David Nalbandian y su soberbia : ignoró a comité de bienvenida y se burló de Mar del Plata. El negociado de los cuatro millones que no fueron. Daniel Scioli y los operativos de seguridad para la Copa Davis
El Ojo Digital visitó la Ciudad Feliz para acompañar la llegada del flamante número dos del tenis argentino. Ricardo White olió sangre y no se equivocó. Conozca los intríngulis y los desplantes de Nalbandian apenas llegado a la ciudad costera. La furia del tenista por haber perdido un negocio de cuatro millones de dólares, pagaderos por el Banco Macro y el Gobierno de la provincia de Córdoba Juan Schiaretti -y no olvidemos a los contribuyentes de la provincia mediterránea-, si la final se hubiese jugado en tierra montañosa. Mar del Plata, Daniel Scioli y la seguridad. El "Operativo Fantasma" para "proteger" a la Copa.
21 de Julio de 2010
Dicen que dos más dos es cuatro. Ello no solo se ve fundamentado en el áspero terreno de los números, sino también desde el aún más escarpado territorio que configura el comportamiento humano. David Nalbandian -número dos del tenis argentino, como en su momento supimos anticipar desde este medio- llegó a Mar del Plata no solo con su soberbia a cuestas sino con la inocultable furia de haberse perdido un negocio millonario en dólares, de haberse jugado la final de la Copa Davis en su provincia.
En su oportunidad, incontables fueron los rumores que relacionaban al otrora "Rey David" con cierta madeja financiera que tenía como objetivo favorecer a la bella provincia de Córdoba en tiempos de la disputa por la "ensaladera de plata", ese término que hoy tanto acuñan escribidores sin diccionario y que también utiliza con mayor liviandad la "gilada" que disfruta del deporte blanco. La otra historia mencionaba que Nalbandian vería engrosados sus ingresos a partir del evento.
Pues bien, hoy el rumor ya dejó de serlo. Tanto en la propia ciudad de Córdoba como en la soleada Mar del Plata, fuentes con información que confirmen la trama pueden encontrarse en casi cualquier rincón. Como ya lo supimos comentar en su momento, el mundo del tenis es demasiado pequeño y aquí, señores, se sabe todo.
Lo jugoso de la Copa Davis es que involucra información en crudo que mana como si del caudal de las cataratas del Niágara se tratase. Existe abundantísima información y esta se corresponde con todo ámbito. Por ejemplo, a mitad de este reporte, nuestro medio se ha topado con ciertos elementos de confianza de la Policía Bonaerense -que regularmente suelen beber café humeante y compartir sabrosos habanos cubanos con quien esto escribe-. Y no quedó más remedio que reportar también aquellos pormenores. Léase, que en Mar del Plata la revolución por la Davis es notable, como era de esperarse. Pero ello ha dado lugar también a un sinnúmero de situaciones irregulares y que comprometen la gestión del Gobernador Daniel Scioli. Baste recordar la grave situación de falta de seguridad que afecta a la anteriormente etiquetada Happy City, problemática que ya viene arrastrándose desde la gestión del inútil y corruptísimo intendente kirchnerista Daniel Katz -sí, ese que tiene cuenta en Gibraltar, tema sobre el que también hemos investigado-. Si Ud., querido lector, es marplatense, entonces lo sabe muy bien. En su ciudad, la Bonaerense es decididamente corrupta e ineficiente al extremo pero también hay que decir que las cajas chicas de las reparticiones son miserables y que apenas alcanzan para llenar el tanque de los castigados patrulleros hasta el día diez de cada mes. Pero... ¡Oh, milagro! Luego llega el verano, junto con el Operativo Sol y de repente aparecen infinitas partidas dinerarias que sirven para cubrir la tarea de empleados inútiles que gozan de viáticos increíbles y que trabajan durante dos meses por más de cuatro mil pesos... solo un par de horas diarias. Desde luego, los empleados destinados a cumplir funciones para los operativos estivales son los conocidos de siempre de ciertas autoridades del Ministerio de Seguridad sito en La Plata. Acomodo, como decimos por aquí...
