SOCIEDAD: POR HORACIO CAMINOS

El gremio La Fraternidad, fija posición contra la violencia y el servicio de transporte de trenes

He sentido el dolor de presenciar los hechos de Haedo, a la vez que tuve la oportunidad de manifestarles a los mismos protagonistas de los hechos en el mismo lugar del hecho, que lo que hacían era un delito y que era en vano protestar de esa manera, puesto que los Trenes no son propiedad de la empresa sino de toda la sociedad argentina.

21 de Julio de 2010
Porque nadie combate a los caníbales comiéndose a los caníbales. Por tal motivo, fui abucheado e insultado por los activistas que con total impunidad procedían impunemente a la mas bestial y despiada depredación que recuede nuestra vecindad. Como secretario de prensa de mi organización, me correspondió minutos después anunciar a todos los medios presentes, un Paro de Actividades en Repudio, requiriendo que la Autoridad Pública interviniera ya que se estaban quemando dos trenes a fuego lento sin que nadie hiciera nada, motivo por el cual fui nuevamente atacado por los manifestantes, en un hecho que registraron las cámaras de los distintos medio allí presentes. Es clara y notoria la posición y la metodología de La Fraternidad frente a otras prácticas sociales, gremiales y/o políticas que tiran las piedras y esconden la mano; ya que mientras otros hacían discursos iluminados por la llamas de los trenes que ardían en los andenes de Haedo, La Fraternidad salió a defender a esos mismos trenes, tal como lo viene haciendo desde hace 118 años. En cuanto a la posición del gremio en torno al controvertido tema de los ferrocarriles, no creemos que pueda mejorar la situación bajo el actual deficiente marco jurídico. Nos manifestamos en favor de la sanción de una Ley Federal de Transporte sobre la base de la complementariedad de los modos técnicos alternativos (multimodal), que ponga negro sobre blanco el nivel de subsidios que el Estado Nacional aporta a los diversos modos de transportes. Ya que nadie dice que el Estado Nacional soporta de sus arcas el sistema carretero, que construye y mantiene las carreteras, los puentes y los tuneles del sistema automotor a la vez que mantiene el sistema de señalización, carteles y semáforos y la seguridad del tránsito junto con la Policia Federal, provincial y municipal. No creemos en la reestatización de los ferrocarriles en forma lineal y simplista en el marco de un Estado reducido que no garantiza ni la Seguridad, la Educación, ni la Salud Publica. Creemos sí, en la reestatización de la infraestructura y el concesionamiento con pago de cannon de los sevicios. Y que en los procesos licitatorios puedan competir libremente las empresas privadas, pero también las públicas, mixtas y/o co-gestionadas, ya que en innumerables lugares del interior del país no existe rentabilidad para la explotación de los servicios y bien pueden éstos garantizarce mediante la coogestión de los Estados Provinciales y Municipales. La constitución de un Ente de Control y Fiscalización con participación de las organizaciones de usuarios y trabajadores es otro de los puntos que consideramos conveniente. La creación de un Fondo Fiduciario del Sistema ferroviario que surja de los fondos provenientes del ONABE -que tiene a su cargo la venta de inmuebles y bienes ferroviarios- y que sirva para financiar las obras de infraestructura (entre 80.000 y 120.000 U$S Kilometros/anuales) que la Industria necesita. Hecho que las empresas privadas han demostrado acabadamente no estar en condiciones de hacer. Creemos que se puede en tanto y en cuanto haya voluntad política para devolver al país una herramienta estratégica para el crecimiento y la integración de las zonas productivas del interior del país. Creemos que sólo se puede crecer con garantías jurídicas -,garantías de las que la Argentina carece en materia de Transporte- y que aquello sólo puede venir de la mano de una Ley Federal de Transporte, que considere las necesidades de la sociedad -especialmente los usuarios del trasporte ferroviario de pasajeros que deben tratados dignamente-; de los pequeños y medianos productores agropecuarios e industriales del interior del país, que hoy se ven claramente imposibilitados de utilizar los ferrocarriles en manos de las grandes grupos, debiendo utilizar el sistema automotor y pagar elevados costos en materia de fletes, encareciendo insoportablemente el precio final de los productos en el mercado interno. Todo lo cual les quita competitividad para la actividad de exportación. Un país sin trenes es una Nacion sin futuro.
Horacio Caminos - Prensa, La Fraternidad