SOCIEDAD: CARNAVALES, CORSOS Y MURGAS NUEVAMENTE TRAERAN RUIDOS MOLESTOS E INSEGURIDAD A LOS VECINOS

Carnaval, corsos y murgas volverán a torturar a los sufridos porteños

Cede otra vez el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, ante las presiones de grupos minoritarios, y siempre en perjuicio de los vecinos. Ahora trascendió que desde el Gobierno de la Ciudad se garantizó la realización del polémico carnaval de febrero que, a partir de murgas y corsos generadores de ruidos molestos, volverán a castigar la paz y tranquilidad de los vecinos en numerosos barrios.

21 de Julio de 2010
La mayoría de los porteños los rechaza, y sin embargo aparecen allí, inconsultos. Los carnavales de cada febrero volverán a castigar los oídos de los atribulados vecinos de la Ciudad de Buenos Aires. Esos mismos cuya opinión nadie consulta jamás. No lo han hecho intendentes, legisladores ni concejales, y ahora tampoco lo hacen los referentes de la autodenominada Comunidad del Carnaval Porteño. Ya El Ojo Digital se había hecho eco de las molestias que atormentaron a los vecinos del barrio del Bajo Belgrano dos años atrás. Como consecuencia de los corsos, aquellos debieron soportar ruidos molestos en horarios fijos desde las 7 de la tarde hasta las 2 de la mañana e incluso más, todos los fines de semana del mes en cuestión. Pero ojalá el ítem de los ruidos molestos haya sido el único inconveniente. En su oportunidad, los vecinos de este rincón de Belgrano denunciaron un incremento importantísimo de la delincuencia, la ingesta de alcohol y drogas que se cobijaban bajo los supuestos festejos. Y el dolor de cabeza de los vecinos de Bajo Belgrano tuvo un aditamento : la organización de las murgas partió en gran medida desde un núcleo encarnado por los peores elementos del Club Excursionistas, situado en la calle La Pampa. Los organizadores en su momento llegaron a amenazar a aquellos vecinos que se oponían a los corsos a lo largo de esa arteria, en un increíble acto de autoritarismo. No faltaron aquellos que escribieron cientos de emails igualmente tenebrosos a este medio. Pero los hechos terminaron dando razón a los vecinos : hace pocos meses, agentes de la Policía Federal debieron allanar el Club Excursionistas, a partir de denuncias probadas de tráfico de drogas y contrabando dentro de las instalaciones. Estas y otras actividades clandestinas eran llevadas a cabo por elementos de la barra brava del histórico club, los mismos que hoy administran las finanzas de la institución con el apoyo de la dirigencia. Resultó también que barras bravas y violentos tenían notable participación en la organización de las murgas; incluso algunos de ellos mantenían presencia permanente para evitar que los residentes del barrio atraviesen las cintas que los murgueros habían puesto sobre La Pampa para bloquear el tránsito -casi siempre sin permiso municipal-. El Club Excursionistas es también hoy el lugar ideal para adquirir tarjetas de crédito apócrifas y mercadería ilegal o robada. El modus operandi de los marginales no ha sido bloqueado por el accionar policial en forma alguna, y continúa intacto. Finalmente, los vecinos de Bajo Belgrano -que rechazan mayoritariamente el carnaval- lograron que los festejos no volvieran a realizarse en su zona. Sin embargo, la mala noticia acosará ahora a los vecinos residentes en la avenida Cabildo en su intersección con Juramento, sitio donde se trasladarán los corsos. Escenario que traerá no solo ruido y descontrol sino gravísimos perjuicios para el tránsito... En este febrero a punto de iniciarse, retorna la polémica. Los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires nuevamente fueron obviados a la hora de consultarles sobre si les molestaría tener corsos y murgas en sus puertas, y deberán sufrir las consecuencias. Los organizadores de los corsos extorsionaron al Jefe de Gobierno de la Ciudad con marchas al Ministerio de Cultura local, a no ser que se les garanticen los fondos necesarios para llevar adelante el carnaval en Buenos Aires, situación que no era necesaria con Aníbal Ibarra ni Jorge Telerman pues los alcaldes salientes garantizaron el derecho de unos pocos por sobre el de las mayorías. Desde la Comunidad del Carnaval Porteño se ha solicitado dinero para micros y detalles varios de la organización. Dinero que deberán aportar, como siempre, los vecinos. Que jamás fueron consultados. De más está decir que las autoridades municipales recularon y decidieron garantizarle los fondos a los insufribles murgueros. Los ciudadanos que votaron masivamente a Mauricio Macri en las últimas elecciones se han ganado, sin dudas, el derecho a preguntarle a su Jefe de Gobierno si acaso, en plena crisis de escasez de fondos, es inteligente derivar el dinero de sus impuestos para festejos carnavaleros que nadie aprueba, antes que destinarlo a la remodelación de hospitales y escuelas y la repavimentación de la destruída Capital Federal. Objetivos que son, obviamente, más elevados a la hora de mejorar la calidad de vida en la Ciudad. Luego de las sucesivas marcha atrás frente a mafias de taxistas y el gremio Camioneros en ocasión de intentar castigar a conductores imprudentes, reculó Macri con la extorsión llevada a cabo por Hebe de Bonafini y Madres de Plaza de Mayo por más dinero para turbios negociados. El retroceso macrista llegaría luego en el capítulo de la pelea que mantiene con Amadeo Genta y Patricio Datarmini, los cabecillas mafiosos del gremio SUTECBA. Pocas dudas quedan : Mauricio Macri no ha tenido un debut auspicioso a la hora de defender los intereses de los porteños. Y la cereza del postre será un febrero de pesadilla para aquellos que residan en cercanías de los festejos murgueros...
El Ojo Digital Sociedad