Para el caso puntual de la Copa Davis, en los días previos, el Gobernador Daniel Scioli decidió implementar un fuerte operativo de seguridad que consiste en aproximadamente 800 uniformados destinados a cubrir el evento. La faena : proteger a las delegaciones de la Argentina, de España y también los periodistas acreditados. Desde el día uno, Scioli se ha negado rotundamente a incrementar las partidas para los policías marplatenses, aludiendo que no había dinero, pero como por arte de magia, y apenas en un par de días, aparecieron casi $800,000 -redondeando- para financiar el operativo de seguridad para el evento tenístico. Por supuesto, Scioli tampoco opera solo : recibió bajada de línea de parte del ex Presidente en funciones Néstor Carlos Kirchner al respecto de que ningún opositor o independiente reciba dinero del oficialismo. Y Gustavo Pulti viene de derrotar, precisamente, al candidato a intendente enrolado en el kirchnerismo bonaerense. Dicho sea de paso, con motivo del asesinato del taxista en la Feliz a manos de precoces delincuentes, los reclamos para el incremento del presupuesto de seguridad en Mar del Plata han sido negados desde La Plata por parte de Scioli, pero sí hay dinero fresco e inmediato para la Davis. El Gobernador lo deja bien claro en sus acciones : "Que los marplatenses sigan muriendo, yo me ocupo de la promoción de la Copa". El tema del "Operativo Fantasma" da que hablar en los pasillos de la Bonarense, mas los castigados habitantes de la Ciudad Espléndida poca información tienen al respecto. "Fantasma" porque, así como apareció, se irá. Casi sin explicación.
Sabrá disculpar el lector por extenderme en estas cuestiones aparentemente marginales, pero hacen al interés del tema principal de la nota, que se trata de la llegada de David Nalbandian.
La disputa por la sede para la final de la Copa Davis fue áspera casi siempre y sangrienta por momentos, debe reconocerse. La elección final de la Ciudad de Mar del Plata fue decidida, básicamente, por los sponsors principales del torneo, cuyos pesos más pesados son KIA Motors, Hugo Boss y BNP Paribas. Ocurrió lo lógico : Córdoba, aunque ciudad perfecta para muchos, está localizada demasiado lejos de Buenos Aires. No es un mercado significativo para las marcas bajo mención, aunque los números que les reporta la Capital Federal no son decisivos a nivel mundial, precisamente. Pero el posicionamiento del torneo en una ciudad cuasi-satélite de Buenos Aires serviría mucho más para promociones y acciones de joint-marketing con otras compañías. El público objetivo de tales promociones y de la publicidad generalmente sería porteño, o bien español. Desde luego que al negocio siempre ayudan el interés por el tenis que existe en los países participantes. No es lo mismo jugar en Argentina o en Chile que en Bogotá o Ciudad de Guatemala. Córdoba es la segunda ciudad de una nación con bajísimo número de habitantes, que acusan una crisis económica crónica y con un poder adquisitivo notablemente disminuido desde la desaparición del 1 a 1. A la postre, todo lo que esté lejos del mercado principal capitalino sería descartado en función de la ciencia de la mercadotecnia. Decisión final : Mar del Plata.
Los marplatenses no resultaron los malos de la película, como se quiso manufacturar desde los círculos políticos de la provincia mediterránea. Por el contrario, Mar del Plata obró con un notable sentido de la humildad apenas conocida la noticia, deshaciéndose en mensajes de cordialidad y respeto para con la Docta. La acción fue correcta, habida cuenta de que la disputa ya había alcanzado ribetes peligrosos, como ya no sorprende en la Argentina. Tanto en Internet como en los medios tradicionales, cordobeses y marplatenses destilaban un odio jamás revelado antes entre sí.
