SOCIEDAD: POR ARIEL SAAVEDRA, PARA EL OJO DIGITAL

La mujer, ese misterio...

A veces me detengo a conversar con mis amigos, como en el programa de televisión "los machos", y planteamos reflexiones en referencia a ese ser complementario que tenemos los hombres y que se denomina "mujer". Esa mujer tan difícil de comprender por nosotros, los hombres, "machos totales" (tal vez allí residen el atractivo y el misterio).

21 de Julio de 2010
He leído unas cuantas obras de Shakespeare y me he dado cuenta que las heroínas románticas de Shakespeare por lo general superan a los héroes masculinos de las obras en inteligencia, carácter y fortaleza moral. Julieta actúa con energía y sin atemorizarse ante el peligro mientras Romeo se limita a tirarse al piso y llorar.(Romeo y Julieta); Porcia desempeña un papel difícil y activo mientras Bassanio no puede hacer otra cosa que estar en rol secundario retorciéndose las manos (el mercader de Venecia); Benedick es un muchacho perspicaz, pero Biatriz lo supera y lo tiene a raya(mucho ruido y pocas nueces)En algunos casos la superación es abismal: Julia lo es a Proteo (dos caballeros de Verona),y Elena a Bertram (bien está lo que bien acaba). La única obra en la que Shakespeare parece caer bajo la influencia de un extremo machismo es la Fierecilla Domada (The Taming of the Shrew). En la obra, un hombre fuerte se impone sobre una mujer de carácter igualmente firme. Sin embargo, jamás me enteré de crítica alguna contra Shakespeare por haber planteado una visión falsa de la mujer. Más bien al contrario : todo son elogios para sus heroínas. ¿Cómo es posible que Shakespeare, en su genio inquisitivo e impersonal y que supo ver la naturaleza humana al desnudo y sin artificio, nos presente a la mujer como superior al hombre en numerosos aspectos, y aun así, tantos de nosotros sigamos pensando que las mujeres son inferiores a los hombres? Puntualizo "nosotros" pues, por lo general, las mujeres aceptan su condición de inferiores. ¿Qué rol desempeñará la mujer en la sociedad futura? Para especular sobre esto, hagamos un ejercicio intelectual, repasando el rol de la mujer en el pasado y el rol de la mujer en la época presente. Primero y principal, admitamos que existen diferencias fisiológicas inevitables entre los hombres y las mujeres. Pero, ¿existe alguna diferencia que sea de naturaleza no fisiológica? ¿Hay diferencias intelectuales, emocionales o de temperamento de las que estemos totalmente seguros que puedan diferenciar a los hombres de las mujeres de una manera, digamos, generalizada? Y me refiero a diferencias que sean válidas para todas las culturas, como lo son las fisiológicas, y que no sean consecuencia directa de una influencia educativa. Todos sabemos bien que, cuando niños, nos regalan juguetes bien determinados. Por ejemplo, los varones recibimos autos (¿será el automóvil el símbolo inequívoco del caballo de la antigüedad, es decir, un símbolo de poder?). Las niñas reciben muñecas (¿será esto parte del "software" que programa a las mujeres para ser madres?). Por mi parte, sostengo la opinión de que no es posible estar completamente seguros frente a las influencias culturales, y de las únicas diferencias ciertas son de orden fisiológico. En esta categoría, sólo admito dos : 1) La mayoría de los hombres son más corpulentos y más fuertes, físicamente hablando, que la mayoría de las mujeres. 2) Las mujeres pasan por la menstruación, quedan embarazadas, tienen niños, tienen capacidad de amamantar. Los hombres, no. ¿Qué es lo que podemos deducir a partir de estas diferencias? Baste recordar la situación de clara desventaja de las mujeres frente a los hombres en la sociedad de cazadores primitiva, que era el tipo de organización social nómade existente hasta el año 10.000 A.C. No cabe duda que las mujeres no estaban capacitadas para los aspectos más duros de la caza, pero sí para la recolección de frutos y otras actividades de índole manual, además de verse perjudicadas por cierta torpeza durante los embarazos y la crianza de los bebés. De tener lugar una lucha por la comida del tipo "que cada cual tome el pedazo a la fuerza", ellas serían las últimas en llegar... A una mujer ciertamente no le vendría mal que algún hombre se ocupara de proporcionarle algún muslo de carne después de la caza y que se ocupara, además, de que