POLITICA ARGENTINA: PABLO PORTALUPPI

Mar Chiquita: cuando la corrupción no conoce límites

Por lo general, los casos de corrupción que ocurren en localidades del interior del país o de la Provincia de Buenos Aires

02 de Diciembre de 2015
Por lo general, los episodios de corrupción que se registran en localidades del interior del país -o de la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo- rara vez se proyectan más allá de sus propios límites geográficos. A veces, sin embargo, hacen de pequeña muestra de lo que sucede en niveles muy superiores de la administración pública.

El Partido de Mar Chiquita abarca las localidades de Coronel Vidal, Santa Clara del Mar, Mar Chiquita, Mar de Cobo, Pirán y Vivoratá. De acuerdo al último Censo Nacional (2010), su población asciende a 21.279 habitantes. La cabecera del Partido es Coronel Vidal, pero la ciudad de mayor densidad poblacional es Santa Clara del Mar. Luego de 12 años de Gobierno del Intendente Jorge Paredi, del Frente Para la Victoria, Mar Chiquita se sumó al cambio y le dio el triunfo en las elecciones del 25 de octubre a Carlos Ronda, radical integrado al frente Cambiemos que llevara a Mauricio Macri a la presidencia de la Nación.

Los vecinos de Santa Clara, luego de la derrota electoral de Paredi, han comenzado a perder el miedo y se atreven hoy a comentar con detalle pretendidos casos de corrupción en el Partido. Resulta llamativa la elevada cifra de relatos sobre prácticas sospechosas, en una localidad de apenas 21 mil habitantes. El comentario más extendido: 'Si esto pasa acá, imagínate lo que debe ser en el país'

Entre Mar del Plata y Santa Clara del Mar existen apenas unos viente kilómetros de distancia. La misma se cubre con la Ruta Provincial 11, que desde hace cinco años se ha convertido en autovía. Sin embargo, desde su inauguración se han registrado más de cuarenta muertes en accidentes de tránsito. La misma fue inaugurada de apuro a fines del año 2010 por la entonces presidente Cristina Fernández, el Gobernador Daniel Scioli, y el intendente Paredi, pero sin tener el final de obra pertinente. En 2013, echando mano de videoconferencia, la mandataria saliente montó uno de sus reconocidos shows con el objeto de inaugurar el tramo que va desde Santa Clara a Mar Chiquita. Las irregularidades más notorias del trecho: ausencia de contenedores en las columnas de alumbrado, falta de guardrails, columnas construídas a base de material no apto para zonas marítimas (dada la corrosión provocada por el mar), ausencia de desagües pluviales, y semáforos que no funcionan -amén de estar colocados a la salida de curvas. En abril de este año, horas después de producirse un accidente que se cobró la vida de dos mujeres, un semáforo, literalmente, se derrumbó. Transitar por el tramo Santa Clara-Mar del Plata en horario nocturno puede convertirse en una apuesta de alto riesgo: las luminarias no funcionan, quedando la autovía a oscuras. Peor todavía: en marzo del año en curso, se anunció el llamado a licitación para la reparación de aquéllas. Transcurrieron ya ocho meses, y las luces continúan sin funcionar.

De Vido y Cristina KirchnerOtro ejemplo de negligencia y corrupción tiene que ver con la construcción de la nueva Terminal de ómnibus de Santa Clara. La ciudad recibe a los micros en un parador improvisado, a escasos metros de la entrada principal, al aire libre, expuesto a la lluvia y al viento y sin baños para ofrecer a los turistas. Producto de esto, en 2011 se anunció la construcción de una terminal. Cuatro años más tarde, no sólo no ha llegado a su fin, sino que se vio paralizada. En concordancia con lo expresado a este medio por distintas fuentes, los fondos habrían aparecido a raíz de un 'acuerdo' entre el gobierno municipal y el Ministro de Infraestructura de la Nación Julio De Vido, según el cual un sobrino del cuestionado funcionario se haría cargo de la explotación. En apariencia, algo sucedió en el camino, y las obras quedaron congeladas en el tiempo. La construcción demandó más de AR$7 millones.

Con todo, el caso más resonante de corruptela estalló hace pocos meses. En septiembre de este año, a través de una cautelar dictada por el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil número 2 de la ciudad de Mar del Plata, suspendióse la continuación de las obras realizadas para la construcción del llamado 'Barrio Náutico Lagos del Mar'. Dicho emprendimiento consta de 83 hectáreas, y está emplazado en una zona exclusiva, lindante con la Laguna de Mar Chiquita. El mismo consta de club house, piscina, canchas de futbol y tenis, y un gran espacio reservado a la naturaleza y la práctica de deportes, en tierra y acuáticos. El recurso de amparo fue presentado por la Asociación Civil Casa del Trabajador, a partir de reiteradas denuncias de vecinos sobre el supuesto daño ambiental que estaba causando la construcción del emprendimiento.

El inconveniente de principal: hacia 1996, UNESCO declaró a la laguna de Mar Chiquita como 'Reserva Mundial de Biósfera', por lo que la zona cuenta con una protección ambiental. Pero, a mediados del año 2012, el Concejo Deliberante (por vía de la ordenanza 67) desafectó a la zona como 'Rural', y la convirtió en 'Urbana', permitiendo de este modo el desarrollo del Barrio Lagos del Mar. Esta desafectación se llevó a cabo sin el estudio respectivo de Impacto Ambiental, condición indispensable para cualquier emprendimiento. El mismo se define como la modificación del ambiente ocasionado por la acción del hombre o de la naturaleza. El único ente habilitado para expedir el certificado en la Provincia de Buenos Aires es el llamado 'Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible' (OPDS). Hay quienes sostienen que el gobierno bonaerense jamás se pronunció al respecto, y que el municipio avanzó, de todos modos, con los permisos de obra. En este punto, los vecinos aseguran que la Provincia siempre estuvo al tanto de este desarrollo inmobiliario. En rigor, nadie discute que el mismo se construye en una Reserva natural y que tal maniobra despierta demasiadas sospechas. Adicionalmente, el problema colateral: numerosos lotes ya habían sido reservados, por lo que las puertas para un conflicto de proporciones entre los propietarios y la firma inmobiliaria están abiertas. En el sitio web 'Lagos del Mar' sólo se habla de las bondades del proyecto y figura sólo un dato: 'SV Desarrollos Inmobiliarios, Av Córdoba 859, Piso 10 B, CABA'. En la compañía, nadie había respondido aún a consultas.

Y la importancia de los episodios de corrupción en localidades pequeñas no deja de ser atendible. Hace no muchos años, un ignoto secretario de Hacienda del Partido de la Costa se vio involucrado en prácticas non sanctas, prometiendo un plan de viviendas que nunca vería la luz y liberando cheques con destino a una firma inexistente. El caso no estaba llamado a concentrar mayor atención, de no ser porque luego alcanzó la notoriedad al llegar a la Vicepresidencia de la Nación. Su nombre: Amado Boudou (Aimé).

 
Sobre Pablo Portaluppi

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Periodismo. Columnista político en El Ojo Digital, reside en la ciudad de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Su correo electrónico: pabloportaluppi01@gmail.com. Todos los artículos del autor, agrupados en éste link.