SOCIEDAD: POR NATALIA FUNES ALZAGA, ENVIADA ESPECIAL DE EL OJO DIGITAL A RIO CUARTO, CORDOBA

Caso Nora Dalmasso : se incendia el Imperio. La sociedad de Río Cuarto. Tercera parte

Tercera entrega del informe de nuestra corresponsal en Río Cuarto, Natalia Funes Alzaga. Nuestro material ha producido polémica y en "el Imperio" hay poderosas voces que trinan contra El Ojo Digital. Pero los escritos de nuestro medio han dado pie a que un número interesante de riocuartenses se animen a remitirnos información complementaria a lo ya publicado. Sin más preámbulo, lo invitamos ahora a seguir con atención las líneas de la última parte de la investigación de El Ojo Digital en Río Cuarto.

21 de Julio de 2010
La investigación de la muerte de Nora Dalmasso ha perdido todo rumbo. La política y las elecciones del año venidero empiezan a pesar. Los riocuartenses comienzan a caer en la cuenta de que los medios locales, hacen hasta lo imposible, para intentar tapar lo evidente. Todo lo cual, constituye un explosivo y peligrosos cóctel. Vayamos por partes. La pesquisa carece de destino, por la simple razón de que los fiscales no saben donde están parados. Ahora, con la peregrina tesis de la violación, se las agarraron con albañiles, pintores y jardineros. Recordemos que al momento del crimen, la casa de Dalmasso se encontraba en reformas. El fin de semana fue testigo de un amplio raid policial, ordenado por la Fiscalía. Allanaron en masa, las viviendas de los humildes trabajadores. El terror se ha apoderado de esta gente. Cuando se retiran las fuerzas del orden, revisan cada cajón de la casa, con la sospecha de que les pudieran haber "plantado" una prueba trucha. A efectos de inventar un "chivo", al cual cargarle el asesinato. Las diferencias de trato respecto a la "gente bien" son notorias. A los pobres les cae la brigada y les dan vuelta la morada. A las suntuosas viviendas de los "bienudos", los fiscales llegan de visita. Con café y whisky incluidos. Una paquetería. No han allanado la residencia, de ni siquiera uno, de los múltiples sospechados que habitan en los countries. Las tropelías cometidas contra los pobres son inexcusables. El "poder" y sus dueños, hacen sentir su peso. Ochenta y siete testigos ya han desfilados por los tribunales. El último testimonio fue digno de una comedia trágica. Alberto Bertea, ex secretario de seguridad, llegó a la medianoche, de sigilo, al Palacio de Justicia. Abrazado y a los besos con el fiscal principal. El papelón fue atroz. Por supuesto, se la agarraron con el fotógrafo del matutino cordobés, "La Voz del Interior". Que tuvo la primicia de la instantánea. Y que, con una simple fotografía, logró poner en evidencia el grado de "amistad", que une a los "buenos muchachos". El gobernador de la provincia, José Manuel de la Sota, quedó demudado cuando vio la foto publicada en el diario de la Docta. Reproducida, a su vez, por todos los medios del país. El "Gallego" sabe que está metido en un intríngulis. Presiente que si no hay resultados en la investigación, muy pronto, todas las miradas lo van a apuntar. Y va a tener que empezar a dar explicaciones. Por la simple razón, que el crimen, ha derivado en un culebrón nacional. Morbo de por medio, no quedan argentinos que no hablen del asunto. Hasta los taxistas de Buenos Aires se han convertido en expertos en ADN! Eramos pocos y parió la abuela, pues De la Sota se lleva mal con el Presidente. Que no quiere saber nada con Schiaretti, su delfín. Y lo que es aún peor, en la Casa Rosada reciben semanalmente, con bombos y platillos, a su archienemigo: Luis Juez. Quien ha prometido públicamente, que si llega al sillón de la Casa de las Tejas, lo mete preso. Cabe destacar que Juez, un petiso charlatán, amigo de los chistes groseros, lidera cómodo las encuestas de opinión. Luis Juez es un pintoresco personaje. Que vende una "imagen"que, de momento, los cordobeses compran. En el pináculo de la degradación de la política, "todo es posible", como en la vieja serie, "La Dimensión Desconocida". El rol de los medios de prensa de Río Cuarto es harto lamentable. El periódico "Puntal", publica diariamente, las "quejas" de "reconocidos" ciudadanos, respecto a los análisis de los periodistas porteños. Lo que no dice "Puntal", es que su Director, es testaferro de Enrique "Coti" Nosiglia. Lo que tampoco dice ni dirá "Puntal", es que su Director, un conocido "aspirante", es amigote de todos los involucrados en el caso. La mayoría también "aspirantes", como los partícipes del asado en la casa de Curchod. La prensa riocuartense, tanto la radio, como la televisión, intenta dar una versión bien descafeinada de la realidad. Por ello, no es de extrañar, que los lugareños consuman con avidez todo lo que publica la prensa nacional. Revistas como "Noticias", se agotan apenas llegan a los kioscos. Los noticieros de los canales porteños son vistos con tanta atención, que en los bares se produce un silencio de sepulcro, cuando transmiten en vivo y en directo desde el Imperio. El hombre del común, tiene muy en claro, que si quiere enterarse de "algo", lo tendrá que hacer por fuera de los medios locales. Luego de 10 días de estar en Río Cuarto, ciudad que desconocía, e investigación mediante, hemos recolectado información como para escribir una novela de espantos. Que transforman la telenovela "Amas de casa desesperadas" -Desperate Housewives-, en una versión light de Disney. Lo que hemos descrito, en estas tres entregas, es apenas una minúscula muestra de la punta del iceberg. No hemos volcado toda nuestra data por una razón básica: pudor. El segmento de la sociedad que rodeaba a Nora Dalmasso (menos del 5% de la población), constituye una verdadera "caldera del diablo". Se puede afirmar que eso pasa en todos lados. Puede ser. Pero, sinceramente, ni siquiera en Buenos Aires, hemos visto la orgía económica, social y moral del segmento poblacional más acomodado del Imperio. No todos los días una se encuentra con conductas tan llamativas. Y que la sociedad toda las acepte. Las calle. Y encima las oculte. Dos mañanas y una tarde, tomando café en los bares más emblemáticos, "La Barraca" y "La Abadía", bastaron para "tirarles" la lengua a todos los parroquianos. Fue simple. Una mujer foránea, sola, cruzando delicadamente las piernas y todos los varones literalmente "vomitan" los entresijos de la oculta realidad. "Mejor reír que llorar", como decía Peret.
Natalia Funes Alzaga, enviada especial de EOD a Río Cuarto, Córdoba