POLITICA - POR MATIAS RUIZ PARA EL OJO DIGITAL: MAL COMIENZO PARA LA NUEVA ALIANZA ELECTORAL

Elecciones en Capital Federal : Jorge Telerman y Elisa Carrió, la alianza inverosímil

A nadie escapa que el frente recientemente construído entre el Jefe de Gobierno Jorge Telerman y la irreverente Elisa Carrió se asemeja demasiado a la alianza que llevó a Fernando de la Rúa y Chacho Alvarez al poder. El tinte puramente electoralista de la unión complota contra las figuras de ambos, y esto ya se nota en las encuestas. Telerman y Carrió ya sostuvieron su primer cruce ante los medios, acusándose mutuamente de ser un riesgo electoral.

21 de Julio de 2010
Mal debut para la nueva Alianza de la Capital Federal. Elisa Carrió y Jorge Telerman se cruzaron en ásperas acusaciones, en la que cada uno calificó a su socio de constituir un "riesgo" para los propios planes. El episodio fue gatillado por la ex conductora del ARI, quien inició el cruce y que demostró una falta extrema de habilidad política en sus comentarios. Obviamente, el Jefe de Gobierno no podía quedarse atrás y retrucó los comentarios en idéntico tono, aunque sin provocar una escalada. Enrique Olivera, mientras tanto, la juega de "yo no fui". El candidato a Vicejefe de Gobierno solo recurre al silencio, pues sabe que fue colocado ahí por los actos reflejos provenientes del dedo índice de su voluminosa jefa. Enrique Olivera no es más que un mecenas en este escenario de frágiles nuevas alianzas. Alianzas novedosas cuyo fin ulterior es 100% electoralista. Tanto Elisa Carrió como Jorge Telerman sufren de un mal que ya se ha cargado a las consciencias de la clase política toda en la Argentina : un desprecio absoluto por el electorado y los deseos de la ciudadanía. Esta alianza es la viva prueba de esta sentencia. Hay quienes sostienen que la Capital Federal continúa siendo eminentemente "progresista" en su intención de voto, pero este análisis suena, por momentos, a discurso en extremo ineal. Baste recordar las elecciones para legisladores en Capital Federal, momento en que Mauricio Macri propinó un desagradable puntapié en las urnas al candidato oficialista Rafael Bielsa. Incluso, al haber disputado y perdido la Jefatura de Gobierno frente al ahora cadáver político Aníbal Ibarra, Macri se alzó con la cifra de un 48% en la segunda vuelta donde los medios lo daban perdedor por diferencias aplastantes. Con todo, ¿ha cambiado algo en las intenciones de voto de los porteños? Muchos han comenzado a vislumbrar que tanto Ibarra como Telerman han hecho poco por la Ciudad de Buenos Aires, y que este último no defiende otra cosa que el status quo para el distrito. Es decir, que Jorge Telerman no tomará medidas radicales en materia de seguridad, tránsito, piqueteros, alumbrado y barrido, en definitiva, todos aquellos temas de importancia que continúan sin solución. La Nueva Alianza constituye, para Elisa Carrió, una movida desesperada, típica de una persona egocéntrica que sigue sin aceptar que al día de hoy el electorado no le haya otorgado confianza para cargo ejecutivo alguno. Carrió es una figura detestada en su provincia natal del Chaco -que rara vez visita-, pero se ha empecinado en no dejar de tomarles el pelo a los porteños. Los propios vecino de la ex dirigente del ARI en su edificio de Recoleta la detestan por las reuniones nocturas a viva voz y a todo volumen y los maltratos. ¿Con qué argumento pretende Carrió hablar de su bastardeado contrato moral? ¿Desde qué lugar se arroga el derecho de mejorar la calidad de vida de la Ciudad? Carrió y Telerman han logrado, no obstante, torpedear el camino de Mauricio Macri, que se insinuaba demasiado fácil, hacia Bolívar 1. Hasta la concreción de la nueva alianza, el presidente de Boca se alzaba, sin duda alguna, con la elección en primera vuelta. La nueva alianza electoral ha cambiado la configuración : a partir de aquí, a Macri no le alcanza para imponerse. Aunque, obteniendo un promedio de los resultados de las encuestas provenientes de todos los polos, los resultados le sean favorables. A partir del nuevo escenario neoaliancista, Macri rondaría el 40% de intención de voto, seguido por el tándem Telerman-Olivera con un 22%, y finalmente, Daniel Filmus con un 10%. Los números no son particularmente homicidas para Daniel Filmus, el candidato del Presidente Néstor Kirchner. Son, por el contrario, harto benignos. Efectivamente, y como muchos analistas políticos lo venían sosteniendo, el candidato oficialista venía creciendo en intención de voto, pero el electorado porteño comenzó a percibirlo como el villano, a