INTERNACIONALES: AMY M. PAYNE

Qué hacer en Siria

Son recurrentes los informes que ilustran que la Administración Obama ordenará, en cualquier momento, un ataque con misiles contra el régimen sirio.

30 de Agosto de 2013

Son recurrentes los informes que ilustran que la Administración Obama ordenará, en cualquier momento, un ataque con misiles contra el régimen sirio.

Siria se encuentra inmersa en una guerra civil, con las fuerzas de la oposición luchando contra el dictador Bashar al-Assad. Estados Unidos tiene intereses que proteger en la región, pero el involucramiento directo de este país en esa guerra civil no es la solución -así lo indican analistas expertos en la Fundación Heritage. Y la respuesta a la pregunta sobre qué hacer en el conflicto no es tan sencilla como para concluir que, simplemente, es preciso prestar auxilio al pueblo sirio. Ello, debido a que grupos terroristas islamistas han comenzado a mezclarse con la oposición y a competir por el poder.

James Phillips, experto de la Fundación Heritage en temáticas del Medio Oriente, ha calificado a la política de actuación de la Administración Obama en Siria de "fracaso moral y estratégico". A continuación, Phillips y el analista de la Fundación Heritage adscrito a la donación E.W. Richardson, James Carafano, responden a algunas preguntas clave acerca de las decisiones que está tomando en estos momentos la Administración Obama.


¿Por qué está hablando el presidente Barack Obama del empleo de la fuerza militar estadounidense en Siria?

-Se ha informado del uso de armas químicas contra su propio pueblo por parte de al-Assad, matando a cientos de personas en un ataque el pasado 21 de agosto. Este ataque arriba precisamente un año después de que Barack Obama afirmara que la utilización de armas químicas sería el 'límite' [red line] que provocaría una involucración activa de Estados Unidos.


Puesto que, al parecer, Basher al-Assad ha sobrepasado ese 'límite', ¿qué sucederá ahora?

-Las informaciones sobre los ataques químicos de diciembre y marzo indicaban que el régimen de al-Assad estaba probando ese límite impuesto por la Administración, pero la Casa Blanca dilató su investigación sobre los ataques para ganar tiempo y poder así elaborar una respuesta. Ahora, al-Assad ha retado a Obama. Obligada por las declaraciones del presidente acerca de ese supuesto límite, a la Administración estadounidense le ha costado responder.

El hecho de que la Administración siga sin tener claro cómo responder, a más de un año de que el presidente estableciera los parámetros para esa respuesta, supone una inquietante señal que, desde luego, no inspira confianza. El personal del Consejo de Seguridad Nacional debería haber elaborado un plan de respuesta antes de que el presidente arriesgara su credibilidad y la de Estados Unidos.


Entonces, ¿qué debería hacer Estados Unidos?

EE. UU. no debería lanzar ataques con misiles, conforme muchas informaciones dan cuenta de esa alternativa.

Al-Qaeda y otros grupos islamistas han sido los principales beneficiarios de la pasividad del enfoque de 'no involucramiento' de Barack Obama en relación con una crisis siria cada vez más preocupante. La Administración Obama precisa desarrollar urgentemente una estrategia, no sólo para contrarrestar el uso de armas químicas por parte de al-Assad, sino para impedir que esas armas caigan en manos de al-Qaeda, Hezbolá u otros grupos terroristas islamistas que se han congregado en Siria.

En lugar de intentar intervenir directamente en el conflicto, Estados Unidos debería estar trabajando junto a otros países de la región para acelerar el fin del régimen de Assad, así como para abordar la crisis de los refugiados y la cuestión de los bastiones terroristas.

 

Amy M. Payne | Heritage Libertad, The Heritage Foundation