuevo misil crucero, en aparente violación del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio de la Era Reagan, en vigor desde 1988.

El tratado prohíbe la posesión de misiles crucero y balísticos lanzables desde tierra, con alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros. El misil crucero ruso SSC-8 ha estado bajo desarrollo y testeo durante varios años. Inicialmente, Rusia ha violado el tratado, al hacer pruebas sobre el vector en tiempos de la Administración Obama. A pesar de estar en conocimiento de esta aparente violación, la Administración Obama no tomó ningún tipo de medidas punitivas, a criterio de forzar a Rusia a cumplir con el convenio. Apenas envió una carta al presidente Vladimir Putin, expresando su preocupación, en julio de 2014.

Rusia, misil nuclearLa Administración Obama se caracterizó por una nula predisposición a la hora de discutir los desafíos que la violación al tratado consignan para los Estados Unidos y sus aliados. Los informes de revisión del Departamento de Estado previos a julio de 2014 llevaron a los estadounidenses a pensar -equivocadamente- que no había razones de preocupación en lo relacionado con el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, aún cuando -según se informó en su oportunidad- el vector había sido probado desde, al menos, 2008.

La Administración Trump debe mostrarse a la altura de las circunstancias. El límite en el alcance de 500 kilómetros es significativo para los aliados de los Estados Unidos en Europa, situados en cercanías de la frontera rusa y de Kaliningrado -enclave ruso que limita con Polonia y Lituania. La presencia de misiles rusos de alcance medio complicaría considerablemente cualquier esfuerzo estadounidense tendiente a defender a sus aliados en el Báltico y Europa Central y Europa Oriental, ante la eventualidad de que Rusia decidar violar la integridad territorial de aquéllos.

Tal escenario no es inimaginable, como algunos podrían creer. Rusia exhibe un historial reciente de violaciones de soberanía de terceras naciones, y lo propio en lo que hace a integridad territorial. De igual manera, emite alertas nucleares periódicas contra los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y conduce ejercicios militares periódicamente, que simulan ataques nucleares contra Polonia.

El General Philip Breedlove, comandante del Comando Supremo Europeo-Aliado y del Comando Europeo de los Estados Unidos, ha declarado que las naciones de la OTAN están 'preocupadas' por el tema del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, y argumentó que tales violaciones 'no pueden continuar desatendidas'. Por su parte, Rusia acusa a los EE.UU. de violaciones a este mismo tratado. Pero las acusaciones rusas carecen de fundamento. Los sistemas de defensa misilísticos estadounidense no violan el tratado de referencia, conforme el convenio comporta excepciones para tales sistemas.


Tampoco los drones (aviones no tripulados) estadounidenses violan el tratado, a raíz de que, sencillamente, no son mencionados por el tratado, en lo absoluto. La Administración Trump cuenta con una seie de opciones para responer a las violaciones rusas del tratado. Las medidas de índole estrictamente diplomáticas que tuvieron por objeto lidiar con las violaciones y que dieran inicio con la Administración Obama, podrían no ser suficientes.

Históricamente, los tratados sobre control de armamento tienden a limitar el modo en que los Estados Unidos aprenden sobre sistemas militares y sus interacciones en un contexto más amplio. Esta es la razón por la cual la puesta a término del tratado es una opción viable. Hoy día, Moscú hace lo que sea necesario para respaldar sus intereses estratégicos -y lo hace a pesar del contenido del tratado. Mientras tanto, EE.UU. continúa ateniéndose al mismo. La Administración americana no debería ponderar iniciativas futuras relacionadas con convenios sobre control de armamento, ni acuerdos de reducción de armamento nuclear, hasta tanto este tema sea resuelto adecuadamente.



Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/02/15/moscow-issues-its-first-nuclear-challenge-to-trump/

 

 

Sobre Michaela Dodge

Se especializa en el análisis de defensa misilística, modernización de armas nucleares y control de armamento, así como también en análisis sobre políticas estratégicas y de defensa en el Centro Allison para Estudios de Política Exterior de la Fundación Heritage en Washington, D.C. Su trabajo ha sido citado en medios tales como The Washington Times, Fox News y The Daily Caller. También publica sus artículos en la web estadounidense The Daily Signal.