POLITICA: POR FRANCISCO MONTESANO, PARA EL OJO DIGITAL POLITICA

Agradecimiento personal para los Kirchner, por ayudarme a reforzar mi visión

La prometida renovación por los K en 2003 resultó un absoluto fiasco, por lo cual incontables artículos se han publicado en estos seis años sobre la reinstauración del caudillaje con la vuelta de los caciques políticos en los espacios de poder de este gobierno, cuya inagotable continuidad nos hemos sabido ganar.

21 de Julio de 2010
Nuestra Constitución estableció como forma de gobierno una democracia representativa o indirecta, en la que los representantes sólo ejercen el poder del pueblo durante el período que duran en sus mandatos. En su Artículo 22º establece que "El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. República deriva del latín y significa "cosa del pueblo", es la forma de gobierno en la cual los magistrados son electivos y temporarios (conceptos ambos que pocos presidentes entienden cuando están en el poder y esto representa el mayor problema del sistema). Y una de la funciones que mas les entorpece sus planes es que la forma republicana está basada en la división, control y equilibrio de los poderes como garantía de las libertades individuales. El discurso oficial en las ultimas elecciones se baso en la necesidad de contar con un parlamento adicto, y repetían sin cansar ¿Qué hubiera pasado con un Congreso que le hubiera frenado las iniciativas?. Ni que hablar si se hubieran abolido los superpoderes o no renovado la emergencia económica. A diferencia de los países del denominado Tercer Mundo, con regímenes presidencialistas, en Europa en general rige el sistema parlamentario, de origen británico. En este último el primer ministro y sus colegas del gabinete son diputados elegidos por la ciudadanía, con poderes limitados y en los cuales sus actos son juzgados constantemente, ya que sus opositores exigen rendición de cuentas y las interpelaciones parlamentarias son en sesiones televisadas. Y lo mas importante, no se suspenden por lluvia como aquí. El voto de confianza de la ciudadanía es vital en esas latitudes, ya que pueden desmoronar su andamiaje en pocos días al no contar con las garantías suficientes para su continuidad. Esto acontece cuando el gobierno se vuelve minoritario, ya que una alianza de partidos de oposición les quita el respaldo y el primer ministro deberá cambiar de ocupación, conservando su banca. Todo lo cual puede provocar zozobra pero no traumas, ni violencia como en Honduras. Por contrario aquí un presidente hábilmente magnánimo con la ayuda de expertos en marketing para una buena imagen pública y una eficaz maquinaria de movilización popular, puede generar el personalismo que le permita abusar del poder conferido; Chávez, Kirchner, Morales y otros me exculpan de seguir describiendo esta lamentable patología. Pero no solo ellos disfrutan de esta potestad, en un régimen presidencial, el primer mandatario nombra los ministros a su complacencia, en muchos casos es asombroso que no posean casi ninguna experiencia comprobable o titulo habilitante para la cartera que son designados y todo a espaldas de la opinión pública y sin preocuparse por su futuro político. El presidente tiene el poder de veto, solo rebatible con las 2/3 partes de las Cámaras del Congreso, algo difícil de conseguir cuando de asuntos delicados se trata, y además con un parlamento solícito: se puede gobernar por decreto. Algo que los argentinos conocemos y hemos vivido en demasía, agravándose cada vez mas ante la mirada distanciada del otro poder republicano. El régimen presidencial facilita entre mucha cosas; la violencia cuando se ignora a los matones, la corrupción al favorecer a unos en desmedro de otros, la mentira cuando se incita a los mentirosos; recapitulando, si quien resulta electo presidente es un incapaz traslada su carácter incompetente a sus funcionarios. Estos asistentes rara vez son los mas competentes, en su mayoría son los mas condescendientes, pues cuando lo que domina es la mentalidad presidencialista, se asciende de jerarquía no por capacidad pues es cuando lo que priva es la lealtad, incluso la servicial. Esta conducta tiene como consecuencia la apatía de los gobernados, quienes no se atreven a sugerir cambios para resolver problemas y sienten la cosa publica como algo que no les pertenece, las innovaciones que podrían sugerir como mejora del rendimiento social no las expresan, al menos públicamente. Nuestros constitucionalistas pensaron en hombres probos con virtudes de servidores públicos, la historia demostró que esta concentración de poder desvirtuó la idea original. La representación puede adulterarse de distintas modos, el mas común el fraude o la compraventa de votos y en la actualidad la potestad en el manejo de fondos de campaña. El régimen presidencial es lo más parecido a una autocracia en manos de políticos inescrupulosos y no resulta extraño que la mayoría de estos gobiernos presidencialistas se conviertan lentamente en dictaduras. El régimen presidencialista restringe el concepto de la democracia y beneficia la corrupción, un estilo de gobierno que debe desterrase en favor del parlamentario, no por su ideario inicial, sino por quienes dicen ejercitarla. Por Francisco Montesano, TotalNews.com.ar. http://blogs.clarin.com/conflictos-y-dilemas/posts http://nuevoencuentro.com/franciscomontesano/
Por Francisco Montesano, para El Ojo Digital Política