POLITICA: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

Marchas, diáspora y renuncias: el kirchnerismo se asoma a su inevitable final. Los próximos en abandonar el barco: José María Díaz Bancalari y Julio De Vido. Néstor Kirchner se propone destruir al peronismo

El verano político será testigo de un Néstor Carlos Kirchner más solitario que nunca. Las peleas internas y los aprietes de parte del matrimonio presidencial solo han logrado ampliar la brecha entre él y sus propios condiscípulos, que ya entreven un panorama sombrío para sus líderes, con los tribunales a la vuelta de la esquina. El acto del Campo en Palermo y el fallido intento kirchnerista por enlodar nuevamente a Mauricio Macri, a manos de Luis D Elía y Milagro Sala.

21 de Julio de 2010
Pudiera ser que la oposición se decida a atemperar la andanada de críticas y pases de factura contra los kirchneristas de ala dura, a los efectos de permitirle a la Presidente Cristina Fernández de Kirchner alcanzar -aunque a duras penas- el final de su mandato. Pero quedan pocas dudas frente al hecho de que la entrega definitiva del poder no será gratuita. Néstor Kirchner se ve a sí mismo en un callejón sin salida: carece de las herramientas necesarias para perpetuar a su familia en la Casa Rosada y en las áreas de influencia y, al mismo tiempo, su estrategia de mantener un relativo control sobre la comisión del Congreso de Petición, Poderes y Reglamento se muestra insuficiente. Esa comisión es la que le permitiría mantener sus fueros parlamentarios, si acaso la Justicia se encolumnase -el día de mañana- detrás de una firme iniciativa para procesarlo por enriquecimiento ilícito, desvíos de fondos públicos y un puñado de menos importantes pero ruidosas causas. Desde luego, corresponde prestar atención a las expresiones del arco duhaldista, en el sentido de que el Jefe, si bien carece de capacidad de maniobra, aún mantiene la cuota de poder necesaria para destruir. En este sentido, a Kirchner solo le queda la herramienta de la extorsión para con los justicialistas. El mensaje del esposo de la Presidente se circunscribe, en crudos términos, a lo siguiente: o bien el "pejotismo" hace lo necesario para liberarlo de culpa y cargo luego de 2011, ofreciéndole alguna clase de salvoconducto jurídico, o se encargará personalmente de destruir la poca buena imagen que le queda al Partido, y así hacerle perder las presidenciales. Es en este plan de acción que se circunscribe la iniciativa K de anticipar las elecciones para el sillón de Rivadavia, para la primera mitad de 2011. De esta forma, los peronistas mal llamados "disidentes" no tendrán margen para acomodarse y ni siquiera dispondrán de la masa crítica de tiempo como para tejer las alianzas necesarias. Con las calles en llamas, la opinión pública no dudará en culpar a viva voz al "legado de Perón". Eduardo Duhalde está al tanto de esta suerte de plan luciferiano de Kirchner. No en vano ha incrementado sus contactos -aunque nunca personales- con el todavía Vicepresidente de la Nación, Julio Cobos. En este escenario, se han producido interesantes cambios en los últimos días, siendo el más reportable de ellos la firme intención de Francisco De Narváez -el gran ganador del 28 de junio- de explotar su veta presidencial. El "Colorado" también se codea fluídamente con el cobismo. Aún cuando aún resten llevarse a cabo numerosas conversaciones, la fórmula De Narváez-Cobos ya comienza a sonar en muchos oídos. Habiéndose percatado el ex titular de Casa Tía de las objeciones del duhaldismo para que "no se lance solo", éste ha expresado que se presentará en cualquier interna peronista por venir. En el caso de alcanzarse un acuerdo sobre la fórmula, y si esta contase con el visto bueno del mandamás de San Vicente, los votos de la provincia de Buenos Aires ya estarían asegurados. Después de todo, las encuestas le sonríen a De Narváez: existen números que lo arrimarían a un piso del 45% ante un escenario de votación presidencial, frente a los candidatos que sean. De cualquier manera, en el mayor distrito del país, todo continúa arrastrando la áspera etiqueta de "interna". Es difícil presuponer que Felipe Solá se atreva a abandonar su fantasía presidencial. Por el lado de Carlos Reutemann, el justicialismo de las provincias más importantes del Interior del país -Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos- también presiona para tener a su candidato. Siempre y cuando, este opte de una vez por todas por definir su candidatura. Dicen que la fecha límite es marzo de 2010, y que no se le otorgará ni un día más de gracia. Esta segunda semana de diciembre terminará por ser de las peores que recuerde el kirchnerismo. El masivo acto que llevara adelante el sector agropecuario en el Rosedal de Palermo le ha traído un renovado dolor de cabeza al matrimonio presidencial, que esperaba poder catalogar a la manifestación de abierto fracaso. Sin embargo, lejos de ser así, hasta los mismos referentes de la Mesa de Enlace se sorprendieron por la masiva concurrencia, calculada -en números objetivos- en torno de las veinte mil personas. El encuentro, que iba a destinar las porciones más importantes de las alocuciones