INTERNACIONALES: JORGE AZAR GOMEZ

Uruguay: negarse a debatir demuestra inseguridad y cobardía

El debate entre candidatos a a la presidencia es una herramienta poderosa, que ayuda a los ciudadanos a conocer...

06 de Julio de 2014
El debate entre candidatos a a la presidencia es una herramienta poderosa, que ayuda a los ciudadanos a conocer, comparar, evaluar y elegir al aspirante que presente las mejores propuestas para beneficio colectivo.

Negarse a debatir demuestra inseguridad e, incluso, cierto grado de cobardía; un candidato cobarde e inseguro no está en condiciones de gobernar un país.

Tabaré Vázquez, al igual que los Castro, que Chávez en su momento, que Maduro, que Morales, que Cristina Fernández de Kirchner, se niega a debatir su propia inseguridad, su inestabilidad intelectual y emocional, y su falta de ideas -estas se lo impiden.

No obstante, habría que recordarle al Señor Vázquez que, incluso los militares, de quienes él obtuvo tanto provecho y a quienes hoy , él y sus secuaces los señalan por autoritarios y de coartar la libertad de expresión, supieron debatir en televisión y en vivo, sobre el referendum; aún a sabiendas de que el debate los perjudicaba y que abría la puerta para la derrota en las urnas.

Participaron en ese debate el Coronel Bolentini, Enrique Tarigo, Pons Etcheverry y Viana Reyes. Conducía Carlos Giacosa, y era en plena "dictadura" y los militares habilitaron el debate para que el pueblo se enterará de lo que estaba en votación.

Gandhi decía que “los desacuerdos honestos eran por lo general una señal de progreso”, y tenía razón, porque las sociedades que debaten obtienen beneficios. De hecho, en las democracias sanas, los debates son parte integral de la vida. Un buen debate político permite que los ciudadanos conozcamos los diferentes puntos de vista defendidos por cada candidato y nos comparte información respecto de cuál de ellos pudiere convertirse en la mejor opción de gobierno.

Los debates representan uno de los pilares estratégicos del sistema democrático; suelen contar con un moderador que determina reglas y los tiempos. Se logra, de esta manera, un intercambio respetuoso de argumentos que permite al ciudadano conocer diferentes propuestas y posturas. En este intercambio de ideas estriba el ideal democrático de tolerancia, que nos recuerda que distintos puntos de vista pueden y deben de coexistir.

En un debate respetuoso y democrático, lo que debe importar es el planteo de un problema, de sus posibles soluciones, así como también la justificación sobre por qué es prioritario resolverlo y a quienes beneficiará determinada solución. A la ciudadanía le compete escuchar y estar pendiente de los contenidos allí tratados, a criterio de contar con más elementos de juicio para emitir un voto útil.

El debate es útil, y quien se niega a debatir, no lo es. Los ciudadanos de la República Oriental del Uruguay tenemos el poder de exigirle a un candidato que discuta públicamente su agenda e intereses. Se trate de Vázquez, Bordaberry, Mieres o quien fuere.

El candidato que no debate, no le sirve al país.
 
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