INTERNACIONALES: POR CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL, PARA EL OJO DIGITAL

Sugerencias para el votante, a la hora de escoger al mejor candidato para la presidencia de Honduras

Unos 4.3 millones de votantes hondureños fueron convocados para las elecciones primarias del 29 de noviembre del 2009: cinco candidatos, con las mejores chances, se disputarán la presidencia.

21 de Julio de 2010
La última encuesta de Cid-Gallup publicada en algunos medios, y a solo un mes de los comicios, indica que el candidato Porfirio Lobo Sosa -del PNH- alcanza el 37% de la intención de voto, mientras que su contendiente Elvin Santos, del Partido Liberal, el 21%. Le siguen, en tercer lugar, el candidato independiente Carlos Reyes con seis por ciento, César Ham, de Unificación Democrática (izquierda), con tres por ciento; Bernard Martínez del Partido Innovación y Unidad, y Felícito Avila, de la Democracia Cristiana, ambos con el dos por ciento. Al igual que a todos los latinoamericanos de las pasadas décadas, a los hondureños se les ha enseñado a votar y a elegir los presidentes por la vía del voto. Desde la escuela, se les ha enseñado que, en unas elecciones, gana la mayoría. Dichosamente, los gobiernos militares dictatoriales en Latinoamérica han ido desapareciendo aunque, de forma lamentable, los políticos han encontrado senderos democráticos para perpetuarse en el poder, modificando las constituciones políticas. El problema interno en Honduras -que pareciera estar solucionándose- ha puesto sobre el tapete dudas frente a lo señalado anteriormente. También han puesto a prueba los mecanismos institucionales del país y la respuesta de la comunidad internacional. Pero no debe ignorarse que la democracia que disfrutamos en Latinoamérica, antes que nada, tiene origen electoral, y los dirigentes de los partidos políticos lo saben. A los hondureños, como ha sucedido en otras naciones, no se les ha enseñado a apreciar los valores democráticos, y muchos ciertamente no saben diferenciar en lo ideológico a los partidos políticos que bregan por su voto. Por eso, cuando los partidos políticos están en campaña, se promueven apelando o aprovechándose de las emociones de las personas, y -está visto- se promocionan cual si fueran un simple producto o un equipo de fútbol. Algunas personas escogen aún a su candidato por su afiliación heredada de sus familiares; o bien escogen una bandera, o al que más simpatía les produce y no se cuestionan cuál es la afinidad ideológica de la persona. No se preguntan cuál es el pensamiento de ese candidato, si acaso se ubica en el centro, en el centroizquierda, en el centroderecha, o si es de corte netamente derechista o izquierdista. Así las cosas, el ciudadano primero debería saber qué significa ser comunista, socialista "carnívoro" o socialista "vegetariano"; qué es ser "progre"; qué significa ubicarse al centro o a la derecha y, una vez esté claro, debe preguntarse cuál es su verdadero sentir ideológico. Una vez se disponga de esta información, un votante podrá identificar al candidato de una forma más razonada e inteligente. Los ciudadanos deberían examinar a los candidatos frente a cuestiones tan simples como las que a continuación me gustaría señalar. 1) ¿Cuál es la ideología política del candidato bajo el razonamiento arriba anotado? 2) ¿Está o no de acuerdo con el socialismo del siglo XXI que pregona el presidente venezolano Hugo Chávez Frías? 3) ¿Está de acuerdo con que su país adhiera al ALBA? ¿Sabe de qué se trata el ALBA? 4) ¿Qué piensa acerca de las instituciones financieras internacionales como el BID, el FMI, etc.? 5) ¿Cuáles son las cinco prioridades puntuales que debería tener la persona que conduzca el gobierno de su país? 6) ¿Debería continuar con los programas que han sido exitosos? 7) ¿Qué temas trataría de eliminar de la constitución política? 8) ¿Promovería un referendo -consulta popular- para cambiar la Constitución de la República con fines electorales? 9) ¿Está o no de acuerdo con el TLC que se firmó con los Estados Unidos de América y el resto de los países centroamericanos, incluyendo a República Dominicana? Por Carlos Vilchez Navamuel, para El Ojo Digital Internacionales. Blog:
Por Carlos Vilchez Navamuel, para El Ojo Digital Internacionales