a las problemáticas del sector, terminó refiriendo durísimas críticas en perjuicio del Gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, y la Presidente Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner. La movilización terminó por opacar aquella que intentaron montar ciertos gremios porteños y grupos derechohumanistas íntimamente ligados al oficialismo, en la Capital Federal, con el objetivo de exigir que el nuevo ministro de educación de Macri, Abel Posse, no asumiera el cargo. Posse se había despachado contra el kirchnerismo con crudos conceptos, en las páginas de un grupo de medios de prensa de tirada masiva. Allí, culpaba a la falta de seguridad al matrimonio gobernante, al tiempo que pugnaba por la implementación de medidas firmes para enfrentar a piqueteros y delincuentes (que la opinión pública ubica en el mismo segmento disruptor). En definitiva, Posse solo expresó el sentir de una mayoría ciudadana que carece de tribuna. Los docentes porteños, la CTA, la tucumana Milagro Sala y el piquetero oficialista Luis D Elía, alzaron sus voces contra Abel Posse porque este se atrevió a criticar al gobierno. Imposible adicionarle otra lectura al episodio. A la postre, los manifestantes se expresaron en contra de una mayoría de ciudadanos que optaron masivamente por alternativas contrarias a los Kirchner en las elecciones legislativas de junio pasado y en otros tantos escenarios públicos. Resultó entonces que el acto del sector agropecuario barrió de un plumazo con la marcha anti-Macri. El montaje le resultó insalvablemente mal a un oficialismo que planeó la movilización en una fecha equivocada y terminó sucumbiendo ante la lógica comparación frente a las decenas de miles que se arremolinaron en Palermo para despotricar contra la Casa Rosada. D Elía, en su acto, ayudó a los Kirchner a alejarse aún más de la sociedad, propinándole otro empujón hacia el abismo. Abel Posse podrá asumir y luego gestionar con tranquilidad. Por supuesto, Scioli se ganó la crítica de más amplio espectro, a partir de su adhesión incondicional a las políticas de Kirchner -que tienen al campo como objetivo principal- y las inacabables malas noticias que versan sobre la falta de seguridad. En lo que pareció ser un exabrupto, ciertos referentes casi pidieron a gritos la renuncia del Gobernador de la provincia. Pero el término exabrupto en sí mismo puede sonar a exageración. Para los propios bonaerenses y el resto de la opinión pública nacional, es un hecho que Daniel Scioli no tiene manera de sostenerse más tiempo en La Plata. Con ciudadanos y policías cayendo bajo el fuego de la delincuencia en el distrito más grande del país todos los días, y con el inminente lanzamiento de bonos locales para paliar el déficit operativo provincial, el primer funcionario de la provincia aparece como una figura por lo demás intolerable. La porfía desmedida en la que se refugia para seguir mostrándose como un incondicional del kirchnerismo lo pone en una situación de evidente debilidad. Obligado a defenderse permanentemente desde esa posición, la administración provincial ha quedado desguarnecida y observa un estado de abierta e inconducente parálisis. Hecho que tiene lugar en medio de nuevas malas noticias que se desparraman por los medios diariamente, bajo una inusitada cadencia. El meduloso Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández -tal vez el funcionario más denostado por la opinión pública- salió a cruzar a la Mesa de Enlace por "golpista", pero es poco probable que su discurso poco aleccionador en relación a los buenos modos de protestar cale hondo en algún receptor. La mala costumbre de catalogar a manifestantes como "golpistas" suena ya a recurso vago y trillado. El kirchnerismo y sus funcionarios de primera línea alimentan la propia fantasía. No vaya a ser que los ciudadanos tomen nota de ello y terminen creyendo que la Administración busca eso: un golpe o coup d etat a la vieja usanza, con el fin de evitarse el problema de unas futuras elecciones que ya ven perdidosas. Los funcionarios más renombrados del riñon sciolista se han autoconvocado en reiteradas oportunidades a lo largo de estos últimos meses, en muchos casos visitando al Gobernador para exigirle -in situ y no siempre de la mejor manera- que termine de desprenderse del oficialismo pues, de lo contrario, mañana será demasiado tarde. Comienza entonces a cobrar forma la diáspora: hace cuestión de horas, trascendió en los medios que José Scioli, emparentado con el Gobernador, abandonará la función pública y, con ella, al oficialismo. El mamarracho de las candidaturas "testimoniales" y el visto bueno del Gobernador para que la provincia no desdoble sus comicios respecto de las presidenciales -en sintonía con los deseos del marido de Cristina Fernánez- fueron las gotas que terminaron por derramar el vaso. No obstante, este éxodo viene cobrando mayor importancia a nivel nacional, merced a las renuncias de un puñado de funcionarios de influencia en las ahora lejanas épocas doradas de Kirchner. La blonda María José Lubertino abandonó su cargo en el Instituto contra la Discriminación (INADI) y, aunque no lo diga, su decisión está enmarcada en una