INTERNACIONALES: JORGE AZAR GOMEZ

Cristina Kirchner noqueó a Tabaré Vázquez y al Uruguay

Este domingo quedó demostrado fehacientemente el menosprecio de distintos gobiernos argentinos...

02 de Marzo de 2015
Este domingo quedó demostrado fehacientemente el menosprecio de distintos gobiernos argentinos frente a la soberanía de la República Oriental del Uruguay, cuestión que ya se ha vuelto proverbial.

La imputada presidente de la Argentina, cumpliendo con la consigna heredada de Juan Domingo Perón ('Primero, un sopapo; después, un mimo') envió a su procesado vicepresidente, cuyo testaferro está preso a pedido de la justicia uruguaya, a tomar parte del acto de traspaso de mando de José Mujica a Tabaré Vázquez.

Dicho sea de paso, por primera vez en la historia de ambos países, un presidente no asiste a la toma de posesión de un presidente rioplatense.

Se asiste, de esta manera, al primer sopapo que la mandataria argentina obsequia al presidente Vázquez, a quien dejó knock-out pese a la silbatina y abucheo del pueblo frenteamplista contra el procesado Amado Boudou. Silbatina que fuera compartida por todo el pueblo uruguayo, más allá de cualquier bandería política.

Todo esto, sin olvidar el grosero menoscabo de la mandataria argentina contra el Dr. Vázquez en oportunidad de la primera presidencia de éste, al rezongarlo en pleno discurso en el parlamento, delante de cientos de invitados extranjeros. No se recuerda, en los últimos cien años, nada similar a la actitud kirchnerista.

Para quienes no están demasiado familiarizados con nuestra historia común, esta ingrata situación originada con la presencia del procesado Boudou, no constituye un hecho aislado. Súmese a vuelo de pájaro el actual conflicto en torno al funcionamiento de la planta procesadora de celulosa UPM; las reiteradas omisiones argentinas para concretar el dragado y profundización del Canal Martín García, y la atrevida y no menos lesiva 'Doctrina Zeballos'. Cabe recordar que el Canciller argentino Estanislao Severo Zeballos (1854-1923), en los albores del siglo pasado, dio nombre a esta ingeniosa doctrina, también conocida como 'Doctrina de la Costa Seca'.

El citado canciller expresaba, por entonces: 'La República Oriental no tiene derecho alguno sobre el Río de la Plata. Su dominio sólo se extiende hasta la línea de las más bajas mareas'.

¿Qué significaba esto? Pues, que cuando los montevideanos fuéramos a nuestras playas, mientras estuviéramos en la arena seca, estaríamos en el Uruguay. Pero, cada vez que decidiéramos bañarnos... lo haríamos en aguas argentinas.

Por ello, esta historia en torno a los despojos que dejó Mujica en lo que a las relaciones con Argentina respecta, inició ayer un nuevo capítulo a partir del despreciable representante que Cristina Fernández nos envió al traspaso de mando. Desde luego que, pese al knock-out, los uruguayos no nos hemos mostrado sorprendidos. Es que Dios nos ha pillado confesados.

 
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