Quien se mostró feliz con la novedad de la elección de Mar del Plata fue Juan Martín del Potro, pues es tandilense y para los residentes de Tandil siempre era mejor tener la Davis ahí cerquita, hallándose prácticamente en las afueras de la Feliz. Pero Del Potro se lo guardó para sí, para no provocar la ira de David Nalbandian, por entonces número uno argentino en el ranking ATP y niño mimado del deporte local. Igualmente, "Delpo" ahora tendrá mucho tiempo para relajarse y compartir con su flamante nueva novia, la "raquetera de moda" Marcela Klosterbooer, que ya pasó por las manos de "Pico" Mónaco. Novedad de último momento, que va de yapa, desde ElOjoDigital.com.
Nalbandian trinó contra Mar, Cielo, Tierra y Dios cuando se enteró de que Córdoba -su provincia natal- no iba a hostear la Davis. La emprendió contra todo y contra todos, especialmente contra el inepto Morea -de la AAT-. Pero se la tomó especialmente contra la Ciudad de Mar del Plata y los marplatenses. "Con Mar del Plata hubo algo debajo de la mesa", disparó semanas atrás. Amenazó en reiteradas ocasiones con no jugar si la final no se hacía en Córdoba, en su querido Orfeo. Declamó que jugar en la costa era regalar ventajas a los españoles. Chilló. Pataleó como un chiquilín a quien le han robado su paleta de caramelo. Golpeó el piso con las manos hasta sangrar. En pocas palabras, se humilló y mostró lo peor de su forma de ser ante los medios del mundo. O, más bien, "mostró la hilacha", como se dice en el slang porteño.
El circuito de aficionados, profesionales y periodistas deportivos del tenis jamás comprendió los porqué de la ira de David. Pero lo cierto es que para averiguar las razones no hizo falta hurgar demasiado. Luego de una limitada serie de conversaciones llevadas a cabo en Córdoba, Mar del Plata y Buenos Aires, nuestro medio tuvo su premio : pudo confirmar que existía algún tipo de arreglo -por debajo de la mesa- entre David Nalbandian y el Gobernador de la provincia de Córdoba, don Juan Schiaretti. El mismo Gobernador que llegara al poder gracias a un grosero fraude electoral atado con oxidado alambre desde la Casa Rosada por Néstor Kirchner y sus acólitos. En el inicio, la información no cobraba forma, al menos hasta días recientes : Nalbandian se aseguraría la suma de cuatro millones de dólares, aportados en cantidades no detalladas por el Gobierno de Córdoba -léase, los contribuyentes cordobeses- y el Banco Macro, a partir de la gigantesca promoción turística que recibiría la provincia por ser anfitriona de la Davis. Los beneficios que cosecharía Córdoba a nivel promocional en todo el mundo no tendrían límite, y la idea de Schiaretti fue premiar a Nalbandian con el dinero de los que allá pagan impuestos religiosamente. Desde luego que el baldazo de agua fría que recibieron el tenista y la dirigencia mediterránea no tuvo comparación. Nalbandian se perdió una suma cuatro veces millonaria y Córdoba se quedó sin premio. Es llamativo entonces, que David recurriera a la frase "por debajo de la mesa" para fustigar a los marplatenses. Cuando menos, suena cínico.
A Córdoba todo le salió mal : se quedó sin sede y sin el tenista número uno del país. Los berrinches de Nalbandian lo dejaron en ridículo como nunca antes, pues poco tiempo después, Del Potro lo superaría en el ranking. Lo han dejado solo "como loco malo". Quedar en off side es, por estas horas, una expresión que suena a poco.
Pero ojalá hubiera terminado todo allí. Imaginándose el final de la historia, El Ojo Digital se trasladó a Mar del Plata para seguir la acción más de cerca, y pudo recopilar una interminable nueva serie de papelonazos protagonizados por la raqueta número uno de Córdoba.
Es que Mar del Plata preparó todo un comité de bienvenida para recibir a David. En él figuraban el intendente Gustavo Pulti, la ex patinadora Nora Vega, los hermanos Curuchet, una conocida garrochista y un grupo de niños de escuelita de tenis locales, todos dispuestos a tenderle la mano a Nalbandian y a demostrarle la grandeza de su ciudad y la gloria de su deporte. Nalbandian se dio el lujo de plantar a todos. Muchos soñaban con tocarlo y hasta retratarse con él. Su lacónica respuesta : "Yo vine acá a jugar, no a sacarme fotos".
