POLITICA: DESDE "LA SOLANO LIMA", AGRUPACION MACRISTA

Réplica del PRO: La Ciudad de la Furia

En tanto algunos círculos políticos destacan que los cortes de la Autopista Illia fueron promovidos desde el Gobierno Nacional para perjudicar a la Administración Macri, agrupaciones de PRO se refieren al tema en un comunicado.

12 de Marzo de 2012
La venganza del kirchnerismo se halla en su máximo despliegue. Adquiere por momentos ribetes grotescos. La Presidenta nunca les perdonará a los porteños que hayan reelegido a Mauricio Macri con el 65% de los votos. Tampoco a los socios de Boca Juniors que votaron a Daniel Angelici. Se maneja así. Es su lógica perversa en la construcción y/o destrucción de poder. Habla y destila odio, aunque a veces tiene el desparpajo de hablar en nombre del amor. Del amor al odio.
 
Corte en Autopista Illia, La NaciónA los kirchneristas no les interesa mostrar las cartas, van por todo, movilizados por la prepotencia de la impunidad. Hasta el argentino más incauto se da cuenta que se ha desatado una furibunda campaña antimacrista y antiporteña, que la definimos con la fórmula avanzada desinstitucionalizante. Ellos van al frente. A paso de perdedores. A la larga, la irracionalidad es un búmeran. Entretanto, vacían la institucionalidad, apelan a formas osadas de golpismo, divinizan a la mayoría circunstancial para imponer sus planes quedantistas.
 
El peor enemigo del populismo autoritario es la República.
 
El mejor amigo del populismo autoritario es el kirchnerismo.
 
Con República hay división de poderes, federalismo, controles, imperio de la Ley, rendición de cuentas, respeto a la disidencia, acceso a la información pública, ciudadanía, diálogo, consenso, partidos políticos, pluralismo, derechos humanos ahora, memoria completa.
 
Con kirchnerismo hay agresión, intolerancia, relato oficial, despilfarro, festival de subsidios, saqueo del Estado, propaganda, corrupción, clientelismo, movimientismo, una Presidenta partidista y no estadista, irrespeto de la Constitución, vulgaridad, despotismo unitario.
 
El discurso de la Presidenta en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso -que se olvidó de inaugurar mareada por su verba caribeña y vacía- inició la escalada contra los porteños con el objetivo de desinstitucionalizar a la Ciudad. La Primera Magistrada apeló a la parcialidad e instó a los suyos a erosionar la gobernabilidad porteña. Al unísono salieron los voceros kirchneristas a repetir las falsedades de la Presidenta sabiendo que mentían a designio. Pero el populismo también es obsecuencia, felpudismo, aplauso fácil.
 
Nunca hubo traspaso del subte. Se iniciaron conversaciones por 90 días a partir de la firma de un Acta Acuerdo (“contrato administrativo” dijo la abogada de Tolosa). Fieles a su estilo, los kirchneristas nunca demostraron buena fe en la mesa de negociaciones y como frutilla del postre la ministra Garré retiró a la policía de los andenes. ¿Cómo proseguir con semejante atropello y falta de grandeza? El acuerdo se suspendió. Para el relato oficial, Macri devolvió los subtes. Un dislate.
 
Las mentiras de la Presidenta propaladas en el discurso caribeño merecieron una contundente respuesta de Mauricio Macri, quien en una conferencia de prensa abierta explicó la situación real del subte. Desde la cantidad de agentes que se necesitan para custodiar los andenes hasta la torpeza de haber dicho que la línea A se había modernizado con formaciones centenarias. Sin embargo, como el objetivo es mentir y desestabilizar a Macri, los kirchneristas perseveraron en la falsedad. Para, de paso, condenar a segundo plano la tragedia evitable de Once y la compleja trama de presuntos favores ilegales que envuelve al vicepresidente Aimé Boudou, lo que motivado un pedido de juicio político.
 
A esta altura del debate la ciudadanía debería disponer de un mensaje claro y preciso, ceñido a la realidad. Sin embargo, el kirchnerismo y sus mercenarios mediáticos se han dedicado a embarrar la cancha y a sembrar confusión. Nunca han leído el Acta Acuerdo, ignoran la Ley, pero pontifican acerca de un traspaso que nunca ocurrió y que para que ocurra deberá contar con la aprobación final de la Legislatura porteña por más que primero pase por el Congreso Nacional.
 
Conviene detenernos en una versión tercerista que comenzó a tomar fuerza con ímpetu electoral. Dirigentes del Frente Amplio Progresista que lidera el socialista Hermes Binner sostienen que no están ni con Macri ni con la Presidenta. Que están con los usuarios. Una especulación mezquina y relativista. Hay que estar con la verdad y limitarnos a los hechos como se dan en la experiencia cotidiana y no en las mentes pulverizadas por el ideologismo patológico.
 
Por un lado, celebramos que el progresismo socialista descarte las mentiras presidenciales. Por el otro, nos apena que por afán electoral cuestionen la postura de la Ciudad que se responde a derecho y que en todo momento se ha dedicado a preservar y a defender la seguridad y la calidad de vida de los usuarios del transporte público de pasajeros.
 