nadie se lo quitara. Es poco probable que un cazador rudo de la edad de piedra procediera de un modo filosófico humanitario o amoroso para ofrecer parte de su trofeo de caza. Sabemos, a partir del legado de la ciencia de la antropología, que en estos clanes predominaba el prestigio o status social y como consecuencia, la mujer dependiente de su nivel podía proporcionarlo como también habría otro factor de soborno : el sexo. Me animo a imaginar un tratado de asistencia mutua en la edad de piedra : status social, sexo a cambio de comida y seguridad. Y, como resultado de esta forma de compañerismo, mejor alimento para los niños y seguridad para criarlos. En lo personal, no creo que alguna noble pasión haya podido intervenir en esta transacción. Me parece extraño que algo al cual pudiéramos definir como amor hubiera estado presente en tiempos de la edad de piedra, ya que parece que el enamoramiento como atracción parece una invención ciertamente tardía y más bien moderna. Todo parece indicar que el romanticismo tal cual lo conocemos hoy fue inventado por los árabes en la Edad Media y difundido en nuestra cultura por los trovadores de la región de Provenza. En cuanto a la natural ocupación paternal por sus hijos, olvídenlo. Existen señales inequívocas de que los hombres jamás comprendieron la relación existente entre el trato sexual y los hijos hasta prácticamente el inicio de la era histórica. Puede que existan razones fisiológicas para el amor materno (como ser, el placer del amamantamiento), pero sospecho que el amor paterno, aunque sea auténtico, es de origen cultural. Aunque el pacto status y sexo por alimentos parece un "toma y daca" bastante razonable, esto no es así. Se trata de un convenio terriblemente injusto porque una de las partes podía violarlo impunemente, mientras que la otra no. Si el castigo de una mujer sería de cortar el sexo y el del hombre a negarse en compartir su comida : ¿cuál de los dos tendrá la probabilidad más alta de vencer? A pesar de los que muchas mujeres puedan considerar, una semana sin sexo es mas fácil de soportar que una semana sin comida. Además, un hombre que se hartara de esta huelga, bien podría tomar las cosas por la fuerza o buscar otra candidata libre, algo que la mujer no puede hacer. Por lo tanto, la impresión es que la asociación entre hombres y mujeres en la Edad de Piedra era rigurosamente desigual : el hombre desempeñaba el papel de amo y la mujer de esclavo. Ello no quiere decir que una mujer inteligente y capaz en estos tiempos primitivos no fuera capaz -a través de la astucia, el engatusamiento y/o la adulación- conseguir lo que quisiera de un hombre para sí misma o para su prole; y todos sabemos que esto ocurre hoy en día, mas la adulación y la marrullería son las armas del esclavo. Si Usted, orgulloso varón lector, no está de acuerdo con nuestra óptica, le sugiero que intente adular a su jefe para obtener un aumento y en ese momento observaremos lo que sucede con su dignidad. En cualquier relación amo-esclavo, el amo sólo hace la parte del trabajo que le gusta, o aquella que el esclavo no puede hacer, y éste, todo lo demás. Se trata de un principio sólidamente establecido en las obligaciones del esclavo, a partir de las rígidas normas sociales. Según ellas, no es correcto que los hombres libres realicen las tareas de los esclavos. Dividamos, entonces, la naturaleza del trabajo en muscular y manual. Los hombres realizan el trabajo muscular, porque es obligación y las mujeres se ocupan del manual. Reconozcamos que, por lo general (aunque no siempre), los hombres se llevan la mejor parte, dado que abunda el trabajo manual. "El trabajo de los hombres es de sol a sol, y el de las mujeres no acaba nunca", como reza un viejo dicho. A veces, incluso no hay ningún trabajo muscular que hacer. En ese caso, el guerrero indio permanece sentado y observa cómo trabaja su india. Por supuesto, tienen la excusa de que los "maravillosos seres" del género masculino no han sido creados para llevar a cabo tareas de mujeres. El arreglo social hombre-amo y mujer-esclava fue adoptado por las culturas mas admiradas de la antigüedad. Por ejemplo, en la Atenas de la Edad de Oro se consideraba a las mujeres como criaturas inferiores, solo superiores a los animales domésticos y desprovistas de cualquier derecho humano. Al