SOCIEDAD: POR FERNANDO PAOLELLA, TRIBUNA DE PERIODISTAS

Día del Amigo

Un día de saludos y mensajitos entrecruzados, tantos que saturan los celulares y muchos no llegan a los destinatarios. Pero también, de evocaciones encontradas que poco y nada tienen que ver con los brindis de ocasión tan frecuentes en esta jornada. Hace 71 años, en la Madre Patria española, estallaba en Marruecos la chispa insurreccional que durante 3 años ensangrentaría la península. El domingo 17 de julio, a las 17 horas, justo en el momento en que el torero sale al ruedo, se sublevaba contra la República el ejército afincado en Ceuta, Tetuán y Melilla, compuesto por el Tercio de la Legión y las tropas marroquíes, al mando del general Francisco Franco...

21 de Julio de 2010
Durante los siguientes lunes y martes, prende la intentona en las principales ciudades como Madrid y Barcelona, pero una combinación de regimientos leales, sindicalistas, guardias de asaltos y milicias populares hacen fracasar el conato subversivo. Miles de muertos tapizan las aceras barcelonesas y madrileñas, aumentando más el caos la decisión gubernamental de repartir armas a los sindicatos y partidos de izquierda. Otro 19 de julio, pero de 1976, cuatro individuos de civil pero calzando borceguíes militares, bajan de un Ford Falcon sin chapa en la puerta del edificio sito en Venezuela 3149 de Villa Martelli. Tocan el timbre, despiertan al encargado de su siesta y le piden que los acompañe a ver a la familia Munich, del 4° B. Los tipos, que en realidad son efectivos del Ejército Argentino, tienen el dato que en ese departamento en realidad se encuentra Mario Roberto Santucho, jefe máximo del ERP. No están errados, pues pronto luego de tocar el timbre, se desata un infierno de metralla que abate no sólo al citado sino también al capitán Juan Carlos Leonetti, jefe del operativo. Un poco más acá, el 18 de julio de este año, se conmemoró el 13 aniversario del atentado contra la AMIA, todavía impune. En el acto central, asistieron el presidente de la Nación Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, elegida a dedo por él para sucederlo en el cargo. Durante el transcurso del mismo, voces airadas le reclamaron la inmediata ruptura de relaciones diplomáticas con Irán, también sindicado por los Estados Unidos de América e Israel como autor material e intelectual de la masacre de la calle Pasteur. Al día siguiente, en La Plata, más concretamente en el Teatro Argentino, la aludida primera dama presentó formalmente su candidatura ante un auditorio mayormente rentado. Ante la atenta mirada de su esposo y de gran parte del gabinete nacional, Cristina prometió profundizar el cambio institucional hasta las últimas consecuencias, mientras afuera la Policía Bonaerense arrestaba a diez integrantes de Quebracho que pedían por sus compañeros encarcelados. Mirando de lejos, estos hechos parecen naipes arrojados al azar sobre una mesa. Pero aguzando la mirada, tienen un interesante punto en común. La contienda ibérica se desató cuando dos formas de ver la existencia no pudieron coexistir más, y se agarraron a tiros. Esta sería una visión más bien simplista, pero vale para entender ese enfrentamiento que costó alrededor de un millón de muertos. Tanto nacionalistas como republicanos creyeron defender valores eternos a tiros y no estuvieron exentos de cometer atrocidades. Pero tenían muy en claro que su lucha valía la pena, porque estaban convencidos que la victoria traería para su patria un mañana mejor. En ambos bandos hubo también pensadores militantes, como José Antonio Primo de Rivera, firmemente convencido de que España debería dejar atrás un pasado negro de trono y sotana. También del otro lado, el socialista Indalecio Prieto soñaba con una España sin atraso económico ni desigualdades sociales. Ambos, aunque pertenecían a bandos antagónicos, se profesaban gran respeto y admiración llegando a cultivar una estrecha amistad. Pero los avatares del conflicto hicieron que ésta naufragara, y Primo de Rivera fue fusilado por los comunistas el 20 de noviembre de 1936 y el moderado Prieto fue raleado del gabinete por los stalinistas liderados por Negrín. Cristina y la AMIA Hace 10 años, la reina Cristina presidía la Comisión Interparlamentaria para el esclarecimiento de los dos megatentados ocurridos en el 92 y en el 94. En ese entonces, adhería entusiastamente a la denominada pista siria, en la cual se sindicaba sin más trámite a los vínculos espurios entre Menem, la CIA y el MOSSAD con el narcoterrismo apoyado por Damasco. Recientemente, luego de efectuar algunos viajes a Nueva York y reunirse con el Comité Judío Mundial, su discurso giró a la derecha y lanza su dedo acusador en dirección a Teherán. Por eso, asistió sin hesitar el 18 pasado al acto de marras sin recordar lo que sostenía hace una década. Tampoco quienes la recibieron parecieron recordarlo, dando a entender que en este país ser incoherente con lo que se pensaba ayer sigue siendo cool. "Como decíamos ayer", dijo Fray Luis de León a su cátedra, luego de pasar una temporada a la sombra gracias a la Inquisición. Así demostró que, a pesar de las rejas, seguía sosteniendo lo mismo. Lástima que muchos capitostes no pueden decir lo mismo. Feliz día del amigo.
Por Fernando Paolella, Tribuna de Periodistas