POLITICA: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

Espionaje: ya sin ideas, Kirchner la emprende contra Mauricio Macri para cambiar el foco de atención. Demasiadas dudas sobre el juez Norberto Oyarbide

El Gobierno Nacional explota la veta comunicacional del espionaje en el ámbito porteño no solo para abortar el lanzamiento de la Policía Metropolitana y perjudicar al Jefe de Gobierno de la Ciudad, sino también para evitar que la opinión pública siga incrementando su rechazo hacia la gestión del kirchnerismo.

21 de Julio de 2010
Mauricio Macri no es uno de los políticos más duchos de la Argentina -eso está claro-, y ciertamente aún debe dar explicaciones por ciertos desmanejos en el ámbito de la sobrefacturada obra pública porteña. Pero será difícil convencer a la ciudadanía de que es el primer regenteador de una suerte de policía secreta o Gestapo que acapara información personal sobre opositores y gremialistas por diversión. Antes bien, el kirchnerismo se ha preocupado -desde 2003 y en forma ininterrumpida- por ejecutar seguimientos y aprietes sobre dirigentes, periodistas y empresarios, con el evidente objetivo de acumular montañas de poder. Plomo o Plata era el lema del legendario traficante colombiano Pablo Escobar, en el sentido de que aquel que no echaba mano de los billetes, simplemente era borrado del mapa. Néstor Kirchner procede de forma similar, pero sin la variante de la munición. Al que no cede, se lo persigue con maniobras que surgen del siempre bien predispuesto brazo judicial de la Casa Rosada. No sin antes confeccionarse gruesas carpetas con todo aquello que el objetivo a cooptar no quisiera que se hiciera público. Por supuesto, en los albores de todo este proceso, intervienen operativos de los servicios de inteligencia que discrecionalmente regentea el Estado Nacional. Resulta pues, risible que el más aceitado agent provocateur del gobierno federal, el Dr. Aníbal Fernández, pida a viva voz la renuncia de Mauricio Macri, bajo la áspera sentencia de que "Richard Nixon se fue por mucho menos". Pero las palabras del premier Aníbal -como lo denomina el estudioso Jorge Asís- a fin de cuentas pueden interpretarse de manera sencilla: Néstor Kirchner -el Jefe- pretende que los medios de prensa y la oposición desarrollen su juego respetando las reglas que él mismo no respeta. Porque el oficialismo está por encima de la ley, y los alcances de la moral no le aplican. Fin de la discusión. Si Macri debiera renunciar por el affaire del espionaje, entonces ¿qué les correspondería hacer a Kirchner, Fernández y la Presidente de la Nación? ¿Acaso no deberían marchar a algún penal federal por su propia cuenta? El Jefe de Gobierno porteño nunca ha tomado demasiado en serio las acusaciones del Ministro de Justicia, tal vez porque se sabe el objetivo predilecto del Ejecutivo. Dicen que Macri llegará de España para "tomar el toro por las astas" y devolver el golpe, poniendo bajo la lupa la tarea del polémico magistrado Norberto Oyarbide. Fiel defensor de la libertad de prensa en tiempos que hoy aparecen como demasiado lejanos, Oyarbide acumula importantes causas que han tenido impacto mediático en los inicios pero que luego han quedado en la nada. Al basurero han ido a parar sus investigaciones frente al capítulo de los medicamentos adulterados y la participación necesaria de importantes players del gremialismo, los expedientes que lleva sobre el oscuro e imparable enriquecimiento que acusa el matrimonio presidencial desde hace años, y los detalles que remiten a sospechosas maniobras con pasaportes europeos que beneficiaron a jugadores profesionales del fútbol argentino, con el consulado italiano en la Argentina facilitando el papeleo, entre bambalinas. Los entendidos en estas cuestiones refieren que el problema principal de Norberto Oyarbide tiene nombre: Espartacus. En concreto, es inaceptable la presión o extorsión de una persona en función de la revelación de pormenores acerca de sus inclinaciones sexuales. Pero esta lamentable herramienta es utilizada con rigor por la política para subyugar a ciertos bien posicionados participantes de la administración de la justicia en el país. En todo caso, todo el asunto remite al hecho incontestable que se relaciona con la bajísima calidad de los magistrados que se ocupan de causas importantes en sus respectivos fueros, siendo otro triste ejemplo el que representa María Romilda Servini de Cubría, de quien siempre se ha dicho y comprobado que cierra acuerdos y pactos de no agresión con el poder de turno. Servini participó recientemente de un acto del Ejecutivo, en donde se la ha visto saludarse efusivamente con la Presidente Cristina Fernández de Kirchner y de sus resultados no existen noticias. ¿Desde qué óptica deben evaluarse estas grises rebanadas de realidad? Norberto Oyarbide, por su parte, ya ha dejado traslucir un puñado de sospechas en sus andanadas de poco sutiles ataques en perjuicio de Mauricio Macri. El magistrado se "colgó" de las declaraciones anticipadas del Ministro Florencio Randazzo, cuando disparó ácidamente que el ataque contra el cuñado del Jefe de Gobierno no había sido un robo. No sorprende el funcionario Randazzo, quien ya tiene acostumbrada a la opinión pública a su fama de precoz lenguaraz, pero es ciertamente cuestionable que el prejuzgamiento tenga origen en la boca de un juez de la Nación. El propio Oyarbide también ha filtrado