INTERNACIONALES: POR MATIAS RUIZ, PARA EL OJO DIGITAL

Mal momento para el "Eje del Mal" latinoamericano : Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua. Se consolida la figura de Alvaro Uribe

A pesar de las desmentidas y la ruidosa retórica del presidente venezolano Hugo Chávez, finalmente fue Interpol la encargada de terminar de confirmar las relaciones entre el bolivariano y la guerrilla colombiana. Salpicado por la novedad también resultó el presidente ecuatoriano Correa, considerado por la comunidad internacional a estas alturas como un títere del chavismo. Por su parte, al boliviano Evo Morales no le resta mucho tiempo frente a la presidencia de su país. La figura de Alvaro Uribe resulta ahora fortalecida no solo a nivel local sino en el orden internacional. Estados Unidos espera señales de la Argentina y presiona para obtener una definición de cara al futuro. La reactivación de la Cuarta Flota.

21 de Julio de 2010
Se burlaba Hugo Chávez, pocos meses atrás, de los informes de inteligencia que revelaban su estrecha vinculación con la guerrilla colombiana encarnada por las FARC, al tiempo que acusaba desde la tribuna al hábil colombiano Alvaro Uribe de complotarse con los paramilitares de su país para atacar a Venezuela. Pues bien, resultó finalmente que la inteligencia de Uribe no debió subestimarse. La filosa retórica utilizada por Chávez desde Caracas terminó por empujar a Washington a redoblar la apuesta : los asesores militares estadounidenses en suelo colombiano -al día de hoy, aproximadamente 500- proporcionaron tecnología e información de inteligencia que permitió al ejército de Colombia detectar y aniquilar al número dos de las FARC, "Raúl Reyes". La operación dejó como resultado no solo la eliminación del referente guerrillero -que coordinaba incursiones clandestinas hacia Colombia desde territorio ecuatoriano-, sino también la obtención de los ahora famosos ordenadores portátiles que usaba Devia (Reyes). Interpol echó mano del material y de allí surgieron valiosos documentos que probaron, de una vez por todas, la ya inocultable relación de Hugo Chávez que los guerrilleros colombianos. El líder bolivariano aportó fondos millonarios a la causa guerrillera y requirió, como contraprestación, entrenamiento para combate en terreno selvático de parte de las propias FARC para sus fuerzas terrestres. Por más que Chávez respondió, acusando al informe de Interpol de ser una "payasada" y de "operación mediática" ordenada por los Estados Unidos de América, hoy ha terminado por quedar aún más aislado del mundo. Y es que Hugo Chávez, a partir de comprobarse su financiamiento de los guerrilleros, no solo revela que su país apoya al terrorismo internacional sino que también confirma que opera en forma subversiva para derrocar al gobierno colombiano. Retomó Chávez la acusación de complicidad entre Uribe y los paramilitares. Uribe finiquitó, por estos días, los trámites para extraditar a un número de paramilitares de las AUC a Estados Unidos. Jaque mate a Chávez y punto final en la discusión. Alvaro Uribe había sido electo por el pueblo colombiano para terminar con la guerrilla, pero allí donde muchos veían una tarea imposible, el primer mandatario de la atribulada Colombia se las ha arreglado cabalmente para encontrar una salida que no involucra exclusivamente el uso excesivo de la fuerza bruta, al tiempo que ha revelado ser un eficaz tiempista que no solo recurre a la acción sino que posee una habilidad especial para moverse en el áspero terreno de las relaciones internacionales. Echó mano Uribe de la variable de la diplomacia, visitando distintas naciones europeas para que no dejen de expresarse con firmeza ante foros internacionales contra las FARC, para quienes Chávez pretendía una declaración destinada a etiquetarlas de modesto grupo insurgente. A pesar de la contracampaña encarnada por el venezolano en este sentido, Uribe encaró el desafío dialéctico con un éxito sorprendente. Y aún restaba jugar la carta de los ordenadores de Raúl Reyes. Tomó la iniciativa el colombiano revelando el contenido del material y confirmando la vinculación del venezolano con los guerrilleros. Lo propio hizo con el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa. Y este último cometió un error garrafal : combatir contra Uribe en estadio visitante. Pues Correa también se vio obligado a desmentir los dichos del líder colombiano que lo comprometían. Como era de esperarse, tanto Chávez como Rafael Correa desmintieron las afirmaciones del gobierno colombiano, intentando desacreditarlas. Pero luego, el informe de Interpol les cayó como balde de agua fría : ya no eran las apreciaciones personales del primer mandatario de Colombia las que molestaban; se trataba ahora de un informe presentado por un organismo internacional intachable, del