ateniense ilustrado, le parecía evidente que la homosexualidad masculina era la forma de amor más elevada, pues era la única manera que un ser humano (varón, naturalmente) pudiera amar a un igual. Por supuesto, si la intención era tener descendencia, tenía que recurrir a una mujer. Pero, ¿cuál es el problema? Si era necesario trasladarse, siempre estaba disponible el caballo. En cuanto a la cultura hebrea, es a todas luces obvio que la Biblia acepta la supremacía del varón como algo natural. Lo cierto es que, el relato sobre Adán y Eva, ha contribuído a la desgraciada situación de la mujer mucho más que ningún otro escrito. Esta historia ha permitido que docenas de generaciones de varones le echen la culpa de todo al género femenino. La Biblia ha incluso permitido que un buen número de santos se refirieran a las mujeres en términos que un humilde pecador como yo no hubiera empleado para describir a un perro rabioso... En los diez mandamientos, a las mujeres se las contabiliza tranquilamente entre las propiedades animadas e inanimadas. En Exodo, capítulo 20, versículo 17, leemos : "No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea suyo". El Nuevo Testamento no es mucho mejor. Seleccionamos una cita de Efesios, cap. 5, versículos 22-24 : "Mujeres, someteos a vuestros maridos como si fuera el Señor; por que el marido es la cabeza de la mujer, como el Mesías, salvador del cuerpo, es la cabeza de la iglesia. Como la iglesia es dócil al Mesías, así también las mujeres a sus maridos en todo". No voy negar que en muchas secciones del Nuevo y el Viejo Testamento se alaba y se honra a la mujer (por caso, el libro de Ruth), pero el problema principal reside en que los textos de la Biblia que versan sobre la maldad y la inferioridad influyeron categóricamente en la historia social del género humano. Al egoísmo, que ha sido funcional a los hombres, a los efectos de imponer formas de conducta a las mujeres, habrá que añadirle ahora el mandato religioso. La situación no ha cambiado en lo absoluto en la actualidad. Las mujeres han conseguido una cierta igualdad legal, pero jamás antes del siglo XX. Recordemos la vergonzosa época en que, en nuestro país, no se permitía sufragar a ninguna mujer, por más inteligente y preparada que estuviera. Solo Eva Duarte vino a modificar esta situación... a pesar de que cualquier borracho o idiota disfrutaba del derecho a votar libremente, sólo por haber nacido varón. Cualquier hombre opinará que una mujer es más intuitiva que lógica, más emocional que razonable, mas melindrosa que creativa, que son malas para las matemáticas, que gritan y se descontrolan bajo presión, que manejan mal, etc. Dado que las mujeres son todas esas cosas, ¿cómo se le va a permitir en la misma medida que un varón organizar una empresa, gobierno o sociedad? Esta actitud tiende a diseñar una realidad. Se comienza por enseñarle al joven que es superior a la mujer, lo cual es reconfortante. Esto le sitúa automáticamente entre la mitad privilegiada de la raza humana, por muchos defectos que tenga. Cualquier cosa que se oponga a este pensamiento, atentará no solamente contra su ego, sino contra la misma esencia de su virilidad. Esto significa, en el caso en que una mujer fuera más inteligente o fuerte que un determinado varón por el que se sintiera atraída (por alguna oscura razón), ella no debería revelar estas condiciones. La atracción sexual, por más poderosa que fuere, no sólo no podría hacer olvidar la herida mortal que el recibiría en mismo núcleo de su orgullo masculino, sino que también lo perdería. Por otra parte, un hombre encuentra una indescriptible tranquilidad en presencia de una mujer de manifiesta inferioridad. Esta es la razón por que una mujer tonta parezca mona : cuanto más machista es una sociedad, más admira la estupidez de la mujer. A lo largo de los siglos, las mujeres estuvieron obligadas atraer a los hombres de alguna manera, si acaso su intención era tener alguna oportunidad de conseguir seguridad económica y social. Por lo tanto, las que no eran ni tontas ni estúpidas de origen, debían cultivar la tontería y la estupidez en forma meticulosa y cuidada, hasta que se convirtiera en algo natural en ellas y se olvidaran de que alguna vez fueron inteligentes (lo que no se usa, se pierde o se atrofia). Tengo la impresión de que todas