POLITICA: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

La Ley K de Mordaza a los Medios y lo que ya se anticipaba: Fernando Pino Solanas apoya al kirchnerismo. Mario Das Neves, el doble agente. La prensa independiente llega a su fin. Lo que vendrá

Fernando "Pino" Solanas terminó de corroborar todas las sospechas que lo arrimaban al kirchnerismo duro: su diputado Claudio Lozano aprobó el proyecto de mordaza a los medios en la Cámara Baja, a tono con los elogios que Cristina Fernández había dispensado a Proyecto Sur luego de las legislativas del pasado 28 de junio. Mario Das Neves, por su parte, conminó a los cinco diputados chubutenses para que -en paralelo- también den su voto a la siniestra estrategia del oficialismo. Sobre falsas oposiciones y agentes dobles. Breve estudio sobre el futuro que el proyecto oficial depara a mediano y largo plazo. El fin de Clarín.

21 de Julio de 2010
Curiosa tragicomedia la que componen los actores políticos y mediáticos en el escenario de los tironeos por la votación legislativa de cara a la nueva Ley de Medios K, cuyo único objetivo (apenas disimulado) es subvertir a la prensa y a los medios nacionales. Mientras los columnistas más reputados comienzan a revelar que dineros negros han circulado por todos los rincones, sirviendo para empujar a legisladores aparentemente opositores a que sostengan las tácticas oficialistas en el recinto, los diputados -a pesar de las pruebas- terminan echando mano de una inverosímil cara de poker y, como si la vergüenza no fuera un concepto que les aplica, se presentan ante la opinión pública como "damnificados". En la tristemente célebre -y otrora "Honorable"- Cámara de Diputados, sucedió lo impensado. Resultó que Néstor Carlos Kirchner terminó corriendo a muchos legisladores con la agujereada vaina de la izquierda. Para la opinión ciudadana, Fernando "Pino" Solanas jugó el rol de traidor: una importante porción de electores porteños había optado por él porque supo venderse mejor que nadie como verdadero opositor al poder kirchnerista en el último debate televisivo que tuviera lugar en la señal Todo Noticias, días antes de los comicios del 28 de junio. En aquel intercambio de ideas, Solanas terminó hablando de cualquier cosa menos de los problemas de la Ciudad de Buenos Aires, para los cuales jamás tuvo solución ni propuestas. Su verborragia antikirchner le obsequió el voto de confianza de muchos ciudadanos de la Capital que hasta no hace mucho, simpatizaban o bien con Macri o con el peronismo. Las formas timoratas de Gabriela Michetti coadyuvaron a que gran parte de los sufragios que el PRO ya se había asegurado, traccionaran hacia la figura del enfant térrible que representaba el hábil Pino. A no engañarse: Fernando Solanas acortó la ventaja frente al macrismo el 28 de junio pues se hizo acreedor de un grueso porcentaje del "voto moda". Los porteños sabían que no estaban votando cargos ejecutivos; por ello se dieron "el lujo" de votar a la izquierda más inoperante. Motivados también por ese niño interior y revoltoso que muchos aún llevan dentro (especialmente la juventud). Pero "Pino" estafó a sus votantes en el desenlace. Claramente, ellos no optaron por su persona para ponerle palos en la rueda a Mauricio Macri. Se subieron a su tren de críticas contra el recalcitrante oficialismo kirchnerista. Hoy, Solanas redondeó la traición, apoyando el proyecto de Kirchner para amordazar a los medios por la vía del futuro control de las licencias y, en un lapso de tiempo no tan lejano, el de las pautas publicitarias. En definitiva, Pino hizo lo que se siempre se espera de la vetusta y contestataria izquierda argentina: criticar gratuitamente. Contestar por el solo hecho de replicar a algo. Oponerse por la oposición misma. Actitud que no lo diferencia mucho de los peronistas de baja estofa que le armaron paros récord a Raúl Alfonsín en su oportunidad, a través de su brazo armado, el gremialismo. El diputado Claudio Lozano -principal referente de Solanas en la Cámara Baja- tiene mucho de