que ambos países (Venezuela y Ecuador), irónicamente, son parte. El presidente Alvaro Uribe ha incrementado su popularidad en Colombia hasta límites impensados : hoy por hoy, más de un 80% de la sociedad lo apoya en sus políticas. Para colmo, la contundencia de los hechos lo asiste a la hora de tratar el combate contra la guerrilla : no solo cayó su número dos (Devia/Reyes), sino que recientemente las propias FARC confirmaron el deceso de Manuel Marulanda (alias "Tirofijo"), su líder ideológico y principal referente. La novedad ya había sido comentada por el gobierno colombiano hace meses, luego de que sus fuerzas armadas interceptaran correos electrónicos de los guerrilleros que trataban el dato y que debatían acerca de quién sería el heredero de la conducción. Por su parte, la reciente captura de una temible guerrillera ("Karina") termina de inclinar la balanza del lado del gobierno colombiano. Reveló la ex combatiente que el grupo clandestino está prácticamente desarmado y con la moral en extremo disminuída. Y los informes de inteligencia de los países interesados -incluso Brasil y Estados Unidos- así lo confirman. Por primera vez en la historia de Colombia, hoy se está cerca de afirmar que las FARC se encuentran al borde de la desaparición. La guerrilla, más tarde o más temprano, deberá entregar a Ingrid Betancourt y al resto de los rehenes que conserva en la espesura de la jungla, bajo pena de ser exterminados. Una decisión que hace tiempo que el propio Uribe baraja, aunque prefiere esperar para dar una salida al caso de la rehén más importante. Incluso la dirigencia colombiana ya tiene planeado un salvoconducto político para el grupo guerrillero, a los efectos de que deponga el uso de la violencia y se reinvente a sí misma participando democráticamente. De hecho, esta iniciativa es la que prospera en el seno de las FARC, aunque por supuesto no conviene a la cúpula remanente. Cúpula que no deja de beneficiarse del tráfico de estupefacientes a gran escala. De todos modos, el mensaje recientemente expresado por el ministro del interior colombiano a la nueva cúpula guerrillera deja entrever la contundencia de las iniciativas gubernamentales : "o la conducción de las FARC negocia o será exterminada". La sociedad colombiana aplaude. En Ecuador, el clima político no es el mejor para Rafael Correa. La comunidad internacional ha terminado de corroborar que su figura es ya la de un títere del chavismo, comenzando por su excesiva y recalcitrante verborragia, un calco de la que hace uso Chávez. En este sentido, ni siquiera vale la pena mencionar al nicaragüense Daniel Ortega, dirigente que, para muchos en Colombia, ni siquiera llega a la categoría de títere de Caracas. "Con suerte, llega a ser un bufón", se leyó hace poco en un nutrido blog de Colombia. En definitiva, Rafael Correa en persona ha admitido que abandonará la presidencia del país si se comprueban sus vínculos con las FARC. Pues bien, el tan mentado vínculo ya no arroja sombra de dudas, y aún se espera la salida del poder del mandatario. Salvo tal vez que se sume junto a Chávez en la poco seria iniciativa de desacreditar a Interpol. Pero Correa aún debe dar explicaciones por informes serios que refieren a la instalación de bases militares venezolanas en su territorio, y la permanencia de uniformados enviados por Caracas que operan fronteras adentro. Abdalá Bucaram no era lo peor que le podía ocurrir a Ecuador. Por otro lado, Evo Morales se encuentra liberando su propia batalla con una sociedad que ya lo quiere fuera del poder. El hecho de que últimamente no lleguen grandes noticias de Bolivia no significa que la complicada situación del presidente se haya desanudado. Más bien al contrario : Morales se ha visto obligado a poner su presidencia a disposición, y lo hará en un plebiscito de próxima realización. No obstante, en el mencionado referendo será necesario recurrir a una multitud de entrenados observadores internacionales, dado que -como ya ha sucedido en vísperas de la reciente declaración de autonomía del Departamento de Santa Cruz de la Sierra- elementos chavistas e indigenistas (estos últimos enviados por el propio Evo) bloquearon rutas y caminos para evitar a los santacruceños expresarse en las urnas. Bolivia es hoy una olla a presión en donde no queda ya espacio para las iniciativas populistas de Morales, acorralado por la posibilidad certera de una guerra civil que en gran medida él mismo ha alimentado. Asimismo, la presencia de militares venezolanos en territorio boliviano también es una preocupación para el concierto de naciones sudamericanas. Para Hugo Chávez, resulta fundamental evitar la caída de regímenes ineficientes como los de Morales y Correa, dado que su propio proyecto se vería amenazado. Es por ello que ha recurrido a la infiltración de uniformados