SOCIEDAD: POR FRANCISCO MONTESANO, TOTALNEWS.COM.AR

Francisco Montesano responde a lectores ante emails recibidos tras su columna : "Críticas de la Presidente al agro y la necesidad de un culpable"

Es para mi importante destacar que mi columna del lunes pasado ("Nuevas críticas del Presidente al agro y la necesidad de un culpable") recibió reproches, apoyos y observaciones de parte de un conjunto de lectores del sitio. Todas ellas son bienvenidas y agradecidas por mi...

21 de Julio de 2010
Tales observaciones reflejan distintos puntos de vista de un mismo problema y por sobre todo la posibilidad de reflexionar juntos en la búsqueda de la razón que mueve al hombre en el sistema. Quizás lo más interesante de destacar sea la aseveración formulada por un lector, quien me pidió que no olvidase que en las elecciones de octubre el oficialismo obtuvo el 45 % de los votos. Interesante pues, como todo en el universo conlleva dos miradas, existen otros quienes piensan que el 55 % restante está en desacuerdo con el ahora mandatario triunfante, pero eso seria entrar en una discusión bizantina e inconducente. Pero sí existe algo que no podemos olvidar, y es que todos debemos atenernos a lo que dispone nuestra constitución, que no solo consagra el procedimiento de la elección presidencial, sino los derechos y obligaciones de nuestros funcionarios y los ciudadanos en general. Ser electo presidente de un país representa el más alto honor que la ciudadanía puede concederle a un compatriota, es legarle su destino y el de su familia, es el de otorgarle la confianza en sus decisiones y la certeza de la justicia en sus actos. Pero, ante todo, el electo mandatario adquiere una gran responsabilidad y compromiso en el manejo de la cosa publica, intransferible e ineludible, ya que de sus decisiones depende la existencia de millones de argentinos. Además esta el hecho mismo y también consagrado en nuestra constitución de opinar y disentir con los actos de gobierno, sin importa el porcentaje obtenido en la elección presidencial, resultando irrenunciable este derecho. Por lo cual mi visión critica de la realidad es cuestionable en su contenido pero no acallada. Una vez establecidos y esclarecidos estos aspectos fundamentales de la democracia, creo sentirme en el deber y la obligación de marcar las diferencias con el rumbo planteado por la administración nacional. El matrimonio presidencial se equivoca en su actitud autista y prepotente frente al diferendo con el campo en cuanto a las retenciones, enfrenta a la sociedad entre los piquetes de la abundancia y los de la necesidad, esta falsa antinomia es lo más perjudicial que una administración puede instalar. Esta situación irresuelta desde hace más de 50 días significa que: pierde mercados internacionales el país, pierde ingresos el Estado, pierde la población con el desabastecimiento, pierde la sociedad al encontrarse dividida, perdemos indiscutiblemente todos como sociedad y Nación, es inexplicable desde el punto de vista lógico, la estrategia del gobierno. La Señora Cristina en su ultimo discurso señaló ¨esta presidenta tiene aguante¨, al mejor estilo de las barras bravas de los clubes de fútbol, esta frase resulta totalmente y absolutamente impropia de un presidente y menos aun de quien intenta evitarle a la población las perdidas apuntadas. Su esposo también dedica gran parte de su tiempo al tema del sector agropecuario, en uno de sus discursos señaló "les pido con humildad que no corten más rutas, que no produzcan desabastecimiento, que no quemen más campos y nos llenen de humo". Dijo luego "En la Argentina no vivimos 300 mil o 400 mil habitantes; somos 40 millones que queremos tener la posibilidad de crecer" y en su reclamo a los sectores del campo, expresó que "duele en el alma que argentinos bien, con rentabilidad, y que tienen la suerte de tener herramientas y que ganaron mucho dinero con este gobierno miren con la nuca a la patria". Estas afirmaciones y otras nos permiten aseverar que la táctica de negociación con el campo es acompañada o fogoneada por el esposo/ex ? presidente. Kirchner nunca fue un moderado, a las añoranzas del poder se les agregan las de los buenos tiempos cuando gobernó una provincia petrolera, rica, amplia y poco poblada. Mientras los otros gobernadores requerían recursos al Estado nacional para pagar salarios, él se daba el lujo de enviar millones de dólares al exterior. El ex presidente no es un dialoguista y menos aun un moderado, no esta acostumbrado a la adversidad, y con la inquebrantable inflación en alza más el severo conflicto irresuelto con los ruralistas, el sector más importante de la economía argentina, Kirchner se radicalizó él y radicalizó su discurso. La conducción de un país requiere de un equilibrio en las decisiones y una visión estructural de los eventos futuros, que difieren y en mucho de los meros actos coyunturales, que reportan triunfos a lo Pirro con conflictos inevitables e indeterminados en el largo plazo. Por Francisco Montesano, para El Ojo Digital Sociedad. Email : franciscomontesano -arroba- totalnews.com.ar.
Por Francisco Montesano, Totalnews.com.ar