INTERNACIONALES: BRUCE KLINGNER

Reapareció Kim Jong-un, pero éste no es el dato importante

El líder norcoreano Kim Jong-un ha regresado al escenario mundial; poniendo fin...

17 de Octubre de 2014

El líder norcoreano Kim Jong-un ha regresado al escenario mundial; poniendo fin -o, al menos, morigerando- las extendidas especulaciones lindantes con el golpe de Estado o con un magnicidio en Pyongyang.

El 14 de octubre próximo-pasado, los medios oficiales de Norcorea difundieron fotos de Kim utilizando, por primera vez, un bastón. Las preguntas permanecen, particularmente las relativas a la condición médica que le demandara mantenerse ausente durante tanto tiempo, y las que remiten a su no asistencia en una importante celebración nacional, cuatro días antes.

Probablemente, la resurrección pública de Kim Jong-un redirija la atención mundial fuera de Corea del Norte. Y esto sería un error.

Siempre involucrándose en sus clásicas y cíclicas ofensivas verbales, Corea del Norte continúa trabajando con esmero en su programa nuclear, y en el programa misilístico necesario para dirigir tales armas hacia los objetivos. Desde que Kim asumió el poder, Norcorea ha dado inicio, expandido y acelerado los esfuerzos de construcción para la producción de material fisible (tanto plutonio como uranio); se multiplicaron las preparaciones para pruebas nucleares y para instalaciones de lanzamiento de misiles.

Corea del Norte ha reiniciado su reactor nuclear con miras a expandir la provisión de plutonio utilizable para la manufactura de armas. Una vez estas instalaciones alcancen grado operacional, el reactor podría producir un aproximado de seis kilos de plutonio (suficiente para un arma nuclear) por año. Pyongyang incluso duplicó el tamaño de su planta destinada al enriquecimiento de uranio, poniendo en marcha la producción de uranio de grado militar con capacidad para construir hasta dos armas nucleares por año. A inicios de 2014, el régimen completó dos túneles, para llevar a cabo pruebas nucleares adicionales.

Hacia octubre de 2014, Norcorea había logrado completar una importante actualización de su programa para lanzamiento de misiles, habilitando el lanzamiento de cohetes de hasta 50 metros de largo, casi un 70% más largos que el vehículo de lanzamiento espacial Unha-3, que fuera testeado en dos oportunidades durante 2012. Corea del Sur recuperó los componentes del misil de largo alcance lanzado en diciembre de 2012, y luego evaluó que el alcance del vector comprendía 'más de 10 mil kilómetros'.

Las ciudades estadounidenses de Nueva York y Washington, D.C., se encuentran -aproximadamente- a 11 mil kilómetros de Corea del Norte. Norcorea ha conducido pruebas de motorización estática para cohetes, con miras a desarrollar un sistema móvil de misiles intercontinentales. Una vez este sistema esté operativo, un misil podría alcanzar las bases de los Estados Unidos en el Pacífico y Alaska.

Los esfuerzos diplomáticos para que Norcorea abandone su búsqueda de 50 años de armas nucleares han fallado, y Pyongyang ha declarado en repetidas oportunidades que jamás negociará sobre su arsenal nuclear, incluso revisando los contenidos de la Constitución Nacional del país para declararla como 'nación nuclear'. El ministro de Relaciones Exteriores norcoreano, Lee Su Yong, reiteró que el régimen se rehusará a abandonar su programa de armas nucleares, habiendo declarado el pasado mes que las armas de Corea del Norte 'no son tema de negociación a cambio de otras cosas'.

Corea del Norte inició una serie de esfuerzos diplomáticos y contactos para sobrellevar el grado de aislamiento internacional del país, buscando obstaculizar el apoyo para un sistema de sanciones internacionales que fuera impuesto luego de que Pyongyang violara -repetidas veces- resoluciones de Naciones Unidas y leyes internacionales. Una delegación de alto nivel compuesta por funcionarios norcoreanos, y encabezada por Hwang Pyong So (vicepresidente de la poderosa Comisión Nacional de la Defensa y, no oficialmente al menos, el segundo hombre con más poder del régimen) llevó a cabo una visita sorpresa a Seúl el 4 de octubre, con el objeto de volver a poner en marcha las conversaciones intercoreanas.

Probablemente, Pyongyang vea a Seúl como el enlace más flexible en la coalición internacional contra Norcorea. El presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye, enfrenta una seria oleada de críticas a raíz de los fallos de su política de confianza (a la hora de cosechar logros concretos en las conversaciones con el norte); el mandatario surcoreano también acusa tremendas presiones en el orden doméstico en pos de morigerar sus demandas ante Pyongyang, para luego llevar adelante conversaciones serias.

Desde luego que es importante seguir de cerca el modo cómo Kim Jong-un se relaciona con el poder en Pyongyang, así como también monitorear sus esfuerzos diplomáticos. Pero es igualmente fundamental no perder el foco sobre la creciente amenaza nuclear representada por Corea del Norte.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/10/15/north-korean-despot-reappeared-thats-important-issue/

 

Sobre Bruce Klingner
Es Analista Senior en Investigación para el Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage. Publica periódicamente análisis y escritos sobre Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y temáticas de seguridad en la región. Klingner se desempeñó veinte años en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). Fue jefe de la estación de la CIA en Corea en el bienio 1993-1994.