Unica solución aceptable: que el Estado no baje línea sobre contenidos educativos

El Partido Liberal Libertario (PL) repudió la intervención del Ministro de Educación santafesino en el colegio que llevó a cabo una representación teatral de alto contenido político, al ser ésta una decisión que compete a la escuela y a los padres, no teniendo nada que hacer el Estado allí. El PL sostiene que esta intromisión del Sr. Ministro representa una burla a la decisión de los padres sobre qué tipo educación desean darles a sus hijos; por supuesto, asumiendo que los padres consintieron que sus hijos realicen esa actividad.

Cecilia Olive, Coordinadora de Comunicaciones del Partido Liberal Libertario, explicó que, a pesar de que el PL no comulga con la idea de que este tipo de actividades de contenido político tengan lugar en el ámbito escolar, la decisión sobre el tipo de educación que reciben los chicos es potestad de los padres, nunca de un burócrata.

Olive destacó: "Es positivo ver a legisladores no oficialistas y a personalidades de la sociedad civil indignarse cuando algo así ocurre pero, lamentablemente, todos ellos no cuestionan el más terrible y temible de los monopolios, que es la interferencia estatal en los con contenidos educativos. Con la excusa de que el Estado debe estar presente subsidiando a los que no pueden acceder a la educación por sus propios medios, los gobiernos y sus dependencias terminan dictando aquellos contenidos. Aunque seamos la única fuerza política abocada a denunciar esto, desde el PL lo vamos a hacer hasta que se genere conciencia de que es un condenable".

El Partido Liberal Libertario propone eliminar la posibilidad de intervención de parte de los organismos de Educación para que se vean imposibilitados de 'bajar línea' respecto de los contenidos, currículas y reglamentos de las escuelas, y así permitir que éstas compitan en libertad mediante la oferta de modelos exitosos.

Asimismo, los liberales libertarios proponen que el Estado descentralice recursos y entregue cheques escolares para que sean los padres los que elijan entre diversas formas de educación, eliminando la burocracia parasitaria que tanto daña a los que más necesitan de la asistencia.

Finalmente, Cecilia Olive lamentó que los legisladores alejados del oficialismo y personalidades de la sociedad civil hayan obviado cuestionar el monopolio educativo, favoreciendo así un esquema centralizado, arcaico y que no cumple el objetivo de educar. “Salvo límites obvios, como evitar el maltrato o abuso de menores, el Estado no puede decirles a las escuelas y a los padres cómo deben educar a sus hijos —concluyó—. El Estado no es el padre de los padres; tan solo es una agencia contratada por el pueblo para que proteja sus derechos individuales, y debe limitarse, simplemente, a eso”.