partir de iniciado el nuevo conflicto docente y la crisis en Neuquén. La pata del incremento en el presupuesto docente -es decir, el basamento electoral que sostenía a este candidato- se quebró y su candidatura, por estas horas, se desmorona. El 15% que algunos le otorgaban al ex titular de Educación jamás terminó de consolidarse. No pueden adjudicarse todas las torpezas a los asesores de imagen política de Filmus : en primer lugar, el ex ministro jamás debió postularse como candidato. Nunca tuvo chances plausibles de despegue ni de triunfo y cualquier opinión contraria a este pensamiento es utópico, o en el mejor de los casos, vívida imaginación o fantasía. Nuevos acontecimientos se están dando en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por el momento ocupada por Telerman. Las figuras de corte kirchnerista comienzan a abandonar el barco. Comenzó emigrando la cantante Teresa Parodi, cuya presencia como "ministra de Música" no es comprendida por ningún porteño en su sano juicio. Parodi es la primera de una serie de figuras de centroizquierda o extrema izquierda que ocupan cargos en la función pública porteña y que se irán por la puerta de atrás, en desacuerdo con la Nueva Alianza y la presencia de Carrió, crítica estéril de la Administración Kirchner. Seguirán piqueteros y referentes de los derechos humanos que usufructúan el dinero de los contribuyentes de la Capital Federal. Pero no es correcto sentenciar que Telerman se "derechiza". Al contrario, el motivo es la estricta supervivencia política. El botín de la Capital Federal es demasiado atractivo para cualquiera. Botín que no se construye a base de buenas maneras. Están los cánones de los casinos y las salas de tragamonedas, los retornos que se obtienen a cambio de dejar operar a prostíbulos y locales bailables que no cumplen con todas las exigencias de seguridad e higiene, etc. ¿Puede algún político resistirse? También comienzan a surgir análisis interesantes de parte del nutrido espectro de analistas. El reputado Jorge Asís, por su parte, esboza en su portal JorgeAsisDigital.com el no poco curioso comentario al respecto de que el Presidente preferiría a Mauricio Macri en lo que respecta a una posible segunda vuelta. ¿Descabellado? Ni por un momento. Sostiene el intelectual que Néstor Kirchner ha sido seducido desde el principio por la posibilidad de competir contra Mauricio Macri en las presidenciales de octubre. Si Macri se impone en la Capital, seguirá hostigándolo con su aparente cobardía de no enfrentarlo en la contienda por el sillón de Rivadavia. Un duelo que, sin lugar a dudas, ganaría el primer mandatario argentino, que se halla en pleno control del aparato electoral nacional. Pero el de Boca, ni lerdo ni perezoso, no responderá a las arremetidas presidenciales. Es plenamente consciente de que el haberse apartado de la discusión chabacana le ha reportado grandes dividendos. Y, por si eso fuera poco, Filmus y Telerman se han ocupado hasta el día de hoy de allanarle el camino. En más de un sentido, podría pensarse que el Presidente, en una movida suprema, seleccionó a Filmus para mojarle la oreja a Telerman en Capital. El motivo : el desplante que el actual Jefe de Gobierno hiciera a las políticas oficiales. O, más bien, la indecisión que exhibió a la hora de apoyar públicamente al Presidente. Y Kirchner no es de perdonar tales travesuras, esto se sabe. Finalmente, Macri todavía puede dar la sorpresa e imponerse en primera vuelta, tal vez no alcanzando una mayoría aplastante, pero obteniendo demasiados votos como para provocar una segunda vuelta. Incluso en un segundo round, y muy a pesar de las operaciones del Grupo Clarín, los números podrían serle favorables si el casi 15% de indecisos decidiera volcarse a su favor. El estado actual de la Ciudad de Buenos Aires es el peor de la historia y los porteños lo perciben, comenzando ya a relacionar sus males diarios con la escuela "progre" que los ha tenido como rehenes desde la llegada de Aníbal Ibarra y el impresentable código de convivencia urbana propuesto por aquel, con extensas garantías para delincuentes, piqueteros, conductores homicidas, prostitutas y travestis. En cualquier caso, aún faltan dos semanas para vislumbrar los resultados de la pelea. Y aquí reside lo apasionante del proceso : en la posibilidad cierta del derrumbe de todos los pronósticos, y en observar cómo se reposicionan aquellos que erraron groseramente en pro del apoyo de ideas de tal o cual espectro político-ideológico. Y es difícil ser paciente.
Por Matías Ruiz para El Ojo Digital Política