a un número de medios de prensa que planea convocar al Jefe de Gobierno porteño a declaración indagatoria, de cara a la trama de los espías. No es necesario ejecutar demasiadas piruetas ni profundizar en adjetivaciones dignas de premio Pullitzer para concluir que la oleada de cuestionamientos contra Macri se explica en función de la necesidad oficialista de patear bajo la alfombra las peores noticias que están ocupando las primeras planas de los diarios en tiempos recientes. Como si los argentinos no tuvieran ya suficiente con el amontonamiento de civiles y policías que se vuelven cadáveres bajo las balas de una delincuencia con una impunidad jamás vista en tiempos de democracia, ahora deben sufrir una persecución cuasi hitleriana de parte de la AFIP (en vista de un indefendible y extemporáneo incremento en el monotributo). Por su parte, un puñado de legisladores de la peor estofa -entre los que se cuentan Gustavo Marconato y Nora Esther Bedano, del Frente para la Victoria- se han asociado al encumbrado Gerardo Werthein para incrementar los costos de la telefonía celular para "financiar al deporte". Y jamás falta la cereza del postre: a partir de ahora, cualquier ciudadano de bien que se niegue a seguir el juego de los derechohumanistas que apoyan desde sus atriles el accionar de la guerrilla setentista, será tratado como un delincuente común, y su hogar podrá ser allanado intempestivamente para el rastreo de muestras de ADN. Sin mencionar que Madres y Abuelas por cierto cobran en efectivo si acaso a alguien se le ocurriera convocarlas para sumarse a su cruzada de búsqueda de identidad. Y existen casos bien documentados para probarlo. Resulta a las claras patético que una causa tan noble como los derechos civiles sea devaluada a partir de prácticas tan autoritarias como aquellas que se busca combatir. La familia Kirchner ha transformado a la Argentina no solo en una republiqueta bananera al mejor estilo de los gobiernos de la América Central de los años ochenta, sino que se ha hecho eco del poder acopiado durante años para trocar al sistema democrático en una dictadura de corte populista y violento en donde nadie tiene derecho a pensar diferente, porque en ese caso, le sobreviene todo el peso de la ley. En su estrategia contra Mauricio Macri, el oficialismo consolida la expresión popular que reza que "el ladrón cree que todos son de su condición". El Jefe de Gobierno, sin embargo, ya ha avanzado a todo vapor con su iniciativa de la Policía Metropolitana y, a los efectos de plantear su defensa, solo necesita recordarle a los federicos y sus pagadores que los porteños aprueban la creación de la nueva fuerza. Se toma por certera aquella reciente columna de Joaquín Morales Solá en La Nación, en donde el autor refleja la creencia de que el esposo de la Presidente se enceguece por barrer a la Metro PD porque no vaya a ser que Macri termine llevándose el premio de volver a Buenos Aires una ciudad segura y vencer en un espinoso terreno donde el kirchnerismo viene haciendo agua desde hace años. De todos modos, dicen que lo peor está por venir: Néstor Carlos Kirchner ya tiene un plan para bloquear cualquier intento de cuestionamiento a su gestión y la de su esposa, a partir de diciembre de 2009, momento en que cambiará la composición en el seno de ese monumento garrafal a la corrupción que representa el Congreso de la Nación. La primera iniciativa consistirá en ganar las calles nuevamente, habida cuenta de que el agro y ciertas porciones de la ciudadanía se están convocando para movilizarse por aquellas fechas de la temporada estival. Esta es una de las razones por las cuales Hugo Moyano y Luis D Elía clausuraron su demostración para apoyar a la Presidente Cristina Fernández, la semana pasada. Por la vía del circuito cerrado se les ordenó que ahorraran fuerzas para mover a su tropa rentada en una ocasión más necesaria. Por un lado, se deseaba evitar la anticipación de un derrocamiento del gobierno en las calles, aunque esa no es la explicación completa para el cuadro. Kirchner también acomoda sus fichas para cooptar a los elementos que podrían escupirle el asado desde el peronismo disidente. Eduardo Duhalde, Francisco De Narváez y Felipe Solá tienen ahora la pelota en su terreno; deberán ser más inteligentes si quieren evitar la pesadilla de un Néstor Kirchner detrás del trono durante otros cuatro años, contando desde diciembre de 2011. Desde el silencio y la irreflexiva pasividad que vienen demostrando, no solucionarán nada y se quedarán fuera del escenario. En ese río revuelto solo Julio Cobos podría sacar ventaja. Pero Néstor celebraría ante esa instantánea pues no le costaría demasiado removerlo del poder, de la mano de sus piqueteros remunerados. En otro orden de cosas, los índices macroeconómicos bajo análisis contribuyen con imponentes cuotas de temor: la inflación en 2010 arrancará en un 15% anualizado, y las "muestras gratis" ya se están viendo: incrementos del 20% en prepagas y cuotas de colegios privados, que se superponen al brusco aumento de los combustibles -que ningún medio ha referido-. Noticias que pasan desapercibidas bajo los titulares de una novela de espionaje al mejor estilo policial negro, que a pocos verdaderamente interesa. Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política. E-mail: elojodigital.com (arroba) gmail.com.
Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Política