rescatable. En reiteradas ocasiones se ha plantado con pie firme ante los economistas conservadores del establishment que solo sabían promover la única herramienta del agigantamiento de la deuda externa y el engrosamiento de las comisiones de los negociadores de turno. Sin embargo, en su visión cuasimarxista de la economía, Lozano revela un total desconocimiento. Para colmo, ha sabido posicionarse dentro de los núcleos destructivos y antiargentinos que refrendan Hebe de Bonafini, Estela Carlotto, Sergio Schoklender y sus Madres de Plaza de Mayo. ¿Será que Lozano se vio obligado a sostener la propuesta oficial, en vista de los generosos subsidios que el Estado Nacional le sigue garantizando a estos resucitadores de odios pasados? Misma ácida crítica se ha ganado el devaluado socialismo argentino de Hermes Binner, Rubén Giustiniani y compañía: han malinterpretado el apoyo ciudadano que supieron cosechar, para darle las espaldas y sostener también las iniciativas oficiales. Cuestión que desde el inicio se ha resuelto revelar desde esta humilde columna: el rol del socialismo local poco tiene que ver, desgraciadamente, con el socialismo europeo -y verdaderamente progresista en términos absolutos- del Viejo Continente. Los referentes locales de esta suerte de precaria tendencia siguen apegados a una evidente e imperdonable escasez de planificación, al tiempo que no se desmarcan de la ideología derechohumanista que tanto daño le ha ocasionado a la nación. Binner carece de norte en Santa Fe, que no deja de ser azotada por la crisis del agro, un crecimiento exponencial de sus villas miseria y una ascendente criminalidad. Su derrota a manos de los referentes de Carlos Reutemann lo dice todo: la sociedad ya le sacó la ficha. * * * El caso del chubutense Mario Das Neves no reviste menor gravedad. Das Neves era, hasta ayer, el hazmerreír del "peronismo disidente". El patagónico no dejó pasar un minuto para empapelar la Ciudad de Buenos Aires con afiches que promocionaban su candidatura presidencial para 2011, apenas transcurridos los comicios del 28 de junio. Hecho que le granjeó la peor reputación entre los pejotistas opositores. En ocasión de la votación en la Cámara de Diputados de cara al proyecto oficialista de ley de medios, los cinco legisladores de Das Neves (Rosa Chiquichano, Eva García de Moreno, María América González, Manuel Morejón y Marta Osorio) se inclinaron en mano alzada en favor de esa lóbrega propuesta oficial. No pasaron muchas horas hasta que Clarín publicara que el Gobierno Federal le había girado doce millones de pesos a la administración chubutense... en momentos en que todos miraban a los representantes de aquella provincia para preguntarse cómo votarían. El timing del depósito fue demasiado sospechoso, pero el Gobernador pareció no entenderlo: rápidamente, y falsamente ofuscado, salió a cruzar "contundentemente" a los medios tradicionales, que lo acusaron de intercambiar votos por fondos frescos. No sin cierta dosis de razón, el patagónico declaró que el Estado le debía $300 millones, con lo cual sería un "mal negociador" si aceptara apenas $12 millones para votar a favor de la ley. Grave problema para Das Neves y sus aspiraciones presidenciales porque, o bien el Gobernador es un amateur de primera línea que no entiende que la cercanía entre la votación y el depósito es sugestivamente cercana, o bien la ciudadanía ha dejado de creerle. Aunque lo más probable es que ambos factores se hayan vuelto, de súbito, realidad. Mario Das Neves había formalizado oficialmente sus ambiciones presidenciales en un acto reciente, en donde las ausencias se revelaron catastróficas. Ningún referente del PJ "disidente" se acercó para fotografiarse con él ni mucho menos acompañarlo. Eduardo Duhalde se encargó de decirle -en la cara- que "tres patagónicos ya sería demasiado" para proponer a los votantes. El personaje que representa Das Neves no deja de ser en extremo mediático, en opinión de la ciudadanía. Allí está el ejemplo en que armó tremendo show cuando, siendo titular de