Julio Grondona y los negociados de la AFA. La trata de jugadores. Todo fríamente calculado

El sábado 21 de diciembre de 2002, la AFA concretó un asado en Ezeiza, a los efectos de despedir el año, y convocando a su personal, dirigentes y periodistas. El contexto se correspondía con el default, la crisis económica galopante y el Waterloo belicista "Made in Japan". En instantes previos al almuerzo, Julio Grondona hizo gala de una pequeña muestra de su ilimitado poder. Se refirió a Guillermo Tofoni, titular de World Eleven, con los siguientes conceptos : "este señor se cerró las puertas de AFA". La razón : el lunes 16 previo, había declarado a La Nación que "un 90% de los partidos que se desarrollen fuera del calendario oficial de FIFA deberá olvidarse de contar con las estrellas; habrá que acostumbrarse". Aclaró también al prestigioso medio que de allí en adelante, Tofoni organizaría un puñado de amistosos para la Selección Argentina. El periodista a cargo lanzó una pregunta incisiva : "¿Le arman los equipos a los técnicos?". "No es tan así", respondió Tofoni. "Pero lo más común es que, si el match se desarrolla dentro del calendario oficial, al menos se exija el 70% de la base". El pope de la calle Viamonte aseguró aquel día que el empresario no contaba con autorización alguna para concretar los trámites que gestionaba. Con casi cuatro años de demora, el 17 de agosto -en el hotel Four Seasons-, Grondona, Tofoni y Massimo De Caro -representante de la compañía rusa Renova, aquella con la que AFA acordó una cifra de 24 amistosos a cambio de un abono de 18 millones de dólares durante el siguiente quinquenio- brindaban una conferencia de prensa tardía. Se informó en aquel entonces sobre los detalles de un acuerdo que oportunamente había sido divulgado. Pero lo que omitieron detallar fue que Renova ostentaba contratos similares con numerosas federaciones del mundo, lo que traducido significa, en pocas palabras, que los rivales futuros de la Selección ya están predeterminados de aquí a un plazo mediano. No por nada se enfureció Grondona con el periodista de La Nación, Emiliano Pinzón, quien preguntó sobre la obligación de incluir a determinados jugadores. El Padrino manifestaría luego en off the record que "el contrato es confidencial entre las partes, dada la presencia de algunas cláusulas particulares". ¿Acaso hay información que el Pueblo no debe conocer? Registro de la propiedad del jugador Publicado en el Boletín Oficial en fecha 20 de mayo de 2003 -cinco días antes del comienzo de la era K-, el decreto 1212, firmado por Eduardo Duhalde fue un verdadero obsequio para el fútbol argentino. A grandes rasgos, la norma detallaba un plan confeccionado a medida de los equipos afiliados a AFA : pagarían el 2,5% de sus ingresos totales -originarios en transmisiones televisivas, sponsoring, venta de entradas, etc/- a los efectos de cubrir viejas y actuales deudas de seguridad social. Sin embargo, la disputa entre la AFA y el Gobierno Nacional transita por otro carril que oportunamente desarrollaremos. El pasado 22 de noviembre, el Comité Ejecutivo de AFA anunciaba en el boletín 3819 la creación del "régimen de anotación y archivos de cesiones de beneficios económicos por transferencia de contratos". El objetivo no era otro que dar a publicidad las "cargas ocultas", esto equivale poco menos que a nombrar quién es el verdadero dueño de los jugadores. Lo cierto es que, hasta el día de hoy, AFA guardó celosamente la información citada. No obstante lo anterior, y pese a la recurrencia en materia de salvavidas otorgados, una docena de clubes acumulan actualmente algo más de veinte causas por evasión previsional e impositiva, cifra que se acerca a los 14 millones de pesos. Mientras tanto, la AFIP -la Administración Federal de Ingresos Públicos- "conversa" con AFA la creación de un registro de derechos económicos : saben de memoria que el doble juego de contratos -uno oficial y otro por valores mayores a los declarados- es hoy moneda corriente en el mercado de pases. El reciente procesamiento de Eduardo López -presidente de Newell s Old Boys y enemigo declarado de Bielsa- en el Juzgado Federal número 4 de Rosario, Santa Fe, es una muestra de que esto recién comienza.