La defensa activa de Clarín en favor de Romina Tejerina y otras madres homicidas

A través de El Ojo Digital y otros medios independientes, muchos lectores se han puesto al día al respecto de los manejos políticos que hace el principal medio gráfico cuyos destinos rige la señora Ernestina Herrera de Noble. Los objetivos de esta insufrible dama son de lo más amplio, pero puede resumirse, sencillamente, en la obtención del más absoluto poder. En lo que ha sido una de las operaciones de extorsión más intolerables a nivel nacional, el Grupo Clarín logró que el Estado argentino, negociando con el ex presidente Eduardo Duhalde, licuara gran parte de los pasivos que el grupo empresario venía arrastrando desde tiempos de Carlos Menem. Las deudas de algunos cientos de millones de dólares fueron pesificadas como por arte de magia en un largo proceso que también contó con el voto favorable de Néstor Kirchner. Kirchner necesitaba de Clarín para minar desde el comienzo la imagen de Carlos Menem, para así poder vencerlo en las elecciones presidenciales. Tanto Clarín como Página 12, Revista 23 y demás medios asociados -incluyendo radios, encuestadores de opinión y señales televisivas- contribuyeron a generar un estado de miedo entre los electores para que no eligieran nuevamente al riojano. Lo lograron, pues, a pesar de que Kirchner perdiera la primera vuelta, el miedo construido artificialmente sobre la figura de Menem, haría ganar al patagónico en una segunda tanda electoral. Héctor Magnetto y Ernestina Herrera de Noble saben a la perfección que ningún gobierno o funcionario resiste más de 5 tapas negativas del "gran diario argentino". Y, en el momento de conversar con la política al respecto del pasivo del Grupo, bien se lo han hecho saber. El Grupo Clarín es un multimedio que constituye una grave amenaza a la democracia. Desde Menem hasta Kirchner, toda la política ha contribuído a incrementar su influencia. A Néstor Kirchner, las visiones parcializadas del Diario Clarín le han servido como ninguna otra herramienta de propaganda política. El Diario ha atacado sin piedad a opositores políticos a través de la pluma de su director Ricardo Kirschbaum y su periodista estrella mercenario, Eduardo van der Kooy. Los ataques contra la Iglesia, las fuerzas armadas, Mauricio Macri, Juan Carlos Blumberg, Roberto Lavagna y otros, aparecen en Clarín en forma planificada para causar los debidos golpes de efecto. El diario también ha ejercido una defensa vehemente del padrino y capomafia del fútbol argentino y mundial, Don Julio Grondona, a pesar de los incontables muertos que se han producido en las canchas desde el retorno de la democracia. Clarín llega al ridículo de intentar imponer al técnico favorito para la selección nacional de fútbol, y se encarga de destruir la reputación de los candidatos que no son de su preferencia. Clarín promocionó la figura del ex presidente Fernando de la Rúa hasta lo insoportable, y aún en los momentos de más baja popularidad del ex mandatario. Aquel debió huir cobardemente en helicóptero, dejando a la nación en la peor de las ruinas desde el tendal dejado por el más reprobado de todos los presidentes argentinos, Raúl Alfonsín. Clarín presionó efectivamente para liberar a los guerrilleros homicidas que protagonizaron el ataque al cuartel de La Tablada, a pesar de haber liquidado a sangre fría a conscriptos del Ejército que intentaron, en vano, defender su base. Los grupos de "derechos humanos" más emparentados con el gobierno -aquellos que obtienen fondos ilimitados de parte de Kirchner, para no criticarlo- tienen privilegios exclusivos a la hora de fijar la agenda del medio. Tal es así que Clarín se ha convertido, desde hace un tiempo, en el más férreo defensor de la legalización del aborto en la República Argentina. A este respecto, el medio defendió a la madre homicida Romina Tejerina, con todas sus herramientas retóricas disponibles. Pero la defensa de la homicida Tejerina -hoy en libertad- no constituyó la excepción a la regla. Clarín se ocupó de defender a otras supuestas "víctimas" que habían destripado a sus bebés no deseados, mucho tiempo después de nacidos, con la pálida excusa de que verlos les recordaba a la imagen de sus violadores. El pseudoperiodista desconocido Ricardo Canaletti -email rcanaletti@clarin.com- publicó hace poco tiempo un artículo en el que realizó una encendida defensa de Romina Tejerina. La nota comienza con un intento de atenuar las barbaridades que el autor escribiría líneas más abajo. Comienza condenando al delito pues "es homicidio". Expresiones del estilo "matar una criatura es un hecho grave" se ven trastrocadas luego por defender a la homicida dado que, al momento de asesinar fríamente a su bebé, se hallaba en un estado emocional violento. Finalmente, y en su sentencia más polémica y violenta, el periodista define que el homicidio de un bebé es "un homicidio con atenuantes". El remate del artículo es todo un lujo : "En fin, no parece justo dejar solas a mujeres como Tejerina, de crítico desarrollo social y cultural y sometidas a grandes presiones". Ricardo Canaletti no es el único culpable de esta historia. Con absoluta evidencia, la dirección del periódico se ocupó de bajar la correspondiente línea editorial y puso al periodista a expresarse en términos que la política manda. Mandan los activistas políticos de una extrema izquierda vetusta que, alimentada por alguna potencia extranjera, sólo buscan sembrar divisiones y generar violencia en el país. Pues tal es su única razón de ser : el conflicto. Clarín es la avanzada en pro del aborto, en la forma de un sistema automático de imposición mediática de temas que la sociedad no tiene tiempo, o no interesa de tratar. Ya sea que el aborto sea en definitivo un tema correcto o no, lo inaceptable es que el mencionado medio sólo conoce la vía de la imposición para insertar los temas de discusión. Pero lo verdaderamente inaceptable es que el diario ha tomado posición no ya sobre el aborto, sino que abiertamente menciona que asesinar niños recién nacidos es correcto y debería ser permitido en la letra de la ley. Tal es la expresión del repudiable Ricardo Canaletti y tal es la opinión de quienes rigen los caminos del periódico. Escalando algunos niveles por encima del tema puntual de Tejerina y las madres homicidas, el presente ejemplo se circunscribe en el terreno de los globos de ensayo que el gobierno de Néstor Kirchner permanentemente utiliza para conocer la opinión de la sociedad frente a temas sensibles. En su momento, hizo lo propio con las reelecciones indefinidas y lo mismo con el adelantamiento de las elecciones presidenciales para marzo de 2007, tema que volverá al tapete pues cosas están saliendo verdaderamente mal para el Presidente. Por supuesto, Clarín siempre fue el vehículo de estos globos de ensayo. A los efectos de contrapesar los intentos de este medio para influir con óptica oficial sobre los temas que preocupan a la ciudadanía, lo más correcto para esta sería participar, escribiendo emails o alimentando encuestas online que se vislumbran "oficialistas" para hacer saber a los titulares del periódico que no cuentan con la impunidad que ellos consideran, pues la gente los está leyendo. De todos modos, es observable el incremento de las opiniones negativas que el diario Clarín está cosechando en la calle : leído solo por taxistas y futboleros, el resto de la sociedad se ha hartado del pintarrajeo constante e insoportable de una realidad perfecta, de un país en el que todo "anda bien".