Aduana, protestó airadamente por ciertas donaciones poco dignas en materia de indumentaria que llegaron de Estados Unidos. El chubutense fue, desde el día uno, un fiel soldado de Néstor Kirchner. Y hoy se presta a las sospechas que lo rubrican, por lo bajo, como "doble agente". Figura -según dicen- inventada y bien aprovechada por Carlos Saúl Menem por vez primera en tiempos de democracia. En su oportunidad, muchos dijeron que Carlos "Chacho" Alvarez era un sigiloso trabajador del menemismo, espacio de donde egresó para luego construir fórmula con Fernando de la Rúa. ¿Qué ocurrió luego? Renunció a la Vicepresidencia, y la Administración radical de la Alianza comenzó a deshilvanarse grotescamente desde ese mismo instante. Hoy por hoy, es Néstor Carlos Kirchner el que saca lo mejor del genio de la lámpara. Roberto Lavagna fue el mejor exponente de esta estrategia. Antes, duhaldista. Luego, firme sostenedor de las políticas económicas que don Néstor había copiado al de San Vicente. Lavagna incluso se atrevió a competir contra Kirchner en las presidenciales. Jugando para aquél, sus votos sirvieron para traccionar a la oposición. A pesar de todo, al ex ministro de Hacienda se lo ve hoy caminando con gesto de "consciencia tranquila" por las calles de Barrio Norte, donde reside. ¿Cómo se caracteriza a la figura del doble agente? Su acepción en el teatro político no es muy disímil a la de su correlato militar. El agente doble no es otra cosa que un activo propio que se entrena y prepara durante años y a quien su mentor se esfuerza en disfrazar apropiadamente para que pulule desapercibido entre las filas de sus enemigos. Llegado el momento y, a pesar de encontrarse empapado de la retórica y verborragia opositoras, deja de ser un durmiente para pasar a la acción: es el que destruye pactos, el que siembra confusión en las filas ajenas y que luego retorna a la fuente. Si llega al poder de la mano de la vereda de enfrente, hace lo posible por desestabilizar y atomizar los logros obtenidos. Esta figura ha cobrado especial relevancia en los últimos tiempos, en donde ningún referente político logra alzarse con un masas críticas de popularidad frente al electorado. Su funcionalidad es idónea como engranaje de la táctica divide et impera y que ejecuta el operador más inteligente. Suele suceder que el amateurismo de la dirigencia colabora a los efectos de no saber distinguir entre verdaderos aliados y operadores silenciosos. De esta manera, aquellos que se aglutinan para intentar hacer frente a un rival poderoso, aceptan el ingreso de prácticamente cualquier activo potencial a la hora de enriquecer el propio espacio. Pero, en ese interín, el armado propio relaja sus barreras de entrada, y es aquí que prácticamente cualquiera puede ingresar. Hoy podemos decir, sin temor a error, que el espacio opositor o del peronismo disidente carece de las nociones más básicas de la contrainteligencia, y le es complicado detectar a los topos. Para colmo, la gravedad del asunto se ve magnificada ante el accionar egoísta de elementos propios del espacio que, lejos de perseguir el bien común, buscan solo el propio beneficio y la colocación de "afines" (rol que algunos militantes del PJ le adjudican a Don Alfredo Atanasoff). Un agente doble puede ocasionar estragos si sabe sinergizar el daño provocado por los propios integrantes de un partido, sumado a aquel que él mismo pueda explotar solapadamente. Kirchner es un maestro en el arte de la contrainteligencia. Y, sí: el ex presidente también es muy ducho a la hora de cooptar voluntades ajenas y de destruir o dividir al oponente. Esta virtud del patagónico es el "pequeño detalle" que Eduardo Duhalde ha dejado pasar por alto. Mientras se encontraba en la búsqueda de elementos que pudieran ayudarlo a deshacerse de Carlos Menem en su oportunidad, olvidó poner a prueba a Kirchner para ver de qué estaba hecho realmente. Esperando contar con la indulgencia del caudillo de San Vicente, quien esto escribe se ve obligado a reforzar la idea de que él es, en