INTERNACIONALES: LA CUMBRE DE LAS AMERICAS DE MAR DEL PLATA

Fuerza de tareas argentino-estadounidense para cuidar el espacio aéreo de Mar del Plata

El jefe del Estado Mayor Conjunto, Brigadier General Jorge Chevalier, pondrá en marcha la fuerza de tareas conjunta con responsabilidad primaria en la destrucción de aviones «civiles hostiles» que sean un riesgo para la seguridad de la Cumbre de las Américas.

21 de Julio de 2010
Mañana, Chevalier hará una gira por los aeropuertos de Comandante Espora, Mar del Plata y Tandil, asiento de las aeronaves de la Fuerza Aérea -Skyhawk A4 Fightinghawk y Mirage III-, que brindarán la cobertura necesaria para prevenir ataques de aviones furtivos a los 34 mandatarios que sesionarán durante el encuentro regional. Pero la misión más delicada de Chevalier -un veterano de Malvinas que cumplió misiones de bombardeo en San Carlos y monte Kent- será verificar la puesta a punto de los 12 misiles AIM9-M Sidewinder adquiridos a la Fuerza Aérea norteamericana para ser lanzados desde los cazas A4-AR y A4-M Fightinghawks, en caso de necesidad. Son la última respuesta letal ante un ataque a las instalaciones de la Cumbre. La semana pasada, en los Estados Unidos, Jaime Garreta, virtual ministro a cargo de Defensa, tomó conocimiento del dispositivo que empleará la Fuerza Aérea de ese país: 4 aviones AWACS, aparatos de vigilancia radar de largo alcance, 6 helicópteros Blackhawk y 2 aviones tanque para reabastecimiento. Los AWACS, sigla en inglés de Airbone Warning and Control System, forma parte del esquema de seguridad del presidente George Bush, es una aeronave que porta un radar de alta complejidad y detecta aviones a gran distancia (más de 320 kilómetros). La Argentina tuvo planes para contar con este tipo de aeronave -y hasta desarrolló un prototipo apenas después del conflicto de Malvinas-, pero los sucesivos recortes presupuestarios de parte de gobiernos democráticos hicieron inviable su continuidad -a la vez que eventualmente lograron destruir la capacidad de defensa aérea del país-. A través del agregado militar de la Embajada de los Estados Unidos se establecieron contactos para incorporar 12 aviadores militares argentinos, con el grado de mayores y vicecomodoros, a las tripulaciones de las aeronaves estadounidenses. La incorporación de los aeronáuticos servirá para que el comandante de la fuerza de tareas conjunta, brigadier José Gabari Zoco, disponga de información de primera mano en la central de operaciones acerca de la situación del espacio aéreo que circunda el predio de las deliberaciones. También habrá aviadores norteamericanos en la central de operaciones de Mar del Plata, y en los hechos, a nadie escapa que la vigilancia estará principalmente a cargo de militares estadounidenses. El procesamiento de los datos brindados por los AWACS requiere de la presencia de personal especializado. No es el único canal abierto, se recibirá información de inteligencia por dos redes que tienen su origen en el sistema de intercambio con el Comando Sur del ejército norteamericano: ARGUS y SOUTHNET. El camino cibernético se usa habitualmente con enlaces en los servicios de inteligencia de las tres fuerzas y uno en el Estado Mayor Conjunto. Por ellas se brinda información de posibles amenazas de buques o aeronaves. Hace ya quince días otra delegación de dos personas visitó las oficinas de inteligencia del Comando Sur: el saliente director nacional de inteligencia estratégica militar, Sergio Mileo, y el jefe de la inteligencia naval, contralmirante Pablo Rossi. Nada puede quedar librado al azar ante un escenario que involucra riesgos de atentados. Tres alarmas de fuga de gas-que los medios argentinos se apresuraron a caracterizar de inexistentes- en líneas de subterráneos, tocaron el nervio de la SI -ex SIDE-. Los analistas encuadraron la especie en actos de desconocidos para comprobar la capacidad de reacción de los organismos oficiales y la respuesta a la evacuación. Algunos analistas adjudicaron el mencionado "globo de ensayo" a grupos fundamentalistas árabes que tuvieron por objetivo, testear la respuesta de la seguridad a nivel local. Pero lo cierto es que, día a día, nuevos atentados contra objetivos extranjeros en la Argentina son silenciados por la prensa, a la vez que muy pocos o ningún medio procedieron a informar sobre operaciones de arrestos preventivos -de carácter clandestino- que están teniendo lugar en la ciudad de Mar del Plata. En algunos casos, se describió a los "comandos" como constituídos por grupos de más de 4 personas, fuertemente armados y con las caras cubiertas con capuchas. Otro hecho que la prensa nacional no ha acertado a informar es que, no sólo la seguridad en el área de la Costa Atlántica estará principalmente controlada por elementos de las fuerzas armadas de Estados Unidos, sino que estos elementos están autorizados por Washington para hacer arrestos e incluso responder con fuego ante amenazas reales o potenciales. De más está decir que los efectivos estadounidenses -fuerzas armadas, CIA y Servicio Secreto- no perderán el tiempo consultando a las autoridades argentinas para actuar conforme a este plan. Y tampoco sería correcto afirmar que, tanto el Canciller Rafael Bielsa como el mismísimo Presidente Néstor Kirchner se encuentran gravemente preocupados ante la posibilidad de la intervención directa de efectivos estadounidenses, ya que, de suceder ésta, el episodio deberá ser ciertamente afrontado por la presente Administración, mediante el pago de elevadísimos costos políticos.
Ambito Financiero y El Ojo Digital Internacionales