SOCIEDAD: POR SORGE, PARA EL OJO DIGITAL

La Policía Federal Argentina y un presente griego

El ingeniero Mauricio Macri presiona permanentemente al Gobierno Nacional, con el objetivo de obtener el manejo meramente administrativo de la Policía Federal, unos 12 mil efectivos que integran la Superintendencia de Metropolitana y de Bomberos, con su correspondiente presupuesto, que rondaría los 900 millones de pesos.

21 de Julio de 2010
Tiene el Ingeniero noción de lo que heredaría con la conducción de la Policía Federal, hoy, la "benemérita", como se la llama en la jerga. Esta se encuentra en un estado calamitoso y carece de la logística adecuada al siglo XXI. Su personal recibe escasa o nula capacitación y sus haberes salariales son paupérrimos. Sin despreciar la actividad, un boletero de subte de la empresa TBA percibe casi tres veces el salario de un policía, con el agravante de que el agente federal recibe en gran parte su remuneración en negro, con el tan consabido sistema de sumas fijas no remunerativas. Por supuesto eufemismo de pago en negro adoptado por el Estado Nacional progresista, como simple ciudadano me cuestiono en qué varía que el Ingeniero controle el accionar de una policía en este estado. En la actualidad, la seguridad es una temática por demás compleja y bastante más abarcativa que un mero control administrativo. La seguridad mínima en la Ciudad de Buenos Aires continúa en operaciones cuando se comete un delito; los móviles concurren como corresponde en la atención del hecho delictivo; no se deja de combatir un foco ígneo porque Bomberos dependa o no de la Ciudad. El Ingeniero Macri, en cierta medida, pretende el control de la seguridad con el objetivo de manejar los presupuestos y la orientación que en el accionar de seguridad pretende aplicar como modelo de seguridad, diametralmente opuesto al del Gobierno Nacional. La opinión de quien esto escribe, el señor Presidente de la Nación y su equipo jamás le darían el control de la calle a un sector que, de acuerdo a su óptica, representa lo peor de la derecha, incluso el prestigioso montonero y hoy devenido en importante periodista, Horacio Verbitsky y comisario político de la Administración, en su columna dominical de Página 12 manifestó que "el poder de los grandes grupos económicos que antes recurrían a golpes militares hoy tiene un referente afín y democrático en quién basar sus expectativas". Incluso conminó al Ingeniero a presentarse como candidato a Presidente por ese sector al que representa, pues como dice el tango, "el perro se baila de a dos". ¿No será que pretende que el Ingeniero se siente en el polvorín que representa el año 2008? Léase : tarifas atrasadas, subsidios que no podrán sostenerse en el tiempo, un plan económico inexistente, números que responden a una nueva matemática morenista. ¿No sería más conveniente que en este polvorín asuma la Reina, y si hay que salir huyendo en helicóptero, que lo haga la Monarca? Desde ya que helicóptero no le faltará pues detenta varios y uno de ellos alquilado a US$ 3,500 la hora... Retornando al tema que nos ocupa, el Ingeniero Macri no tendrá el control de la Policía Federal. No tendrá control de los territorios de puertos bajo jurisdicción de la Prefectura Naval. No controlará transportes terrestres y subterráneos, y desde luego no tendrá injerencia en materia de terrenos fiscales nacionales como el emplazamiento de la Villa 31. Es tan así que sus inspectores municipales no podrán controlar ni siquiera un simple puesto de panchitos en estaciones de trenes con jurisdicción nacional... Conclusión, ergo, colijo e interpreto que su labor como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se limitará a algún que otro acto protocolar, la reparación de baches y veredas y algún mejoramiento en distintos planos de la urbe, como puede serlo la limpieza. Del resto continuará ocupándose la Nación y sus representantes, que de todos los temas hacen una cuestión ideológica. Y, más allá de quien quiera verlo o no, éste es el gobierno del odio, la venganza y los negociados. El cambio "recién empieza" y, sinceramente, el caballito de batalla que es, ni más ni menos que la Federal, en estas condiciones, es recomendable que lo asuma el Gobierno Nacional.
Por Sorge, para El Ojo Digital Política