ECONOMIA & NEGOCIOS: LIC. ERIC NESICH

Devaluación del peso: el Gobierno cambia de estrategia

Al promediar el año pasado, las proyecciones del Presupuesto 2014 preveían un tipo de cambio promedio de US$ 6,33 para todo el 2014 y de US$ 7,39 para 2015...

28 de Enero de 2014
Al promediar el año pasado, las proyecciones del Presupuesto 2014 preveían un tipo de cambio promedio de US$ 6,33 para todo el 2014 y de US$ 7,39 para 2015. Esos números han quedado obsoletos tras la política de shock oficial de elevar el valor del dólar oficial aunque, en ciertos aspectos, el cambio de táctica oficial resulta desconcertante.
 
El esquema del tipo 'crawling-peg' (o, en español, de minidevaluaciones sucesivas) aplicado por el BCRA acusó gran impacto como consecuencia de la carrera del dólar contra la inflación y las tasas de interés, y una brecha cambiaria que no hace más que forzar al escenario a transitar el sendero de una importante devaluación.
 
El balance negativo de esta política ha causado un retraso en exportaciones y adelanta importaciones, desalienta el consumo y la inversión y alienta comportamientos especulativos en todos los sectores económicos. Asi es como la actividad económica se ve perjudicada, y se arriba a uno de los puntos en el cual los medios masivos de difusión hacen hincapié con rigor diario, esto es, la pérdida de reservas internacionales. El Banco Central de la República intenta combatir la especulación vendiendo reservas en un afán de contener al mercado pero, dicho en lunfardo, "el mercado se lo lleva puesto".
 
Mas allá del nuevo conjunto de medidas que regulan la adquisición de la divisa norteamericana a particulares para atesoramiento (a todas luces, un regreso a la primera parte del cepo cambiario modelo 2011, con retoques), la autoridad monetaria mantendría el esquema gradual de devaluación, pero con subas y bajas alrededor de una tendencia, intentando detener la especulación cortoplacista y fomentando una ligera liquidación de divisas. Un esquema de flotación no demasiado diferente al ejecutado durante la gestión de Martín Redrado en el Central (2004-2010), aunque el contexto actual no ayuda demasiado: a diferencia de aquella época, hoy el síndrome devaluatorio se muestra más acentuado. Lo dicho se suma a la pérdida de poder de fuego del factor reservas internacionales, por cuanto el riesgo de recurrir a ellas para luego perderlas es elevado.
 
El gobierno contaba con dos salidas para hacer frente al problema: o bien recurrir a un enfoque gradualista como el que venía siguiendo en los últimos años, bien emplear uno más directo. En 2014 se optó por la segunda vía, dada la coyuntura política y económica imperante.
 
Otra de las hipótesis remite a un viraje del enfoque cambiario gradualista hacia otro de shock. Lo cual abre la puerta a que se especule con una suba de tasas de interés, computada la baja probabilidad de que ingresen dólares financieros a corto plazo.
 
Esta política directa de buscar un giro de 180° a lo que se venía haciendo supone una de las últimas cartas que se juega la Administración cristinista. La devaluación directa puede marcar el responso final para el epitafio, con el cual se recordaria al segundo período de la Dra. Fernández de Kirchner a partir de la indisimulable falta de estrategia conjunta mostrada por su equipo. Visto como un todo, el proceso devaluatorio sobrevendrá aparejado de una escalada de precios y salarios, más un freno registrado en todos los sectores de la actividad económica, y el subsiguiente escenario de recesión. De momento, nada hace prever que la expectativa devaluatoria deje de extenderse: el público percibe que la moneda nacional vale cada día menos.
 
Una salida coherente debió bordear un aumento gradual de tarifas de los servicios públicos y la implementación de una política monetaria menos expansiva, conforme ha sido esta última la que llevó a un nivel de emisión histórico. No obstante, las respuestas más atendibles para encarar el problema -baja del gasto público y salto en el tipo de cambio con giro hacia la ortodoxia económica- remiten a la expresión de deseos. Al menos, por parte de quien escribe.
 
 
Sobre Eric Nesich

Es Licenciado en Periodismo y Licenciado en Ciencia Política. Columnista de El Ojo Digital especializado en temas económicos y financieros, y aficionado a la investigación relativa a fraudes y estafas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Argentina. Sus artículos son publicados regularmente en http://www.elojodigital.com/categoria/tags/eric-nesich. Su correo electrónico para consultas es eric.nesich@gmail.com.