La firmeza de Macri hizo dar marcha atrás al Gobierno Nacional que tuvo que devolver a regañadientes la Policía Federal al subte. La Justicia, justo es subrayar, avala el reclamo de la Ciudad.
 
El Acta Acuerdo en el punto 2 especifica que la “Ciudad asume a partir de la firme del presente el control y fiscalización del contrato de concesión en su totalidad, como así también el íntegro ejercicio de la potestad de fijar tarifas del servicio, incluyendo la facultad de establecerlas por decisión unilateral”. Haber aceptado esta cláusula habla a las claras de la buena voluntad de la Ciudad de gestionar el subte, aceptando sin especulaciones bastardas la solicitud de la Presidenta de que hiciera “un esfuercito”. Si en los 90 días se llegaba a un acuerdo y en el acuerdo figuraba la actualización de tarifas -por la quita de los subsidios- va de suyo que la Legislatura habría de aprobar o rechazar lo acordado en este tema y en la negociación global.
 
La lectura sesgada de los acontecimientos que hace la propaganda oficial (tan propio de 678) fue utilizada a pleno para confundir lo que es evidente y comprensible. Nunca la propaganda oficial mencionó el punto 5 del Acta Acuerdo, donde se establece que los representantes de la Nación y la Ciudad “en forma conjunta eleven a las respectivas autoridades en la materia, los proyectos correspondientes a los actos jurídicos que sean necesario suscribir para la formalización de las demás cuestiones legales, económicas y administrativas correspondientes a lo aquí acordado y del contrario de concesión, dentro de los 90 días corridos de la firma del presente, definiendo cómo se atenderán los distintos compromisos resultantes”.
 
Como se observa, en ninguna parte del Acta Acuerdo se habla del traspaso del subte definitivo a la Ciudad sino de una tarea “en forma conjunta” en la que debiera primar la buena fe de las partes para arribar a una propuesta racional, legal y equitativa, que luego la Legislatura Porteña tratará, ya que el Jefe de Gobierno no tiene facultades de ejecutar una decisión de esta naturaleza en forma unilateral.
 
Ha sido tan alevosa la jugada mugrienta del kirchnerismo que en esta escalonada falsificadora de los hechos (son actos de 2012, imaginemos cuando los neorrevisionistas escriben la historia de hace 50 años) oculta sistemáticamente el artículo 75, inciso 2, de la Constitución Nacional, que dice: “No habrá transferencias de competencias, servicios o funciones sin la respectiva reasignación de recursos, aprobada por Ley del Congreso cuando correspondiere y por la provincia interesada o la ciudad de Buenos Aires en su caso”.
 
El agotamiento de la cajita feliz y el fracaso de la política de transporte de la Presidenta –heredera de los horrores de su difunto esposo- determinan en los kirchneristas su proceder enfermizo cuya finalidad apunta a destruir la paz y la seguridad de los porteños. Eso y no otra cosa están haciendo. Quieren disimular los costos de su fracaso en la materia y de paso vengarse de una ciudadanía esclarecida que no se deja engañar por el relato oficial y que repudia la corrupción populista en todas sus manifestaciones.
 
¿La Presidenta desconoce la Constitución Nacional y el estado del transporte público urbano? ¿Por qué la Casa Rosada se empecina en transgredir las normas con el solo objeto de tomarse vengarse de los porteños? ¿Mañana hará algo similar con Boca Juniors porque Angelici es amigo de Macri? No son alocadas estas preguntas teniendo en cuenta la psicología de los personajes que intentan liquidar la gobernabilidad de la Ciudad. Hemos visto el corte de la Villa 31 y la solución instantánea del flamante Secretario de Seguridad que ya mostró las uñas en la invasión del Parque Indoamericano.
 
Lo expuesto precedentemente nos obliga a denunciar que: a) El kirchnerismo ha montado una megaoperación de Inteligencia y de acción psicológica contra los porteños y el Gobierno de la Ciudad, utilizando una vez más el dinero del Estado para consumar sus perversos objetivos desestabilizadores. b)Traspasarle el subte y las 33 líneas de colectivos urbanas sin los recursos correspondientes forma parte de una avanzada desinstitucionalizante para asfixiar financieramente a la Ciudad y generar acciones ulteriores de violencia impredecible. c) La avanzada desinstitucionalizante es por demás evidente y fácil de corroborar en el discurso oficial y en la acción de sus propagandistas y dirigentes.
 

Para superar la infame maniobra en ciernes, instamos a  las juventudes republicanas y democráticas, a los partidos políticos, al movimiento obrero organizado y a los sectores comprometidos con la vigencia plena de la Constitución, el Federalismo y los Derechos Humanos, a repudiar la avanzada desintitucionalizante del kirchnerismo, dejando de lado las ambiciones particulares y privilegiando la vida, la paz y la seguridad de los porteños y de todos los argentinos que quieren ser ciudadanos y no súbditos del populismo degradante.

Remitido por "La Solano Lima" -agrupación PRO- a El Ojo Digital Política