INTERNACIONALES: POR CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL, PARA EL OJO DIGITAL

Venezuela y el "día después" de las elecciones parlamentarias

Pasadas las elecciones parlamentarias de septiembre pasado, y con los resultados a la vista, corresponde analizar y reflexionar obvjetivamente sobre lo sucedido.

03 de Octubre de 2010
Estas elecciones demostraron categóricamente la existencia de tres sectores bien definidos entre los venezolanos, a saber: los seguidores del oficialismo bolivariano, la oposición y todos aquellos que se muestran aún indecisos o que -simplemente- se abstienen de votar. Y aunque hubo una gran participación en estas elecciones, queda claro que no se trató de las presidenciales, donde generalmente se observa una mayor participación. Los números sirven para echar luz sobre el panorama: con más de 17 millones de personas anotadas en el registro electoral, 33.5% de ellos se abstuvo de votar, 30% lo hizo por el chavismo, y otra cifra parecida -pero superior- optó por la oposición. Así las cosas, los chavistas y la oposición necesitan entender que ninguna de las partes posee la verdad absoluta y que, en tales circunstancias, su obligación será aprender a negociar para el bien de toda la nación. El presidente Hugo Chávez Frías no tendrá otro camino que aceptar que ha perdido seguidores. Su verdadero caudal electoral ronda el 30%, tal y como algunas encuestas lo afirmaron; su propuesta tocó techo, y más del 50% de sus compatriotas se encuentran en franco desacuerdo con su propouesta de "Socialismo del siglo XXI". Tendrá que reflexionar, además, sobre su papel como Presidente, pues en su terquedad de transformar a Venezuela en un estado socialista con “aderezos comunistas” olvidó por completo su verdadero rol como mandatario. En los papeles, éste consiste en gobernar para todos sus conciudadanos, dejando de lado ideologías o creencias. Debería atender -si acaso fuera más inteligente- las expectativas de esa otra mitad de Venezuela que se ocupó de despreciar desde el día que se convirtió en Presidente de la Nación. Debería, pues, retomar el diálogo con la oposición, bajar los decibeles de la delicada situación social (que se ha tornado confrontativa), y apoyar a la empresa privada en lugar de acorralarla. En este tren, sería recomendable terminar con la política de expropiaciones, atraer la inversión en vez de ahuyentarla y dedicarse por completo a problemáticas locales de importancia aguda, como lo son la violencia y la inseguridad. La MUD, que representa ahora al grupo opositor, no deberá sino mantenerse más unida, para consolidarse como un sólo partido de oposición y portador de una sola ideología. Este pensamiento debería conceptuarse a la luz de objetivos humanistas y liberales. En definitiva, apuntar su esfuerzo hacia un posicionamiento situado en el centro de la balanza, con pragmatismo y nuevas ideas . De cara al siglo XXI, deberá preparar un buen programa de gobierno potable y escoger muy bien a su candidato, de forma tal que pueda convencer efectivamente al electorado en las Presidenciales de 2012. Ciertamente que, para MUD, sería de interés que comenzara a escribir los primeros renglones de la agenda para magnificar su peso en la Asamblea Nacional, siempre en defensa de la democracia, y buscando fórmulas efectivas para que las instituciones retomen el camino de la independencia y puedan desempeñarse con la imparcialidad que les cabe. El abstencionismo siempre existirá. Sin embargo, si tan solo una porción de aquél (el 10%) saliera a sufragar, los porcentajes en las próximas elecciones presidenciales podrían cambiar sustancialmente el panorama político general. Resulta obvio, pues, que ambas tendencias se esforzarán en el futuro próximo por seducir a esos sectores y atraerlos, finalmente, a sus filas. Por Carlos Vilchez Navamuel, para El Ojo Digital Internacionales. Blog: http://carlosvilcheznavamuel.blogspot.com/
Por Carlos Vilchez Navamuel, para El Ojo Digital Internacionales