las diferencias emocionales y de temperamento entre hombres y mujeres son culturales, con el fin de mantener el convenio mujer-esclava, hombre-amo. ¿Qué puede pudo ser más femenino que la condición de la mujer victoriana, tan delicada, siempre sonrojándose y conteniendo el aliento, increíblemente refinada y que continuamente recurría a sus sales para evitar su lamentable tendencia a desmayarse? ¿Acaso existió algo más estúpido que la mujer victoriana? ¿Acaso existió un insulto más magnífico a la dignidad del homo sapiens? Se puede evidenciar alguna razón de la existencia de la mujer victoriana a finales del siglo XIX. Era la época de la Revolución Industrial donde las mujeres de las clases acomodadas no tenían que realizar ningún trabajo manual, el cual era tarea de los criados. O se les permitía emplear su tiempo libre en unirse a los hombres en sus ocios, o no hacían nada. El hombre se propuso firmemente que no hicieran nada, excepto bordar o tocar el piano de manera torpe y lamentable. Incluso llevaban ropas que estorbaban sus movimientos y corsés que no las dejaban respirar. Por consiguiente , no les quedaba mas remedio que entregarse a un feroz "embole" que sacaba a la luz lo peor de la naturaleza humana, y que hacían de ellas seres inadaptadas para todo, aún para el sexo; se les inculcaba firmemente que era algo sucio y pernicioso para que sus maridos fueran a buscar placer a otra parte. Y si Usted ha visto la película Africa Mía, puede tomarla como referencia. Por otra parte, contemporáneamente, a nadie se le ocurrió inculcarles estos valores a las mujeres de clases más bajas. Ellas tenían trabajo manual de sobra, y como no tenían tiempo para refinamientos, se las arreglaron perfectamente. Las mujeres pioneras de las pampas no solo limpiaban la casa y tenían hijos, uno tras otro. Además, cuando era necesario, empuñaban un arma y ayudaban en la lucha contra los indios. Y todo esto ocurría en plena época victoriana... Los conocidos versos de Sir Walter Scott expresan magníficamente algo de lo que hemos tratado aquí : ¡Oh Mujer!, en nuestras horas tranquilas, Indecisa coqueta y difícil de complacer, ... Cuando el dolor y la angustia fruncen el ceño Tu eres el ángel que cuida de nosotros! La mayoría de las mujeres pueden considerar estos versos como un maravilloso reconocimiento, pero yo considero que se trata de una manifestación simple del hecho de que el hombre, cuando está relajado, quiere tener un juguete, y cuando tiene problemas, quiere una esclava y la mujer tiene que estar dispuesta a adoptar al instante los dos roles. ¿Y si el dolor y la angustia fruncen su ceño? ¿Quién es el ángel que cuida de ella? (y... bien podría ser el psicoanalista. Una pena los precios que cobran la hora de sesión. Pero no seamos extremistas. Durante la lucha por el voto de las mujeres, los machistas sostenían que el país se iría al diablo, pues las mujeres no tenían el menor sentido de la elección y se dejarían influir por cualquier "boludo carismático". Por otra parte, las feministas sostenían que, cuando las mujeres emitieran su sufragio con todo su refinamiento y honradez, se acabarían la corrupción y los chanchullos. Y, ¿qué ocurrió con las mujeres, una vez obtenido el derecho de votar? Nada, las mujeres no eran más tontas que los hombres, ni tampoco eran mejores eligiendo. ¿Qué podría ocurrir de aquí en más? ¿Podrán las mujeres conseguir un auténtico estado de igualdad de condiciones? No lo creo, a menos que cambien las condiciones básicas que imperan desde que el homo sapiens surgió como especie. Los varones no renunciarán voluntariamente a sus ventajas (los amos nunca lo hacen). Un individuo puede renunciar a una ventaja por decente, pero estos individuos decentes son siempre una minoría altruista, y una masa en su conjunto no lo hará jamás. De hecho, son las mismas mujeres las más entusiastas defensoras del status quo. Llevan tanto tiempo representando su papel que notarán la ausencia del yugo (¿la billetera?), y están tan acostumbradas a las recompensas ínfimas (elogios baratos, sonrisas afectadas, regalos varios y, sobretodo, a la idea de ser una idiota linda que los malotes de los hombres hacen llorar "por que no sé lo que quiero, pero lo quiero ya"), y que no están dispuestas a cambiarlas por la libertad. ¿Quiénes atacan con mayor énfasis a una mujer independiente? La mujer esclava que actúa como agente de los hombres. Pero las cosas cambiarán, pues las condiciones básicas que sustentaban la posición histórica de la mujer se están modificando. ¿Cuál era la primera diferencia fundamental entre hombres y mujeres? 