Le llegó la hora de entrenar junto al resto del equipo, que para en el Hotel Costa Galana, conocido por atesorar historias de desorden y papelones de parte de estrellas del mundo del deporte y la política -aunque también es bien conocido aquí por pagar sueldos miserables a sus empleados, cuando acaso se les paga-.
Mientras el resto del equipo peloteaba alegremente, entre bromas, carcajadas e interacción con el escaso público presente, Nalbandian se despachó con otra rabieta : "Aquí hay demasiado polvo; así, yo no entreno". Dicho esto, se automarginó de los entrenamientos.
Otra más del voluminoso tenista : protestó por la forma en que el court fue pintado, y reclamó que los trabajos de pintura se rehicieran. Así se hizo, todo para satisfacer su inexplicable capricho.
Caras largas, desplantes y actitud de estrella de la farándula. Así se caracterizó el comportamiento del cordobés. Nada de autógrafos. Nada de sonrisas. Nada de declaraciones, salvo a la hora de reclamar y quejarse. Solo hubo una oportunidad en que David pareció modificar su actitud y se dispuso a jugar un "picado" con sus compañeros y personal que se desempeña en el polideportivo. Ante el extremo calor, decidió quitarse la camiseta. La expresión de sorpresa de los presentes al comprobar la barriga de David fue mayúscula. Se sabía que estaba excedido de peso, pero no tanto. Más de uno aventuró que los españoles solo necesitarían hacerlo correr y que lo pasarían por arriba. Se escuchó a alguien decir : "Mirá, está hecho un lechón. Qué vergüenza...". Y, por supuesto, ese fue el comentario más light. En esto consistió el único entrenamiento de David Nalbandian. Ni trote, ni caminata, ni running. A nadie le sorprendería que en poco tiempo, ni siquiera figure en los rankings de la ATP. Dicen sus íntimos que le ha afectado sobremanera el haber perdido los cuatro millones de gringos. A tal punto que temen por su juego. Otros ensayan un escenario aún más terrible : que, a propósito, juegue "a menos". Y también podría ocurrir que los marplatenses presentes en el estadio ese día lo insulten y lo silben como nunca en su carrera. Aunque esto se comprobará llegado el momento. Por suerte, también está Del Potro para tapar cualquier bache en la performance de David, tal como ya ha sucedido.
Como ya hemos dado prueba, esta Copa Davis -si bien es una gran noticia para el país- no ha dejado de costar sangre, sudor y lágrimas a los propios argentinos. Aunque su sola existencia es un tema tan meduloso cuyas derivaciones no pueden dejarse de lado.
De todas maneras, un capítulo aparte es jugado desde siempre por la hipocresía. Los medios tradicionales argentinos siempre cruzan esa línea insoportable a la hora de proteger a los ídolos. Son cómplices con sus vicios y tropelías. Ha sucedido con Diego Armando Maradona y sucede ahora también con David Nalbandian. Situación que se comprueba desde el momento en que nadie se ha atrevido a revelar el horripilante y vergonzoso negociado que se escurre entre bambalinas en la Copa Davis, que la Argentina aún debe ganar. ¿Por qué nadie reprende a Nalbandian por sus berrinches y caprichos? ¿Por qué nadie se ha preocupado aún por revelar la oscura trama de su participación en el negociado con el Gobernador Juan Schiaretti? Existe un sinnúmero de ridículos códigos de honor que todavía deben quebrarse en nuestro país. Vaya entonces nuestro pequeño aporte de cara a este tema, que siempre va no en desmedro de nuestros ídolos deportivos, sino en su propio beneficio.
Por Ricardo White, para El Ojo Digital Deportes.
Email : elojodigital.com -arroba- gmail.com.
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