Hewitt, el terrible

El partido entre Coria y Hewitt puso en evidencia el comportamiento tosco y egocéntrico del australiano, propio de una persona que no sabe respetar a su competidor. Al mismo tiempo entregó un mal ejemplo a los jóvenes y por supuesto a un público dispuesto a disfrutar de buen tenis. Ocurrió que cuando el australiano obtuvo puntos de quiebre sobre el santafesino, Hewitt le festejó los puntos en su cara, realizando diversos gestos y profiriendo insultos a Coria, que le respondió en algunas ocasiones de la misma manera y con los mismos gestos. El jugador argentino debió soportar un lenguaje soez, burdo y escatológico, si alcanzan los sinónimos, para describir la actitud por parte del Australiano. En conferencia de prensa el local declaró: “Coria tiene que aprender a perder” y subrayó “Coria es un mal perdedor”. Lo cierto es que en estos tiempos es muy normal la mala educación y las gesticulaciones (como arrojar raquetas al suelo en señal de enojo por perder puntos importantes). Lo que resta de ahora en más es de no dejarse llevar por las faltas de respeto porque por una mala actitud de un jugador puede pagar el otro, cuando se produce la reacción o por el hecho de responder con las mismas malas actitudes del otro). Uno de los casos más recordados ocurrió este año en el Abierto de Australia cuando Hewitt insultó a Juan Ignacio Chela y él le respondió con un escupitajo por lo que la ATP sancionó al argentino con una multa de dos mil dólares. Demás está decir que a pesar de su derrota y del trago amargo que tuvo que soportar Coria ante un rival como Hewitt, el argentino jugó un buen tenis y demuestra que puede lograr cosas importantes. Esperemos que en los encuentros que restan por disputarse de esta Copa Davis la noticia sea el buen juego por parte de los tenistas.