gran parte, el gran responsable de lo que está sucediendo en la Argentina. Le será difícil esquivar el bulto y mirar hacia otro lado. * * * En rigor, el lector de los medios -y el grueso de trabajadores de prensa que visita regularmente las páginas de El Ojo Digital- desea informarse acerca de lo que sucederá con el pandemonium gatillado por la nueva Ley Mordaza que motoriza el núcleo duro del kirchnerismo. Aquellos que se empeñan en seguir la presente columna sabrán disculpar la crudeza con que corresponde tratar el tema. Muchos incansables trabajadores de la prensa -especialmente medios audiovisuales- se quedarán sin empleo si la iniciativa oficial prospera. Una vez cumplimentados todos y cada uno de los pasos planeados por el oficialismo, la Ley demorará no menos de un año en ver plasmada su aplicación. El curso de las acciones, de aquí en más, no diferirá mucho de lo que sigue a continuación: En vista de que el objetivo subyacente del matrimonio Kirchner es lograr que se los desplace del poder, para ver cumplido su sueño de victimización, esto es lo que depara el futuro: * Con mayor o menor demora, el Senado de la Nación terminará por refrendar el proyecto remitido por la Cámara Baja. * Si acaso la oposición -PJ "disidente", radicalismo y aliados- cumpliera su pronóstico de reescribir lo hecho por el antiguo Congreso, el Ejecutivo -en poder de Néstor y Cristina Kirchner- vetará oportunamente esos cambios. * El veto presidencial dará intervención inmediata a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en donde el radicalismo presume tener dos referentes, junto a otros dos del duhaldismo. Resta imaginar qué posición tomarán los reconocidos kirchneristas del ala derechohumanista y puestos allí por Kirchner: el Dr. Eugenio Zaffaroni y la Dra. Carmen Argibay. * Es en el núcleo de la Corte Suprema donde se tejerá la trama final del destino de la nueva Ley de Medios. Si sucediera que el Superior Tribunal remitiera todo a foja cero, allí daría inicio el comienzo de los desmanes. * Néstor Kirchner y su señora esposa volverán a amagar con la renuncia, promoviendo a una especie de nuevo Operativo Clamor que solo podría propiciar un recrudecimiento de la cuestión social, con nueva inestabilidad política. * Kirchner, en un pretendido desasosiego, convocará a sus fieles seguidores -piqueteros, luchadores sociales y activistas y militantes de "derechos humanos"- para la lucha final. El slogan: Vayamos juntos contra el Grupo Clarín y el establishment. * El final de esta serie de sucesos sería de difícil pronóstico. * * * Ahora bien; suponiendo que el plan oficial para los medios se vuelva realidad, y sus planteos legislativos y de reglamentación se concreten: * Las limitaciones previstas por Balcarce 50 a los efectos de reducir la representación oficialista en el futuro organismo de control podrían modificarse, muy probablemente sin encontrar escollos. Lo propio puede prverse de la tan promocionada prohibición manifiesta para que las compañías telefónicas participen del bastardeado negocios del Triple Play. * El Grupo Clarín -principal objetivo militar de esta campaña- se llevará la peor parte. Su grupo de empresas se verá atomizado, como sucede en la práctica en los Estados Unidos de América bajo el paraguas de las leyes antimonopolio. * La explotación del cable en las provincias del interior del país se verá afectada, al verse obligadas muchas empresas a deshacerse de sus licencias a precio vil. Los usuarios o consumidores finales verán notablemente reducida la calidad de su servicio, habida cuenta de que el Estado -o sus socios y amigos- nunca podrán estar al día en lo que atenga a requerimientos tecnológicos. * La implementación de la televisión digital se verá bloqueada, provocando un ostensible retraso en comparación con otros países de la región. Habrá que olvidarse de la novedad digital por unos años. * El personal que se desempeña en multimedios de la talla de América y Grupo Clarín verá discontinuada su relación laboral. Situación que será aprovechada por