ECONOMIA INTERNACIONAL: MARK CALABRIA

La Reserva Federal debería subir las tasas inmediatamente

Para ayudar a la economía, la Reserva Federal debería empezar a elevar las tasas inmediatamente, y acercar su tasa preferida para determinar la política, la tasa de los fondos federales...

18 de Diciembre de 2013
Para ayudar a la economía, la Reserva Federal debería empezar a elevar las tasas inmediatamente, y acercar su tasa preferida para determinar la política, la tasa de los fondos federales, a una posición más neutral. Las tasas actuales de la Fed no han resultado en crecimiento económico o empleo, y deberían ser abandonadas en favor de políticas que si lo lograrían.
 
La teoría detrás de la actual política de interés de la Fed es que las tasas de interés más bajas aumentan la demanda de préstamos, lo que, a su vez, debería fomentar tanto el gasto y las inversiones inducidos por el crédito. Ello, no obstante, solo examina un lado del mercado: la demanda. Para que el crédito se expanda, los prestamistas deben estar dispuestos a prestar a esas tasas también, pero las tasas actuales a duras penas cubren el riesgo inflacionario de un prestatario, sin también cubrir el riesgo de que el préstamo no sea cancelado.
 
Fue la burbuja inmobiliaria y su colapso lo que contribuyó principalmente a la recesión y a la crisis financiera. Mientras que los precios de las viviendas han empezado a recuperarse, el crédito para los prestatarios no óptimos todavía es limitado, dejando a alrededor de un quinto del mercado en el margen.
 
Una mirada a las tasas hipotecarias ofrece una explicación. Hoy, las tasas fijas a 30 años de plazo están solamente por encima de 4,2 por ciento. Con las expectativas de inflación rondando el 3 por ciento, eso deja al prestamista con tan solo 1 por ciento para cubrir las pérdidas por créditos y cualquier ganancia. Con tan solo 2 por ciento de las hipotecas óptimas todavía en ejecución, y asumiendo una tasa de recuperación del 50 por ciento, se vuelve evidente que cualquier cosa, con la excepción del crédito para sujetos con calificaciones excelentes, se espera que sea una pérdida de dinero para los bancos.
 
Entonces, ¿por qué los bancos simplemente no cobran más? Porque las llamadas leyes de protección al consumidor empujarían a esas hipotecas hacia la categoría de “alto costo”, lo que implica un riesgo legal considerable. Dejar que las tasas suban aumentaría considerablemente la oferta de crédito hipotecario, ayudando a promover la venta de viviendas y eventualmente la construcción de ellas.
 
Las tasas de interés bajas muchas veces son defendidas como algo que “pone dinero en el bolsillo del consumidor”, pero eso no podría estar más apartado de la verdad. Simplemente, transfiere dinero de un grupo de consumidores a otro. El declive anual de aproximadamente $400.000 millones en pagos de intereses al consumidor desde 2008 ha sido precisamente compensado por el ingreso anual por intereses de los hogares de aproximadamente $400.000 millones. Las tasas más bajas simplemente benefician a un grupo de hogares a costa de otro. El impacto neto sobre el gasto probablemente será de aproximadamente cero.
 
También existe poca evidencia de que las actuales políticas de interés de la Fed han mejorado el mercado laboral. Los partidarios de las actuales políticas de la Fed muchas veces dicen que una falta de “demanda” está perjudicando al mercado laboral. Aún así, el gasto de consumo ha estado aumentando constantemente desde 2009, y el crecimiento en el mercado laboral no ha seguido el paso de esa creciente demanda. Esto sugiere que el problema no es la falta de demanda, sino que más bien se debe a problemas específicos del mercado laboral, que se sitúan más allá del control de la Reserva Federal.
 
La economía estadounidense se enfrenta a varios problemas hoy. Las extremadamente altas tasas de interés no es uno de ellos. Si de alguna forma constituyen un problema, es porque las políticas de la Fed de canalizar crédito desde el sector privado hacia el gobierno federal (y sus agencias de hipotecas) le ha negado un crédito muy necesitado a los elementos más productivos de la economía norteamericana. Al final del día, las tasas de interés deberían ser determinadas por la interacción entre ahorradores e inversores, no por los caprichos arbitrarios de funcionarios del gobierno en Washington.

 
El presente artículo fue publicado originalmente en U.S. & News World Report Online (EE.UU.) el 5 de diciembre de 2013.
 
 
Sobre Mark Calabria

Es Doctor en Economía, y Director de Estudios de Regulaciones Financieras del Cato Institute. Antes de comenzar a trabajar en el Instituto en 2009, se desempeñó como miembro del equipo profesional del Comité del Senado de los Estados Unidos de América para la Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos durante seis años. Publica regularmente sus análisis en el sitio web en español de The Cato Institute.