INTERNACIONALES: MANIFESTANTES ESCALAN EL CONFLICTO CON EL URUGUAY

Activistas de Gualeguaychú deciden bloquear a Buquebús. Prefectura Naval refuerza el puerto

El conocido -aunque minoritario y poco representativo- grupo de activistas de Gualeguaychú decidió en "asamblea" exportar la violencia de sus protestas a la Capital Federal. La intención de los entrerrianos es bloquear las salidas de los barcos de la empresa Buquebús, que conecta Buenos Aires con el Uruguay por vía ribereña. Pero el Gobierno Federal ya había decidido el refuerzo del puerto de Buenos Aires por todos los medios, a través de la Prefectura Naval e incluso con elementos del Grupo Albatros.

21 de Julio de 2010
Si acaso algo tiene de positiva la protesta de la autodenominada "asamblea ciudadana de Gualeguaychú" es que, de acuerdo a toda información que se extrae del terreno, el activismo que la protagoniza no tiene la menor representación en la provincia de Entre Ríos. Así surge, al menos, de las expresiones vertidas por los mismísimos habitantes de distintas ciudades de la provincia y también en las diferencias existentes en los métodos de protesta entre Gualeguaychú y otras ciudades; aunque, por cierto, estas disidencias jamás serán reflejadas por los medios locales, todos ellos controlados por la corporación político-mafiosa que comanda Jorge Busti. El Gobernador, aún "dolido" por la posibilidad perdida de facturar los sobornos extraordinarios que pretendía obtener de las pasteras -si se hubieran instalado en su provincia-, nunca permitirá opiniones contrarias a su gestión. Aunque este sistema no es potestad exclusiva de Entre Ríos, dado que se observa en prácticamente todas las provincias. Distinto es el caso de Gualeguaychú, donde aquellos que no están de acuerdo con la escalada de violencia fogoneada por los activistas, no solo no tienen espacio para expresarse sino que son amenazados con impunidad por los primeros. Por cierto, la furia de los manifestantes tiene mucho de odio y de rencor hacia los porteños, pudiera ser porque en la Capital Federal -en contadas ocasiones, al menos- impera cierta dosis de indiferente racionalidad frente a causas visiblemente politizadas. El desprecio hacia la Capital Federal se observa en una de las frases que proviene de la propia Asamblea Ciudadana -que traerá huevos en mal estado a su protesta- "para que los porteños sientan el olor que dejará la pastera en Gualeguaychú" (www.infoalternativa.com.ar). El escenario que involucra a manifestantes violentos provocando destrozos en el puerto de Buenos Aires es el que desde hace rato viene temiendo el Presidente Néstor Kirchner. Su política de no represión tiene, con todo, un límite. El primer mandatario ha hecho saber a sus funcionarios de primera línea que si los activistas llegan a intentar un bloqueo de Buquebús, serán duramente reprimidos por elementos de Prefectura Naval, que ya los esperan en la terminal de avenida Córdoba y que han tomado posición en el propio Puerto Madero. Lo que es más : hace no mucho que se viene realizando inteligencia sobre los manifestantes, para identificar a aquellos que observan los comportamientos más extremos, arengando a sus compañeros como si la protesta se tratase de una verdadera batalla. Los elementos más ideologizados también están bajo la lupa, y a este respecto, ante el temor de una infiltración que pudiera sembrar la semilla del desasosiego, los Albatros -grupo especial de Prefectura Naval- vigilarán de cerca la situación. Más allá de las hipótesis represivas que el Gobierno Federal tenga en consideración, hay quienes se preguntan si acaso las razones para que en Puerto Madero no haya delincuencia, crímenes violentos ni cortes de calles no tienen que ver con una supuesta decisión política. El Ojo Digital accedió a documentación interesante que explica los porqué. Ocurre que en Puerto Madero están localizadas las lujosas viviendas de los políticos más prominentes del país, entre ministros, funcionarios y jueces. Ironías aparte, puede concluirse que los manifestantes que se decidieron a llevar adelante el proyecto de copar Buquebús, evidentemente no están bien asesorados : el delito que se proponen llevar adelante no es otra cosa que un delito interjurisdiccional -más grave que delito federal- y puede dar lugar a un serio incidente internacional que hasta aquí no se ha producido. El Uruguay tendría, de este modo, una herramienta