1 - La mayoría de los hombres son más grandes y más fuertes físicamente que las mujeres. ¿Tiene esto alguna importancia en la actual era tecnológica de la informática y el Internet? La violación es un crimen, y por lo tanto se trata de un atentado físico criminal. Esto no alcanza para que estas cosas dejen de ocurrir totalmente, pero impide que sea el juego universal de los varones como en la antigüedad. Desde lo económico, tiene alguna importancia que el hombre sea más grande y fuerte que la mujer. ¿Es que las mujeres son demasiado pequeñas y débiles para ganarse la vida? ¿Es que tienen que arrastrarse debajo del brazo de hombre por más desagradable y viejo baboso que sea, para ganarse un buen trozo de muslo para comer? Recordar el popular dicho urgano : "Billetera mata galán". Simples "boludeces"... Los trabajos musculares están desapareciendo y solo quedan los trabajos manuales e intelectuales. Ya no cavamos zanjas (las máquinas y robots se encargan de ello). El mundo cada vez está más informatizado y las mujeres están tan capacitadas o más para manejar y administrar esa tecnología digital. Las mujeres se están dando cuenta de que solo necesitan ofrecer sexo por sexo y amor por amor, y ya no más sexo por comida o su equivalente monetario. No se me ocurre mejor cambio para que el sexo sea digno y una fiesta sin culpa. Pero aún nos queda la segunda diferencia : 2 - Las mujeres quedan embarazadas. Tienen hijos y los hombres no. Se dice que las mujeres tienen el instinto de construir el nido, que verdaderamente quieren cuidar de un hombre y sacrificarse por él. Es posible, en las condiciones que había en el pasado. Pero ¿y ahora? A partir de la explosión demográfica, ese peligro inminente para el género humano, o bien desarrollamos una nueva actitud frente a los hijos en este siglo o nuestra cultura sucumbirá miserablemente. Sería lo ideal (como está ocurriendo en Europa) que una mujer no tenga hijos. Se aliviará la sofocante presión social que obliga a la mujer a ser esposa y madre, y ello tendrá mucha importancia en el alivio de la presión económica en una pareja incipiente. Gracias a la pildorita, es posible disfrutar del sexo sin hijos (la Iglesia hace tiempo que debe estar pidiendo mi número para excomulgarme). No estoy planteando que las mujeres dejen de tener hijos, simplemente propongo que no les sea impuesto como se ha venido haciendo. Es más, tengo la impresión de que el sometimiento de la mujer y la explosión demográfica van de la mano. Si se somete a una mujer, el hombre sólo se sentirá seguro si la tiene constantemente embarazada, así no le quedará otro camino que realizar tareas poco dignas y repetitivas y se dedicara a tener un crío tras de otro y a cuidarlos, mientras se le escapa la vida. Por otra parte, si las mujeres ejercieran verdaderamente su libertad, la explosión demográfica se detendría espontáneamente. Pocas mujeres estarían dispuestas a sacrificar su libertad para tener un montón de hijos. Y no se apuren a decir no; la libertad femenina no ha sido ensayada jamás. Pero algo debe significar que los índices de natalidad sean más elevados en aquellos sitios donde la mujer es sometida y donde ocupa la posición social más baja. Es así como considero que, en este siglo, las mujeres serán completamente libres por primera vez en la historia de la especie humana. De modo que la tendencia hacia la liberación de la mujer es irreversible. Pues el sexo se ha separado del nacimiento de los hijos y continuará estándolo, a partir de que es imposible eliminarlo y ello sucederá en un futuro cercano. Obsérvese el caso de la República Popular China, donde se desalienta el nacimiento de muchos bebés por unidad familiar. Vote Usted por la alternativa que más le guste, pero la revolución sexual seguirá su curso. Lo que es más, es mi pensamiento que los griegos tenían razón en una cosa : que es mucho mejor amar a un igual. Y si es así, ¿por qué no apuramos el momento en que los heterosexuales podamos amar en las mejores condiciones posibles?
Por Ariel Saavedra, para El Ojo Digital