INTERNACIONALES: POR EL DR. RAMIRO ANZIT GUERRERO

La incierta Cuba postcastrista

El escenario caótico que se derivará de la inevitablemente cercana muerte de Fidel Castro ya está siendo estudiado por Washington. Estados Unidos aparece como la única nación capaz de amortiguar el futuro caos social cubano y de contener a las masas que escaparán masivamente de la isla.

21 de Julio de 2010
A pesar de que Fidel Castro (79) ha designado a su hermano Raúl como su sucesor en la conducción del régimen en caso de muerte, los Estados Unidos recientemente crearon la Oficina para la Reconstrucción y Estabilización de Cuba para planificar el después de la caída de Castro. Esto se hizo dentro del marco del Departamento de Estado en colaboración con el Departamento de Defensa y a cargo de Caleb McCarry, designado por Condoleezza Rice. La Oficina buscaría asegurar la transición democrática y pacifica en la Isla caribeña a la vez que procuraría asegurar el libre mercado. Entre las estrategias que plantea el gobierno estadounidense esta la de debilitar las medidas y medios de supervivencia de la dictadura castrista, por medio de la implementación inmediata en el país de ayuda alimentaría y medica, subsidios y un sistema educativo con nuevos planes de estudios para las escuelas básicas. Cabe destacar que para cumplir con este curso de acción sería necesario contar con la colaboración de los grupos disidentes que se encuentran actualmente en territorio cubano, y los exiliados cubanos residentes en los Estados Unidos, que son los principales impulsores de los cambios dentro de la actual Cuba y posiblemente los únicos que podrían contener a las personas que quieran realizar un éxodo masivo a los Estados Unidos después de la caída del régimen. El disparador para la creación de la Oficina de la Reconstrucción habría sido un informe de la CIA que destacaría la precaria salud de Fidel Castro. El líder cubano padecería la enfermedad de Parkinson desde 1998, lo que demostraría actualmente los cambios fisiológicos visibles que presenta Castro como problemas para caminar y los defectos del habla que se traducen en los discursos públicos en las palabras confusas y como se desvía del tema central que expone en los mismos. Este deterioro físico se habría traducido en los desmayos que padeció Castro, las caídas y el hecho de no haber ido, como es su costumbre, a visitar los lugares afectados por el huracán Wilma. La realidad demuestra que a pesar de las actividades de prospección que esta emprendiendo el gobierno estadounidense, el futuro de Cuba es incierto ya que aunque caiga Castro, la sociedad de ese país tendría que buscar un encuadre posible de enmarcarse dentro de la economía de los Estados Unidos, cuestión que después de más de 40 años de régimen socialista habría oxidado los engranajes del sistema para poder integrar un mercado libre, abierto y sin restricciones con la posibilidad de un equilibrio en el marco de un desarrollo con autonomía. El dilema principal se encuentra en la forma de realizar la transición cuando las estructuras de la nación caribeña han estado anquilosadas por casi medio siglo. Este cambio, ante la caída del régimen castrista puede darse de forma abrupta o paulatina, la cuestión esta en como responderá una sociedad que ha vivido bajo la opresión militarista (ejercito), la domesticación conductista intelectual (censura) y el sistema de nomenclatura (partido) ante el desafió de ser un país libre, democrático e independiente con capacidad de autodeterminación en un mundo con nuevos desafíos como el crimen organizado, el terrorismo, la pobreza y el desempleo.
Dr Ramiro Anzit Guerrero