ESTADOS UNIDOS: BRETT SCHAEFER

Derroche de Obama en Naciones Unidas: el congreso estadounidense habrá de tomar nota

Durante los últimos días del presidente Barack Obama en el poder...

25 de Enero de 2017

Durante los últimos días del presidente Barack Obama en el poder, los funcionarios de su Administración firmaron por desembolsos superiores de US$ 700 millones a los efectos de financiar programas de Naciones Unidas -sin respaldo del congreso, ahora controlado por los Republicanos y, a la postre, sin respaldo de la nueva Administración Trump. Ciertos miembros del congreso han compartido fuertes críticas contra esta suerte de obsequio político. Pero el parlamento habrá de ser más proactivo, tomando medidas preventivas que impidan las erogaciones a las que se opongan.

La pasada semana, y mientras prácticamente todo el mundo aguardaba la asunción del nuevo presidente Trump, los funcionarios de la Administración Obama hicieron lo siguiente:

Obama, Xi JinpingProporcionaron US$ 500 millones al Fondo Climático Verde de Naciones Unidas (United Nations Green Climate Fund). Tres días previo a que asumiera Trump, el Departamento de Estado remitió esta cifra al fondo de la ONU. Se trató, en rigor, del segundo pago realizado por la Administración Obama (ya había girado idéntica cifra en marzo de 2016), con el objeto de cumplir la promesa del ex presidente de enviar US$ 3 mil millones al Fondo. La Administración Obama efectuó estos pagos a pesar del hecho de que el congreso jamás los autorizó, y numerosos miembros se escandalizaron tras enterarse del pago inicial.

Proporcionaron US$ 221 millones a la Autoridad Palestina. Funcionarios de la Administración Obama notificaron al congreso sobre esta erogación el 20 de enero pasado, apenas horas previo a que Trump asumiera. Esto se llevó a cabo a pesar de que el Representante Ed Royce (Republicano por California), presidente del Comité de Asuntos Extranjeros en la Cámara de Representantes y Kay Granger (Republicana, Texas) -presidente salietne del comité de Asignaciones de Presupuesto en la Cámara, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados, habían interpuesto objeciones a que aquéllos US$ 221 millones fuesen girados. Royce y Granger se refirieron a preocupaciones sobre los intentos palestinos de avanzar en reclamos unilaterales a nivel país, uniéndose a organizaciones internacionales como Estado miebmro, previo a negociar la paz con Israel.

Otorgaron dinero estadounidense que Naciones Unidas adeudaba a Washington. A lo largo de los últimos años, Naciones Unidas le ha cobrado más dinero a Estados Unidos por operaciones de mantenimiento de paz de lo que el congreso autorizó a la Administración Obama a gastar. A los efectos de cubrir la brecha entre las dos cifras, la Administración Obama instruyó a Naciones Unidas a que aplique por créditos adeudados a EE.UU., en relación a su proyecto de mantenimiento de paz. En los últimos días, el gobierno de Obama instruyó a la ONU a que aplique millones de dólares en créditos para abonar partidas de mantenimiento de paz.

Los miembros del congreso criticaron la totalidad de estas acciones. Y les asiste la razón. Bajo la constitución de Estados Unidos, el congreso tiene el poder de la chequera. En otras palabras, solo la rama legislativa tiene el poder para fijar tributos y gastar el dinero que se recauda. En cada uno de los casos arriba cifrados, Obama desafió el mandato del congreso, conforme se ha establecido tradicionalmente.

Sin embargo, Obama pudo proceder de todas maneras porque el congreso jamás aprobó legislación específica que le prohibiera hacerlo. Conforme fuera observado por la agencia Associated Press, 'La retención de los fondos en control del congreso generalmente son respetados por el Ejecutivo, pero tal retención no es legalmente vinculante una vez que los fondos fueron asignados'. Incluso después del primer pago de US$ 500 millones hecho a Naciones Unidas y su Fondo Verde, el congreso estadounidense no prohibió el uso del Fondo de Apoyo Económico para tal propósito. Como tampoco -y a pesar de la recurrencia en este comportamiento- el congreso aprobó legislación que exigiera a la Administración instruir a Naciones Unidas sobre cómo abonar los créditos adeudados al Departamento del Tesoro.

La Administración Obama fue particularmente temeraria, aunque uno tendría que ser ingenuo para creer que cualquier Administración pudiera evitar disponer de autoridad y discrecionalidad a la hora de cumplir con sus prioridades en materia de política pública. Bajo el sistema americano de gobierno, el congreso es una rama en igualdad de condiciones que los otros poderes del Estado. Si se propone recuperar ese status, entonces habrá de imponerse.

En lugar de escandalizarse, el congreso podría decidir no asignar los fondos inicialmente, o bien incluir provisiones en los proyectos de autorización para garantizar que el Ejecutivo siga los lineamientos de los legisladores en relación a partidas.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/01/25/congress-should-learn-from-obamas-last-minute-un-spending-binge/

 

Sobre Brett Schaefer

Es analista de temas internacionales en la Fundación Heritage, en Washington, D.C. Schaefer se dedica al análisis extensivo de una serie de temáticas de política exterior, con foco en los programas de Naciones Unidas sobre afiliación y fondos. Con frecuencia, se presenta en medios de comunicación estadounidenses para comentar sobre el accionar y las actividades de la ONU. Sus trabajos también son publicados en el sitio web estadounidense The Daily Signal.