INTERNACIONALES: EL CONFLICTO CHILENO-PERUANO SIGUE SU CURSO

Escalada : congreso peruano aprueba ley sobre límite marítimo

El Congreso aprobó ayer, jueves, de forma unánime y rotunda, el proyecto de ley que establece las líneas de base del dominio marítimo de Perú, lo que Chile considera un atentado contra su soberanía. La Cancillería argentina, en silencio.

21 de Julio de 2010
Con 98 votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención, todas las bancadas parlamentarias del congreso peruano dieron un respaldo contundente al proyecto de ley del Ejecutivo para establecer los puntos referenciales que determinan sus 200 millas marítimas. Para el gobierno del presidente Alejandro Toledo, la aprobación de la norma por el Congreso es el primer paso de una estrategia dirigida a resolver lo que considera un tema pendiente con Chile, la demarcación de sus límites marítimos. La aprobación del proyecto de ley se concretó luego de una rápida exposición de criterios por parte de los representantes de los grupos parlamentarios, que duró unos 45 minutos. "Esta es una oportunidad de expresar con contundencia nuestro espíritu nacionalista y de peruanidad, pero sin ánimo de desafío ni beligerancia", dijo el congresista Pedro Morales, de la Unión Parlamentaria Descentralista. "Somos defensores de la soberanía nacional pues este dictamen no hace otra cosa que dar cumplimiento al artículo 54 de la Constitución del Estado para fijar los puntos de referencia que nos permitan luego determinar cuál es nuestro territorio marítimo, pero eso será en el futuro", aclaró. El discurso común de los legisladores que hicieron uso de la palabra es que para Perú no existe un tratado de límites marítimos con Chile. La sesión congresal fue seguida también por grupos de periodistas chilenos. "El Perú declara que nosotros no tenemos ningún tratado, convenio, ni acuerdo de carácter limítrofe que delimite el espacio marítimo con Chile", sostuvo el congresista oficialista Carlos Ferrero. El siguiente paso que pretende dar Perú en la búsqueda de definir su frontera marítima con Chile, es la aprobación por el Congreso de la adhesión a la Convención del Mar en el convencimiento de que este instrumento internacional le serviría para defender mejor su postura ante su vecino del sur. Chile dijo ayer que recibió con calma la aprobación en el Congreso de Perú de una polémica ley sobre la frontera marítima entre ambos países, aunque insistió en que la norma no tiene efecto internacional y que hará respetar acuerdos vigentes. Casi simultáneamente, el presidente Ricardo Lagos y varios de sus ministros desmintieron rumores periodísticos que hablaban de una movilización de militares y marinos hacia la frontera con Perú. Resta ahora ver cómo se moverá el gobierno chileno, puesto que la inacción llevaría al país trasandino a aceptar la delimitación fijada por los peruanos. Es interesante destacar el hecho de que el presidente peruano se encuentra en un momento de baja popularidad, y hasta cierto punto sería correcta la apreciación de que intenta aprovechar la cuestión limítrofe para aglutinar a la ciudadanía bajo la bandera del nacionalismo. Si bien es prematuro llevar adelante un análisis correlativo de fuerzas militares, las estadísticas iniciales inclinan la balanza levemente hacia el lado peruano, debido a su supremacía aérea con respecto al material chileno, y al hecho de la vasta experiencia en combate que las fuerzas armadas peruanas han acumulado, luego de décadas de acciones militares contraterroristas. La Cancillería argentina no da señales de vida En la Argentina, el Palacio San Martín -la cancillería local- no ha emitido comentarios al respecto del conflicto que involucra a chilenos y peruanos. Es evidente que el Canciller Rafael Bielsa ignora la importancia del conflicto, o bien se halla preocupado por la Cumbre de las Américas -que no arrojará resultados- y otras cuestiones menores. El rol que la Argentina asuma en este conflicto deberá ser cuidadosamente analizado, ya que cualquier señal equívoca redundará automáticamente en la desmejora de las relaciones con alguno de los países en pugna. A este respecto, la única nación que ha tomado una posición es Ecuador, que se apresuró a declarar su neutralidad. Bolivia, por su parte, sigue enfrascada en sus conflictos políticos internos, y no está en condiciones de invertir tiempo y diplomacia en el asunto. Las miradas entonces, se dirigen irremediablemente hacia la Argentina. Pero nuestro país ya ha tenido roces con el Perú por la cuestión de armas trianguladas hacia el Ecuador en tiempos de Carlos Menem, y más recientemente, la Administración Kirchner ha "sopapeado" a Chile, mediante el corte de la mayor parte de los envíos de gas que la vecina nación recibía desde nuestra Patagonia. Ninguno de los escenarios diplomáticos es deseable, ya que la neutralidad tal vez sea el más erróneo de los caminos a transitar. Como consecuencia de esta hipotética acción, la desconfianza hacia la Argentina podría incrementarse aún más, en ambos países, Chile y Perú. Chile ya se ha movilizado a los efectos de buscar apoyo en las diplomacias argentina y brasileña, aunque las respuestas aún se desconocen. Quizás la solución más adecuada pase por una intervención directa de nuestro país, en pos de asistir al diálogo entre las dos naciones, y ofrecer a Buenos Aires como sede de conversaciones diplomáticas. No a modo de garante -pues tal postura podría, con derecho, ser vetada desde el Perú-, pero sí en una forma directamente participativa que garantice en un tiempo acorde, la firma de los tratados que, eventualmente, pongan punto final a las controversias entre los vecinos. La postura argentina debería ser interpretada, no como "a favor de y en contra de", sino "a favor de las dos naciones y de la paz". En cualquier caso, el Canciller Bielsa continúa sin atender el teléfono. Por estas horas, estará visiblemente preocupado con la posibilidad de que George Bush -el huésped de honor de Mar del Plata- sufra algún atentado. O tal vez la preocupación del Canciller esté relacionada con su pobre performance en las recientes elecciones en Capital Federal. La Argentina ha perdido el rol de liderazgo en la región, que supo ostentar tiempo atrás. Hoy por hoy, las palabras del presidente de Estados Unidos, George Bush, son más que evidentes cuando se considera este tema : "Cuando hay algún problema en la región, llamo a Lula".
El Ojo Digital Internacionales y Prensa.com de Panamá