altas gerencias para dar inicio a programas de importantes recortes de salarios y retiros voluntarios. Por su parte, los índices bursátiles de estas compañías -y que cotizan en bolsa- observarán caídas récord en su cotización, engrosando sus pasivos hasta volverse intolerables. Su acceso al crédito internacional se verá igualmente restringido, habida cuenta de la nueva perturbación de la inseguridad jurídica en el país. * En el caso de empresarios de los medios como Francisco de Narváez o Daniel Hadad, amagarán con el desprendimiento de sus participaciones en los grupos de medios, aunque finalmente terminen recurriendo a testaferros para evitar que el Gobierno Federal se haga con sus porcentajes por la vía del apriete. * El Estado Nacional será el único beneficiado por el alcance de su proyecto, en dos niveles: a) Operativo: el poder central tendrá la posibilidad certera de ingresar recursos, a partir del control que ejercerá sobre nuevos medios en todo el país (en función de la adquisición de licencias a bajo precio). Por su parte, será también el Estado el principal anunciante y, al contar con mayor número de herramientas de promoción, ahorrará dineros a la hora de pautar. b) Político: los referentes del espectro político oficialista tendrán presencia prioritaria en una multitud de señales ahora capturadas por la Casa Rosada de manera directa o indirecta. Finalmente, es dable destacar que los medios pequeños o sitios de Internet verán algún beneficio inicial. Para muchos políticos -que buscarán dar un empuje a su imagen a nivel nacional, y que no podrán recurrir a los medios tradicionales ahora controlados- recurrirán a esos medios "PYME" para posicionar se figura. Por lo cual, es dable presuponer que estos medios underground concentrarán la atención de dirigentes o nuevos valores del oficialismo y del espacio opositor. Podría desatarse, a la postre, una verdadera batalla "al mejor postor" para ver quién logra imponer su billetera a la hora de capturar la mayor cantidad de espacios mediáticos posibles, en el espectro de medios pequeños. * * * Concluyendo (a la manera de Christian Sanz, de Tribuna de Periodistas) Es cierto que, para una nutrida porción de la opinión pública, la contienda oficialista contra el multimedio Clarín gatilla simpatías. Pero también es acertada la expresión del medio de Herrera de Noble, en el sentido de que Cuando una ley es contra alguien, es contra todos. En estos términos, la simplificación es aceptable: el kirchnerismo, con su espacio visiblemente tomado por los halcones utiliza el argumento de expropiar a Clarín para deslizar subrepticiamente su objetivo imperioso de controlar la libertad de expresión. Dentro de este esquema, ha logrado anotarse el visto bueno de ciudadanos y referentes políticos propios, dolidos por las primeras planas que el "Gran diario argentino" les dedicara oportunamente. Clarín deberá tolerar nuevas avanzadas del Gobierno (entre las que se avizoran el control de las transmisiones del Turismo Competición y el renovado objetivo de tomar Papel Prensa) pero, en el proceso, sus todavía CEOs y ejecutivos controlantes deberán realizar una fuerte autocrítica con respecto a su pasado. Ese accionar pretérito ha sido el factor determinante que le ha permitido a los Kirchner sumar adeptos a la hora de promover su presente cruzada. Muchas cosas deberán cambiar en la configuración futura de los medios en la Argentina. Y, guste o no, una vez finiquitado el funesto plan oficial, la ambición kirchnerista procederá con la eliminación o remoción de aquellos espacios del Internet que no comulgan con su visión estalinista. La World Wide Web deberá esperar, para la Argentina, un sistema de control al mejor estilo chino de los ISP (proveedores de Internet). Solo se permitirá publicar aquello que no ofenda a las mentes pensantes o la intelligentsia del poder central. Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Política. Email: elojodigital.com -arroba- gmail.com.
Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Política