necesidad personal de "despegarse" del gobierno en etapas tempraneras, pasando a la actividad privada. En su lugar ingresará el actor cómico Claudio Morgado, con lo cual el kirchnerismo brinda pruebas acabadas de que, cada día que pasa, se parece más a un mal chiste. Enrique "Pepe" Albistur también dejó su cargo en la Secretaría de Medios, cuestionado sin piedad por una enriquecida variedad de causas judiciales que reportan que favoreció a empresas amigas y parientes desde su puesto como funcionario. No será la última vez que se hable de Albistur. Ricardo Echegaray, mientras tanto, evalúa minuto a minuto presentar la renuncia (aunque el detalle no trascendió a la prensa, ya lo intentó). El por ahora director de AFIP se encuentra apesadumbrado y harto desgastado por las revelaciones que Diario Clarín no deja de hacer respecto de su paso por el organismo. Por estas horas, no solo está probado que fue él quien mandó a los agentes de impuestos a "apretar" al multimedio sino que también está en extremo comprometido en lo que tiene que ver con oscuros subsidios. Su familia le pide a gritos que abandone el puesto, con rigor diario. Por su parte, otro que está preparando su salida es el otrora poderoso e influyente Ministro de Planificación, Julio De Vido. El mencionado -de acuerdo a numerosas fuentes- hace meses que viene ensayando su futura defensa en los estrados, gracias a los buenos oficios de un bufete de abogados de primer nivel. No conforme con la "pata judicial", De Vido conversa periódicamente con los principales operadores políticos de la oposición, buscando algún salvoconducto que seguramente llegará, con la contraprestación de reportes e informes oficiales que ayuden a poner a los Kirchner tras las rejas en un futuro no tan lejano. La frase que circula por ciertos pasillos es que "el hombre -por De Vido- se va a salvar". El por ahora Ministro de Planificación podría aportar valiosa información sobre la espinosa cuestión de los "fondos perdidos de Santa Cruz" y su status actual. El tema resulta por lo demás sensible, puesto que los detalles más escabrosos -dicen- se encontarían en un compendio de carpetas que ha sabido atesorar y proteger bajo siete llaves el ex gobernador sureño -y ex titular de la Secretaría de Inteligencia- Sergio Acevedo. El ex funcionario kirchnerista se ha llamado a silencio, habida cuenta de que "es el hombre que sabe demasiado" sobre el tema, y que ya ha sido convenientemente amenazado. En cualquier caso, la clave del problema oscila en torno a la figura de Daniel Varizat, hombre K quien tuvo la "mala suerte" de salir del anonimato por haber atropellado a una decena de docentes que manifestaban en Santa Cruz. De momento, conviene no ahondar demasiado en la cuestión. También se comienza a hacer mención sobre el aparente lobby que una (¿ex?) pasionaria del kirchnerismo -Diana Conti- estaría pergeñando para asistir a Francisco De Narváez para que sortee, en la Corte Suprema, su conocido impedimento legal para acceder el día a la mañana a la Presidencia de la Nación, habida cuenta de su nacionalidad colombiana. Esta suerte de "reacomodo" de fichas llega a la Corte Suprema de Justicia, previéndose como plausible que los magistrados Eugenio Zaffaroni y Carmen Argibay favorecerán a De Narváez en su empresa presidencial (gentileza www.informadorpublico.com). No está de más tomar debida nota de la reciente decisión del máximo tribunal, a la hora de contemplar favorablemente la iniciativa de la libertad sindical. Aún cuando Zaffaroni tiene muchas explicaciones que dar sobre su pasado, no deja de ser loable que no se muestre acobardado por las amenazas y las presiones de baja estofa que le ha dedicado a la Corte el inefable gremialista de Camioneros, Hugo Moyano. La sorpresa para más de un lector podría llegar desde el despacho del diputado oficialista José María Díaz Bancalari, quien analiza con sus íntimos el momento más oportuno para destetarse de Néstor. El propio ex presidente podría verse asaltado por este traspaso, pero lo concreto es que -cuando se produzca- el mundillo político se verá sacudido como nunca. Igualmente, no falta el comentario de pesados players del duhaldismo, para quienes hay ciertos "personajes" que "no tienen retorno". Díaz Bancalari sería uno de ellos. El comentario obligado en los rincones menos estudiados del Congreso de la Nación refiere que, entre marzo y abril, Néstor Carlos Kirchner y sus acólitos con suerte terminarán de contar cuarenta diputados propios, esto es, si acaso no serían menos. Así las cosas, las lecciones que deja la historia del hundimiento del HMS Titanic son incontables. Aquel que ayer limpiaba la cubierta o se dedicaba a ordenar las reposeras del transatlántico, resultó estar luego en primera fila a la hora de asegurarse un lugar en los escasos botes salvavidas. O -dicho en lenguaje más suburbano-, Soldado que huye, sirve para otra batalla. Una pena que aquellos que manejan el lenguaje del dinero sigan sin echar mano de la sabiduría más efectiva y evidente. Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política. E-mail: elojodigital.com (arroba) gmail.com.
Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política