POLITICA: LAS TRAVESURAS DEL JEFE DE GOBIERNO

Jorge Telerman, igual que Aníbal Ibarra : aumento de impuestos que ayudarán en la campaña electoral 2007

El espíritu del impresentable Santiago Montoya parece haberse encarnado por un instante en el actual Jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman. El mencionado ha decidido impulsar incrementos de más del 10% en las patentes de los automotores registrados en la Capital Federal. ¿Recauda Telerman para su propia campaña electoral de 2007?

21 de Julio de 2010
El Ojo Digital viene -desde hace tiempo- alertando sobre los comportamientos peligrosos que cada tanto exhibe Jorge Telerman, el actual Intendente de la Capital Federal. Comportamientos que, en definitiva, prueban que existen pocas diferencias entre él y su predecesor, el intolerable Aníbal Ibarra -quien, dicho sea de paso, sigue derramando lágrimas en los medios, como si de una víctima se tratase-. Telerman acaba de decidir, con apoyo de la Legislatura, que la Dirección General de Rentas recauda demasiado poco en relación con los impuestos que pagan los titulares de automotores radicados en la Ciudad de Buenos Aires. En concreto, se ha informado a los medios que el valor de las patentes de los automóviles se incrementó en un 8% promedio, pero lo cierto es que los incrementos van desde un 10% y en muchos casos llegan al 20%, especialmente si se considera a los titulares de vehículos de mayor precio. La medida constituye otra faceta del impuestazo del que los políticos siempre echan mano cuando requieren más fondos para solventar su publicidad electoral. El timing de la medida es demasiado sugerente, y es lícito preguntarse si acaso Jorge Telerman no toma estas medidas para financiar su compra de medios y espacio publicitario para promover su reelección como Jefe de Gobierno. Después de todo, la creatividad del actual alcalde para disfrazar en los papeles su titularidad de boliches y locales bailables de Capital ha desaparecido a la hora de crear riqueza para sanear las cuentas públicas : el resultado es siempre el mismo, o sea, que el contribuyente pague. Y si es rico, pues mejor. Que pague por el pecado de "tener más". Telerman no es distinto de Aníbal Ibarra. Sus estilos de vida -ambos son bon vivants- son similares y ambos tienen gustos impecables. A los dos se los ha visto con exhuberante compañía femenina, aunque Telerman ha decidido no poner límites sexuales a la hora de divertirse. Ambos dominan con majestuosidad el manejo de la palabra, siendo Aníbal Ibarra levemente mejor a la hora de engatusar. Y finalmente, ambos odian a los porteños y a la ciudad. De hecho, algo muy malo tienen en común y es que ninguno de los dos ha caminado jamás Buenos Aires ni conocen las necesidades del ciudadano como debieran. Odian al porteño pues echan mano del aumento de impuestos para incrementar su fortuna personal, a la vez que para financiar su estadía en el poder. Ibarra abusó del incremento de impuestos, e incluso se esforzó en crear nuevos, como el tributo que pagan aquellos porteños que tienen en su manzana una boca de subterráneo. No interesa que jamás lo hayan utilizado y que jamás planeen hacerlo. Ibarra y Telerman viven a expensas del cuento de que la ciudad se encuentra deficitaria. Pero ambos han sobredimensionado las estructuras de empleados ñoquis de la burocracia porteña hasta límites insoportables. Jorge Telerman, entre líneas, parece decir : "Me importa un verdadero comino si ustedes, ciudadanos, deben pagar impuestos más caros. Menos me importa que la Ciudad no devuelva nada de esos impuestos. No me interesan los problemas del tránsito, que se cobran miles de muertos cada año, ni me interesan las cifras de inseguridad. No me molestan ni la impunidad de los piqueteros y delincuentes. No me importan las toneladas de basura acumulada en las esquinas y que los visitantes extranjeros ven especialmente en las esquinas del micro y macrocentro. No quiero una policía propia para Buenos Aires. Mi único interés se reduce a que ustedes tributen más, más y más. Si toda la política argentina echa mano de impuestazos para financiar sus campañas electorales, ¿Por qué no puedo hacerlo yo?". Con todo, el Diario Clarín también colabora con el desastre generalizado y recientemente encargó la confección de un comentario "pro incremento" a uno de sus tantos periodistas de $300 mensuales y con mucho tiempo libre para que se expresen con su pluma electrónica. En la columna derecha de la siguiente página -copie y pegue en su navegador de Internet- : http://www.clarin.com/diario/2007/01/31/laciudad/h-03415.htm, el desconocido periodista Germán Cervetto escribe su pequeño titular : Una situación anormal. La frase increíble de este impopular "escribidor" reza "el tope de aumento del 8% parece razonable y busca proteger a los dueños de los autos más buscados del mercado, cuyos valores crecieron mucho y que no siempre son los más lujosos". Olvidándose de las maniobras oscuras que existen siempre detrás del aumento de impuestos, y del hecho innegable de que la Ciudad de Buenos Aires está en su peor momento histórico en cuanto a calidad de servicios públicos, higiene, seguridad y demás, el periodista aprueba la medida impositiva. Creemos que corresponde a nuestros lectores escribir al email del tal Cervetto y expresarle su más absoluto repudio. He aquí su dirección de correo electrónico -copiar y pegar en una ventana de nuevo email en su Outlook : gcervetto@clarin.com. Para los que creen que Jorge Telerman tiene reservada una suerte de paraíso terrenal o Shangri-La para un supuesto segundo período, nuestro deber moral es alertarlos. El "Afrancesado" tiene en carpeta un paquete de medidas que constituirán un violento revalúo inmobiliario en Capital Federal. Un revalúo que hará terminar en el hospital a más de uno, y que sacudirá la contabilidad hogareña de una gran mayoría. Como decían en el final de suspense en las series de Batman de la década del 60, protagonizada por Adam West, "Pero todavía falta lo peor...".
El Ojo Digital Política