fabulosa para continuar humillando a la Argentina en los tribunales internacionales. Cabe destacar que, en los tribunales foráneos, Uruguay no sólo goza entre los observadores de la percepción de "país pequeño agredido" sino que cuenta con toda la letra de la ley a su favor. La derrota de la Argentina en los tribunales y el Banco Mundial ya ha sido escrita con fragua. Por otra parte, pudiera ser que los activistas sepan de los riesgos y que decidan llevar adelante su faena con el más puro de los "estoicismos", pues, en última instancia, su objetivo ya no es el ecologismo sino generar caos y desorden en la propia Ciudad de Buenos Aires. Hay, entre los opinólogos de pacotilla que favorecen la posición dura de Gualeguaychú, trasnochados que sostienen que "los ricos de la Capital Federal y Zona Norte que se van al Uruguay" no tienen derecho a protestar porque "no se los deja ir de vacaciones". Gran parte de la política y ciertos sectores violentos parecen realimentar una suerte de lucha de clases. Para expresar este sentir en palabras : "hay quienes no merecen irse de vacaciones porque tienen dinero, sin importar cuánto hayan trabajado por él y sin importar cuánto se merezcan un descanso". Volviendo al conflicto por venir, se piensa que el Presidente Kirchner no dudará un instante en dar la orden de reprimir y eventualmente capturar y procesar a aquellos que han entorpecido toda iniciativa de arreglo con los funcionarios de la Banda Oriental. No permitirá que un grupo minúsculo de inadaptados destruyan las escasas esperanzas que quedan, no ya de arreglar las relaciones diplomáticas con Uruguay, sino de evitar que siga empeorando. Lectores aguzados de la propia Entre Ríos y el resto del Litoral han escrito a El Ojo Digital para preguntarse por qué los manifestantes de Gualeguaychú no comienzan su cruzada protestando contra las decenas de pasteras que contaminan el territorio argentino en otras provincias. Los manifestantes nunca han tomado posición a tal respecto. Otros lectores se preguntan si acaso en Gualeguaychú se trabaja como en el resto del país, ante la imagen de los dueños de comercios y locales que abandonaban sus tareas para ir a los cortes, imágenes que recorrieron todas las pantallas. Quienes se han tomado más tiempo para analizar la situación describen el inicio de la historia, cuando Jorge Busti en persona arengó a los manifestantes -incluso con dinero del estado provincial, del mismo sitio de donde se sacó para financiar la papelonada de Evangelina Carrozo- para que se hicieran oír en su protesta. Busti en persona decidió el comienzo de los bloqueos al Uruguay y la construcción de la sensación de miedo que -según su visión- haría que los porteños dejen de vacacionar del otro lado del río para hacerlo en su provincia. A la postre, Busti y sus funcionarios perdieron el control y aparecieron los infiltrados de siempre desde la izquierda más extrema. Ellos tomaron las riendas y escalaron la situación hasta llegar al escenario actual. En este sentido, el oficialismo jamás se animó a apercibir a Busti pues le debía grandes favores políticos, luego del apoyo del gobernador entrerriano a la candidatura de Kirchner en las últimas presidenciales. El Gobierno Federal tampoco hizo uso extensivo de los organismos de inteligencia para prever el grado de infiltración y de violencia que se gestaba en la "Asamblea Ciudadada de Gualeguaychú". A fin de cuentas, es innegable que el conflicto solo obtiene como respuesta a otra idéntica dosis de conflicto, pero que regresa en sentido contrario. Ya los medios de la Capital Federal se encargan hoy de destacar la bronca de aquellos que deben pasar por Buquebús para ir al Uruguay y que podrían sufrir de los bloqueos. El ánimo de los porteños ya se había visto alterado cuando un par de docenas de manifestantes se conglomeraron en Barrio Norte frente a la embajada de Finlandia. Lograron interrumpir el tránsito, pero se vieron "recompensados" con la más amplia gama de insultos de aquellos que transitaban con sus vehículos. Con los manifestantes de Gualeguaychú protestando en el puerto, y con el resto de los violentos llevando adelante piquetes en las rutas, sólo es necesario un chispazo para encender la mecha. Seguramente, antes de que el Uruguay y la Argentina comiencen a cruzarse en términos aún más duros, primero tendrá lugar la lucha de argentinos contra argentinos.
El Ojo Digital Internacionales