procedentes de Caracas. ¿Y qué puede decirse de Cuba? Con Fidel Castro fuera de la ecuación, son más los interrogantes que las certezas sobre el panorama de la isla caribeña. Sin embargo, y a pesar de la interminable crisis económica cubana, Castro y su nomenklatura se las han arreglado para infiltrar agentes de inteligencia incluso en estructuras estadounidenses, antes consideradas infranqueables. En la actualidad, las relaciones entre Cuba y Venezuela son ciertamente nutridas, y el régimen castrista ha reorientado su estrategia de inteligencia hacia objetivos en América Latina, donde mantiene nexos de importancia con organizaciones de extrema izquierda y medios, al tiempo que disfraza sus actividades en forma de "asistencia social" (táctica a la que la inteligencia venezolana también recurre). Baste recordar los conceptos vertidos por el ex agente de inteligencia de la DIA (Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos) Scott Carmichael, quien describió en un reciente libro de su autoría operaciones de la inteligencia cubana tanto en Estados Unidos como en Sudamérica y América Central : "La inteligencia cubana es una de las más peligrosas del mundo". Llegado el momento en que la inminencia de las caídas de Correa y Morales se hagan patentes en Ecuador y Bolivia, respectivamente, es sabido que el aparato de inteligencia cubano tomará un rol más participativo. ¿Podría ocurrir lo mismo en la Argentina? No hace mucho tiempo, expertos aseguraron a El Ojo Digital que supuestos "psicólogos sociales" venezolanos se encontraban llevando a cabo extrañas tareas en el conurbano bonaerense. Lo propio se ha reportado de elementos de origen cubano. Subproductos de la ex guerrilla peruana Sendero Luminoso se han instalado y operan con impunidad en villas de emergencia de la periferia de la Capital Federal. Hugo Chávez financia aquí a piqueteros y organizaciones de derechos humanos, las mismas que frecuentan asentamientos precarios en las provincias y en Buenos Aires mismo. ¿Existe algún tipo de enlace o nexo entre todas estas organizaciones? ¿Acaso algún organismo de inteligencia local lleva adelante los correspondientes seguimientos o se encuentran verdaderamente "atados de manos" de cara al decreto del ex presidente Néstor Carlos Kirchner que prohíbe categóricamente hacer inteligencia sobre "organizaciones sociales"? Otro tema. El Departamento de Estado americano se encuentra en una suerte de stand-by respecto del caso argentino. En Washington se conocen todos los detalles de las relaciones entre Hugo Chávez y las sucesivas administraciones kirchneristas. Lo que aún no está clara es la posición que tiene la Argentina con respecto a las FARC. Aunque el caso Antonini Wilson se sigue bien de cerca, al igual que los casos puntuales de los terroristas Apablaza y Lariz Iriondo en su momento, siniestros personajes a los que el gobierno argentino -con todas sus influencias- logró liberar de culpa y cargo. Estados Unidos sabe bien de la necesidad del oficialismo en Buenos Aires de contar con dinero fresco que hoy solo puede proveer Caracas. De todas maneras, corresponde analizar con detenimiento un hecho que ha pasado casi desapercibido en las noticias del ámbito sudamericano, y ello tiene que ver con la súbita reactivación de la Cuarta Flota por parte de Washington, que contará con un portaaviones y otras embarcaciones en su base de Mayport, Florida. En apariencia, el objeto de la Cuarta Flota es el patrullaje del Mar Caribe y las costas del Atlántico Sur, aunque Washington no desconoce su preocupación frente a las iniciativas del venezolano Hugo Chávez para reconvertir al ALBA (asociación comercial entre Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Cuba) en una suerte de plataforma militar para contrarrestar una posible invasión estadounidense. Precisamente, los interrogantes que tiene Washington de cara a la posición argentina en referencia al mencionado bloque de naciones es hoy una poderosa cuestión de peso. Es de entender que las presiones se volverán cada vez más fuertes desde el ámbito diplomático, ni bien los Estados Unidos de América den el puntapié inicial que los lleve a atacar militarmente a la República Islámica de Irán. El régimen de Corea del Norte aparentemente habría llegado a un entendimiento con Washington, y por ello se habría "despegado" de la atención de los halcones del Pentágono. De cualquier forma, vale la pena recurrir al concepto utilizado por George Bush -aunque en extremo parcial- ("Eje del Mal") para remitirse a las distintas problemáticas que las naciones latinoamericanas con dudosos liderazgos exhiben en estas horas turbulentas. Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Internacionales. Email : elojodigital.com -arroba- gmail.com.
Por Matias Ruiz, para El Ojo Digital Internet & Tecnología