ESTADOS UNIDOS: WALTER WILLIAMS

EE.UU.: la izquierda se atiene a los más bajos estándares de comportamiento

Uno solamente puede imaginar la amplísima condena de parte de los medios, la dirigencia política...

02 de Febrero de 2017
Uno solamente puede imaginar la amplísima condena de parte de los medios, la dirigencia política y el circuito de intelectuales contra republicanos y conservadores si, luego de la asunción del ex presidente Barack Obama, aquéllos se hubiesen manifestado a lo largo del país con violencia -tal como lo han hecho Demócratas y progresistas luego de la asunción del presidente Donald Trump.
 
Los manifestantes incurrieron en actos tales como atacar físicamente a simpatizantes de Trump, iniciar incendios, y golpear a agentes de policía.
 
Progresistas, EE.UU.Supóngase que Republicanos y conservadores hubiesen portado pancartas con la leyenda 'F*ck Obama' o que conversaran sobre la posibilidad de 'dinamitar la Casa Blanca'. Los medios de comunicación, en lugar de calificarlos como manifestantes, los hubiesen etiquetado de racistas diabólicos, obstruccionistas y mucho más, menos hijos del Señor.
 
La razón para explicar la diferencia en el tratamiento es sencilla. Republicanos y conservadores exhiben -y así lo han hecho en el pasado- con altos estándares de comportamiento. En contraste, los demócratas y progresistas se exhiben -y así lo han hecho antes- comportándose con los más bajos estándares.
 
Echemos un vistazo a la historia del comportamiento de conservadores y progresistas.
 
Uno de los episodios más funestos en tiempos recientes coincidió con el movimiento Occupy, en todo el país.
 
En ocasión de tales protestas, se registraron violaciones, ataques físicos contra terceros, robos, y secuestros. Estas personas defecaron y orinaron sobre vehículos de la policía. El desastre que dejaron luego de sus protestas podría ser descrito como el paisaje de un criadero de cerdos.
 
¿Acaso alguien recuerda a algún funcionario demócrata, desde el presidente para abajo, arengándolos a que se comportasen con propiedad?
 
Contrástese ello con los manifestantes del movimiento Tea Party. Sus integrantes no iniciaron incendios, ni golpearon a la policía, ni se involucraron en ninguna suerte de comportamientos despreciables -como sí lo han hecho los demócratas. Por sobre todo, siempre han dejado limpias las zonas en donde se hubiesen manifestado.
 
Cabe preguntarse si acaso alguien alguna vez ha visto a republicanos o conservadores convocando a disturbios, dando vuelta patrulleros de la policía, incendiando comercios y sitios varios, o gritando obscenidades a medida que marchan.
 
¿Ha visto Usted alguna vez a conservadores marchando con cánticos llamando a asesinar oficiales de policía? En contrario, sí se ha oído a progresistas gritando '¿Qué queremos? ¡Policías muertos! ¿Cuándo lo queremos? ¡Ahora!'.
 
En rigor, virtualmente la totalidad de los actos de violencia contra la policía -trátese de arrojar piedras, perpetrar emboscadas o asesinatos- son ejecutados por progresistas o por personas que se identifican como Demócratas.
 
El punto bajo discusión es que, si acaso hemos de examinar la criminalidad en los Estados Unidos -sin importar se trata de homicidios, robos callejeros o prisioneros-, estos hechos son regenteados por individuos que se autodescriben como progresistas, Demócratas, o simpatizantes de Hillary Clinton.
 
Los Demócratas y progresistas acusan a los Republicanos de llamar a la guerra contra las mujeres. Pero la agresión física, la violación y el homicidio son las peores cosas que pueden hacerses contra las mujeres.
 
En lo personal, apostaría yo una buena cantidad de dinero a que el grueso de los ataques contra personas, las violaciones y los homicidios de mujeres son perpetrados por personas que se identifican como progresistas, o que bien han votado por los Demócratas, o bien se han registrado en ese partido.
 
Uno de los ejemplos más ilustrativos sobre el modo en que los progresistas actúan en conformidad con los peores estándares de comportamiento sobreviene al evaluar qué es lo que tienen bajo control.
 
Las ciudades importantes con mayores índices de violencia en 2012 eran Detroit, Oakland, Saint Louis, Memphis, Stockton, Birmingham, Baltimore, Cleveland, Atlanta y Milwaukee. La característica principal en tales urbes ha sido que, durante décadas, todas ellas fueron administradas por administraciones Demócratas y presumiblemente progresistas.
 
Algunas ciudades -tales como Detroit, Buffalo, Newark y Filadelfia- no han elegido un alcalde Republicano por más de medio siglo.
 
No se trata solo de seguridad individual. Estas ciudades bajo control Demócrata exhiben los peores índices en materia de calidad educativa, a pesar del hecho de que cuentan con amplios y crecientes presupuestos para escuelas y colegios. La mayoría de estas peligrosas ciudades han padecido una masiva baja en la densidad poblacional.
 
Algunos observadores han sugerido que el racismo ha provocado que la población blanca se mudara a áreas suburbanas. Pero tales observadores ignoran el hecho de que el éxodo de afroamericanos se ha vuelto recurrentemente significativo.
 
El resultado es que los afroamericanos tampoco ven con agrado el ser robados, como tampoco gustan de vivir en vecindarios inseguros -al igual que a la población blanca.
 
Los Republicanos y los conservadores, incluyendo a Trump, no deberían protestar ante las diferencias de tratamiento que realizan los medios de comunicación progresistas. La magnanimidad exige empatía, y que se intente comprender a nuestros hermanos caídos.
 
Hemos de llevar adelante el mejor esfuerzo para explicarles las bondades, en materia de superioridad moral, de las libertades personales y su ingrediente principal: un gobierno limitado.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/02/01/the-left-holds-itself-to-lower-standards-of-behavior/

 
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