POLITICA: POR EL DR. LUCIO CATANO (H), PARA EL OJO DIGITAL

Las plagas bíblicas argentinas

Amigos: En el Libro del Exodo, cuentan los profetas que diez plagas sacudieron a Egipto, cuando Moisés le imploraba, se cree que a Ramsés II, por la suerte y la libertad de los israelitas.

21 de Julio de 2010
La supuesta negativa del Faraón, fue concomitante con el estallido de la fuerza ciega de la naturaleza, que abatió a ese reino con una conjunción de cataclismos naturales. Estamos lejos del Oriente Medio y a miles de años de aquéllos episodios, sobre los que nadie nos puede asegurar acerca de su certeza. Pero si las profecías existen y nos ceñimos sobre la verosimilitud de esos lejanos y bizarros sucesos, creo que enfrentamos alguna equivalencia con la suerte de Nuestra Pampa. De aquél decenio de inclemencias, tomaré los cuatro que enfrentamos en la actualidad. Según el Antiguo Testamento, se las denominó Arbel (Peste del Ganado), Barad (Peste de la langosta), Shejin (Peste de la Sarna) y Kinim (Peste de los Insectos). Argentina sufre la más devastadora sequía desde hace, cuánto menos sesenta años. Nuestros rodeos se están muriendo por inanción y sed. Las pocas vertientes que aún quedan se están agotando. Las "Tucuras" ó langostas criollas ya están haciendo desmanes en el norte de Corrientes, Santa Fé, Santiago del Estero, todo Chaco y Formosa. La "sarna" está diezmando a la hacienda que aún sobrevive, y se irá acentuando en toda la época estival que apenas está comenzándo. Y por último el "dengue" importado de Brasil está asolando los mismos territorios que padecen la "seca". Como verán Estimados, estamos prisioneros de algún castigo... ¿tal vez divino? Como sea, la cosecha gruesa será una catástrofe, según lo anticipan los analistas del sector, producto de este "stress" hídrico que parece no tener fin. La lechería desaparecerá inexorablemente si las lluvias no nos bendicen. Toda la Agroindustria ingresará en el colapso, del que aún se siente indemne, porque los "gringos" han tenido, de algún modo, "siete años de vacas gordas". Para colmo de males, ahora resulta ser, que la "epopeya de la 125" fue absolutamente fútil, ya que si se hubiese aprobado en Senadores, las retenciónes serían hoy de menos de un 20%. Todo lo cuál me demuestra que nuestro comportamiento sectorial es tan errático como el plan de gobierno de estos canallas y maleantes apodados KK. Algunos recordarán que a finales de la década de los veinte y comienzos de los treinta, una feróz sequía azotó los estados de Kansas, Missouri, Iowa, Idaho y Nebraska y en general todo el Medio Oeste norteamericano. Los "farmers" abandonaron sus campos. Además de los imponderables climáticos por la depresión que implosionó a Wall Street. Se nuclearon en un centro, a la sazón, como una improvisada Mesa de Enlace criolla. Solicitaron una audiencia especial al entonces Presidente Calvin Coolidge. Este metodista y ascético los escuchó con atención. Cuando finalizaron su alocución los despidió con seis palabras: "Que Dios se apiade de Ustedes". Existe una suerte de paralelismo entre el episodio relatado y nuestra realidad. El gobierno federal no contaba con recursos, como para acudir en auxilio de los desventurados granjeros. Pero al menos, no hizo nada para "joderles la vida". La similitud de las desventuras climáticas de los yankees de esos años, no se equiparan con las acciones y medidas de esta pérfida administración de malversadores de caudales. Que está extremando cuánta disposición tenga a la mano para descapitalizar a toda una fracción de hombres de lucha, que muchas veces invierten a pura pérdida y que si algo conservan, es consecuencia de enormes sacrificios personales y altísimos tributos, que además se malgastan en la "clac de los actos oficiales". Solo para satisfacer las vanidades de esta mucamita devenida en Presidente. He consultado a varios organismos internacionales respecto del pronóstico del tiempo. Y no son, ni por mucho, alentadores. Así es pues, muchachos (los del Campo) : será mejor que se pongan las pilas. Hay que desterrar, a como dé lugar, a esta cáfila gobernante. El tiempo se agota. Las posibilidades también. PD: Suelo meditar sobre lo que escribo. Y las más de las veces, arribo a una decepcionánte conclusión : escribir a mis Compatriotas, es como pretender lavarse los pies con los calcetines puestos. Es imposible. Por el Dr. Lucio Catano (h), para El Ojo Digital Política. Email : luciocatano -arroba- yahoo.com.ar
Por el Dr. Lucio Catano, Abogado, para El Ojo Digital Política