POLITICA: POR FRANCISCO MONTESANO, PERIODISTA, PARA EL OJO DIGITAL

Las Fiestas en las que los argentinos tendremos poco para celebrar

Hoy, a mediados ya de diciembre de 2009, con envidia y tristeza al mismo tiempo, leí en las noticias -aquellas mismas que el gobierno se empeña en desmentir descaradamente o evitar su difusión- este título: Miles de jóvenes adelantan la Nochevieja en Zamora con gominolas y cuernos de reno.

21 de Julio de 2010
La nota seguía en esta introducción: "Zamora, 11 dic. - Miles de personas han celebrado esta madrugada en Zamora la Nochevieja Universitaria, una fiesta que despidió el año por adelantado y tuvo su punto culminante a media noche, cuando sonaron las doce campanadas y los jóvenes, ataviados con cuernos de reno, comieron doce gominolas en vez de las uvas. La Nochevieja Universitaria se ha celebrado por primera vez oficialmente en Zamora después de que en las anteriores ediciones la acogiera Salamanca, aunque en esta ciudad se ha desarrollado esta madrugada una celebración paralela con la participación de miles de estudiantes". Envidia, de acuerdo a las definiciones de la Real Academia, se puede encuadrar dentro del deseo de poseer algo que otro posee, la base de la envidia es un sentimiento de desagrado por no tener algo y además de eso el afán de poseer ese algo. ¿Existe la envidia sana? Creo que no, pero tampoco creo que sea malsano sentirla como desazón por algo perdido. Por eso sentí envidia y tristeza como conjunto de un sentir ausente en nuestra sociedad. Hoy, a solo una docena de días de la navidad y un poco mas para el nuevo año, nuestra metrópolis ignora decididamente estos festejos, pero no es solo deber del gobernante el recordarlo y si de adornar la ciudad para los festejos por venir. Lo desconcertante es la ignorancia conciente o inconsciente de nuestros conciudadanos, en el primer grupo se dan cuestiones religiosas, familiares, económicas o circunstanciales, aunque lo inconsciente, mayoría en esta categorización, sea la consecuencia generalizada de una enorme sensación de desesperanza, impotencia y la constante defraudación en la confianza de esta conducción. La estremecedora muerte de la familia Pomar, en estos días, es una cruda muestra de la poca credibilidad que tienen los funcionarios nacionales, sumada a la inseguridad e injusticia que vivimos a diario, ya sea por el asesinato indiscriminado de cualquiera de nosotros -que no disponga de una custodia armada o la impunidad de la que disfrutan nuestros funcionarios- o los fallos judiciales que en su mayoría refuerzan estas impresiones. ¿Qué animo festivo puede vivir la sociedad cuando claramente existen dos clases de ciudadanos? Los que disponen de los favores K y los otros. Afortunadamente, somos cada vez más los que nos encontramos en el segundo grupo. Cataratas de anuncios incumplidos, falsas promesas, escándalos de corrupción que surgen sin cesar, una arremetida sistemática contra la prensa, la promulgación de una tendenciosa ley de medios, la apurada reforma política... El menosprecio se prolongó a los sectores de la oposición y a las instituciones, que reflejan una manera de conducción que alejó al matrimonio Kirchner del pueblo (los otros). El 10 de diciembre se cumplieron dos años la asunción de Cristina Fernández, sucesora de su esposo Nestor Kirchner y adiestrada coequiper en estas lides, aunque en el mismo periodo se ha derrumbado su popularidad. Este interminable catalogo de desaciertos nos convencen que los K se han mudado de país, viven en uno donde hay seguridad, la gente tiene trabajo, los precios no aumentan: francamente, el paradigma de un paraíso. Esta atroz dicotomía provoca en los argentinos un enorme sinsabor, que nos hace olvidar algo tan importante y antiguo como aquel recordado saludo: "Felices Fiestas para vos y los tuyos". Por Francisco Montesano, para El Ojo Digital Política. Blog: http://blogs.clarin.com/conflictos-y-dilemas/posts
Por Francisco Montesano -periodista-, para El Ojo Digital Política