Callejeros, más cerca de prisión : Patricio Fontanet agredió a padre del guitarrista, Elio Delgado. El grupo, dividido

El infame grupo Callejeros pasó a la fama no solo por sus canciones, sino por haber preparado el escenario mortífero que terminó con la existencia de casi 200 personas en aquel fatídico último recital en República Cromañón, el tristemente célebre boliche de Omar Chabán. A lo largo de las presentaciones judiciales y luego del esfuerzo sobrehumano llevado a cabo por los familiares de las víctimas, se fue comprobando que Fontanet estuvo a cargo de los detalles administrativos y de la organización del evento en Cromañón, así como también la seguridad. Así se desprende del voluminoso expediente judicial. Sin embargo, y a pesar de las obvias responsabilidades en la carnicería, Patricio Santos Fontanet y su grupo jamás cejaron en sus intentos por retornar a los escenarios nacionales y traficar con la tragedia. Todos en el ambiente lo sabían : Callejeros intentó comerciar a partir de la publicidad negativa que cosechó tras lo sucedido en el boliche de Chabán, lo que equivale a traficar con muertes ajenas. Artistas de renombre se han negado a tocar en el mismo escenario que Callejeros y la mayoría de sus nuevas presentaciones incluso debieron suspenderse luego de febriles negociaciones. Pero el grupo se las arregló para tocar impunemente en un puñado de localidades del interior del país, con la complicidad de ciertos intendentes y productores artísticos, quienes supieron ver la oportunidad para el negocio. De todos modos, el público que acompañaba a Callejeros en sus últimos recitales comenzó a menguar significativamente. Los quince minutos de fama del grupo han finalizado ya. Pero dice la frase que "a cada santo le llega su San Martín". Esta semana trascendió que el infame grupo estaba dividido y que las peleas internas habían comenzado a consumir el ánimo de sus integrantes, a partir de las ansias de protagonismo y la soberbia de las que permanentemente hacía gala "Pato" Fontanet. Hoy por hoy, en un rincón se encuentra, aislado, Fontanet junto a su representante legal. Los restantes miembros han hecho rancho aparte y se encuentran claramente enfrentados a su líder. Este dato llegó hace poco menos de dos meses al email de El Ojo Digital en forma anónima. Investigando en profundidad, la afirmación se pudo confirmar sin margen para las dudas. Pero lo peor todavía estaba por venir. El conocido medio de Internet MinutoUno.com, donde se desempeña regularmente el periodista Jorge Boimvasser, publicó recientemente una entrevista con Aldo Delgado, padre de Elio -guitarrista de Callejeros-. Delgado arremetió contra Patricio Santos Fontanet y reveló que fue agredido por el líder de la banda en una oportunidad, luego de una áspera discusión. De acuerdo al relato, el problema vino dado por la cobarde actitud de Fontanet, quien regularmente presionaba a todos los integrantes de Callejeros para que se hicieran cargo judicialmente de todo lo sucedido en Cromañón. Táctica deleznable si las hay, dado que Patricio Fontanet y el manager del grupo, Diego Argañaraz, eran quienes centralizaban y negociaban todos los aspectos de las presentaciones de Callejeros antes de la presentación fatal. Al no haber tenido participación decisiva el resto de los músicos, se produjo la reacción de estos y estalló el pacto de silencio en el seno de la banda. Amenazó Aldo Delgado con presentarse en el futuro a la Justicia para decir todo lo que sabe. Información que, de acuerdo a nuestras fuentes, no sería escasa. Para decirlo en pocas palabras, aportaría los detalles necesarios para que Fontanet sea procesado como uno de los corresponsables de la masacre de Cromañón. Situación que, de más está decir, es la que esperan los padres de las víctimas y la sociedad toda. Para los analistas que han seguido de cerca el caso, la estrategia judicial de Callejeros hizo agua desde el principio. Lo prueban las peleas internas que se han confirmado por estas horas y, en este sentido, aporta a confirmarlo la pasada renuncia del abogado del grupo, el Dr. Eduardo Guarna. Guarna optó por abandonar la representación de la banda a partir de las peleas que sostuvo con Fontanet en reiteradas oportunidades por un lado, y, en segundo término, ante la imposibilidad de confirmar un mínimo de lucidez de parte de los músicos a la hora de declarar. Todo lo cual terminaría por llevar la situación al peor de los puertos, que no es otro escenario que la prisión de sus ahora ex defendidos. La estrategia de victimización de Callejeros se ejecutó de la peor manera. Esta consistió en convertir artificial y mediáticamente a Fontanet y los miembros de la banda en víctimas, colocándose en idéntica posición que los fallecidos y los padres de los jóvenes que perdieron la vida. Para rematar la incoherencia en el discurso, Fontanet nunca dejó de promocionar a la banda y de negociar nuevas presentaciones en el interior del país. El problema fue que los medios ya no acudían a las convocatorias de Callejeros, atentos a la fijación de agenda y al hecho de que la tragedia ya no era noticiable. La banda tampoco convocaba grandes adhesiones en el mundo de la información. La sociedad no les creyó. Tampoco su abogado defensor. Para colmo, pocos días atrás, Patricio Santos Fontanet se negó a declarar en la causa que lo tenía por sospechoso en el pago de retornos o coimas a la Policía Federal, con el objetivo de que pudieran tocar en República Cromañón. Pero Fontanet también alentó el uso de bengalas durante recitales anteriores a República, y era el cerebro de las piezas de comunicación visual y afiches que alentaron al uso de pirotecnia, junto con Argañaraz, su representante. Sobre todo esto prometió referirse Aldo Delgado. En círculos judiciales ya se comenta sobre la situación del líder de Callejeros, y se la tilda abiertamente de indefendible. Consideraciones subjetivas aparte, la declaración del padre de Delgado podría aportar mucho al esclarecimiento sobre la obvia responsabilidad de Fontanet frente a Cromañón. Mientras tanto, adolescentes y fanáticos de Callejeros han iniciado una ola de amenazas e insultos contra aquellos medios que reflejan la realidad sobre lo actuado por la banda. Como es lógico, estos seguidores son movidos solamente por la pasión y ni siquiera están al tanto de los detalles de la causa. Finalmente, nada traerá de vuelta a la vida a los chicos fallecidos en la tragedia, pero a partir de las últimas novedades, ya hay sobradas esperanzas de ver a Patricio Santos Fontanet tras las rejas. Elio Delgado y el resto de los integrantes de la banda deberán relatar la verdad de lo que saben; de otro modo, sufrirán el mismo destino que su líder.