SOCIEDAD: POR RICARDO WHITE, PARA EL OJO DIGITAL SOCIEDAD

Nuevo episodio de censura en La Nación: desaparece de la edición online la nota "Al borde del descontrol inflacionario", de Nicolás Salvatore

El matutino eliminó de sus contenidos la nota que, con sugestivo título, hubiera merecido duras críticas de parte de funcionarios del Gobierno Nacional.

21 de Julio de 2010
No pocos lectores de la edición online del matutino La Nación se sorprendieron en las primeras horas del día martes 9 de febrero cuando, al intentar acceder a una nota del articulista Nicolás Salvatore -experto en temas económicos- se encontraron con el mensaje: "Esta nota ha sido dada de baja". El titular ya había comenzado a atraer el interés de los lectores, quienes ya clickeaban repetidamente sobre el link para acceder a su contenido. La misma estaba convirtiéndose en uno de los dos textos más solicitados y llegó a ubicarse segunda entre las más leídas. Pero algo sucedió más tarde: nadie pudo acceder. Nicolás Salvatore -su autor-, había intitulado su escrito como "Al borde del descontrol inflacionario". De más está decir que su contenido se insinuaba revelador; al menos, esta es la característica del material que suele publicar Salvatore regularmente en las páginas del periódico. El link directo en cuestión era: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1231264, y el aviso de eliminación aún puede leerse. En la madrugada del miércoles 10, el autor publicó un nuevo texto ("Fondo del Bicentenario... o muerte"). Pero no se ha vuelto a saber de su artículo anterior. Mientras tanto, El Ojo Digital intentó comunicarse con el medio, a los efectos de obtener algún tipo de respuesta, por la vía del correo electrónico. No existió réplica. ¿Se trató de un nuevo caso de autocensura de parte de la centenaria publicación? O, simplemente, se decidió la remoción del material a partir de las rispideces que aquel hubiese provocado con el Gobierno Nacional, que por estas horas se encuentra en medio de un vendaval de peleas internas entre funcionarios que opinan en forma desordenada e incoherente sobre el delicado tema? Vale la pena recordar el conflicto de proporciones que se ha montado en Balcarce 50, frente al problema inflacionario. Mientras el Ministro de Economía Amado Boudou negaba la existencia del fenómeno, tildándolo de un simple "reacomodamiento de precios", el Camionero Hugo Moyano se ocupó de contradecirlo, refiriendo que el incremento "no se puede negar". Es dable presuponer que los adalides del kirchnerismo duro se precipitarían con furia sobre los medios de prensa que pongan demasiado foco en el índice inflacionario, que fagocita cada vez con mayor rigor los salarios de los argentinos todos los meses. Más en un momento como el actual, con un Néstor Kirchner neutralizado a partir de su convalescencia, y que no puede "bajar línea" a sus soldados para que contesten a periodistas y opositores políticos. El barco circulaba sin destino, pero ahora ni siquiera tiene a su almirante en el puente. En cualquier caso, La Nación le debe una explicación a sus lectores que, según se observa, no han dejado pasar desapercibido este episodio. Resultan, cuando menos, curiosos, los modos que tiene la Edición del periódico a la hora de decidir qué debe ser leído y qué no. El siguiente es el texto completo que fuera eliminado de las páginas de La Nación -extraído de sitios web que pudieron registrarlo antes de su desaparición-: El Gobierno Nacional dio su diagnóstico sobre el principal problema macroeconómico argentino: no hay inflación, tan sólo un reacomodamiento de precios. El problema es entonces más grave de lo que pensábamos. Estamos ante un caso de falta de sentido de realidad. El fenómeno al que alude el Gobierno suele ocurrir cuando la economía sufre un shock "de una vez y para siempre". Por ejemplo, la megadevaluación de 2002 generó un reacomodamiento de precios que no fue seguido de un proceso de aceleración inflacionaria en años subsiguientes, detalles al margen. Los economistas llamamos a este fenómeno "cambio de precios relativos". Nada tiene que ver tal cosa con lo que estamos viendo actualmente: un proceso constante y sostenido de aumento de los precios, fenómeno que los economistas denominamos, simplemente, "inflación". Volvamos a la realidad. A la salida del escenario de "estanflación" (estancamiento con inflación) de los últimos dos años, una incipiente recuperación del PBI ha disparado en los últimos meses un veloz proceso de aceleración inflacionaria. Esto no sólo era predecible, sino también esperable. De eso se trata la estanflación, es una trampa. El problema no está en las características de la actual recuperación económica, sino en el escenario de estanflación previo. ¿Dónde estamos parados hoy? Decir la verdad es sano: a las puertas de un descontrol inflacionario. Según las estimaciones que llevamos adelante con Graciela Bevacqua en Buenos Aires City (UBA), la tasa de inflación muestra una marcada tendencia creciente, llegando en diciembre-enero a un alarmante ritmo de 25%-30% anual, y en aumento. Esta fatal espiral inflacionaria terminará de desestabilizar la macroeconomía y llevará a millones de argentinos a la pobreza. Por cierto, tal cosa no luce muy progresista. El gobierno puede, aún, detenerlo. ¿Cómo? Un buen primer paso sería reconocer el problema. Un buen segundo paso sería retirar la "patota del Indec", restituir en sus puestos a los que saben, y sincerar de una vez el severo problema inflacionario de manera de recuperar algo de la reputación perdida. Luego sería deseable que el Gobierno, ya más creíble, anunciara en forma categórica la implementación de un plan antiinflacionario integral, en el que estén involucradas todas las herramientas de política macroeconómica disponibles. Amado, Mercedes, no se trata de una receta "neoliberal", ni de un plan de ajuste. Les cuento. Se pueden establecer objetivos de desaceleración inflacionaria para los próximos tres años, hasta converger, por ejemplo, hacia un ritmo inflacionario de 10% hacia fines de 2012. El anuncio de dichas pautas será la señal de coordinación de expectativas para todos los formadores de precios y salarios. La adecuada utilización de las políticas fiscal, monetaria, cambiaria y de ingresos desacelerará paulatinamente la inflación, mientras el PBI crecerá dentro de un rango de 3% a un 5% durante estos años. Dicto clases de Macroeconomía I en la UBA. Lo que acabo de describir lo enseño en la primera clase. Es una de las piezas más añejas de la política macroeconómica, la disyuntiva entre desempleo e inflación. Todos los países del mundo tratan de lidiar cotidianamente con ambos problemas en forma simultánea. El gobierno argentino, desde 2006 en adelante, nunca logró comprender algo tan elemental. Amado, Mercedes, tengo escrito todo el plan. ¿No quieren que les pase los detalles por e-mail? Por Ricardo White, para El Ojo Digital Sociedad. Email: contacto (arroba) elojodigital.com.
Por Ricardo White, para El Ojo Digital Sociedad