Elecciones nacionales : importante victoria de Macri contra Bielsa; piqueteros festejan triunfo de Cristina Fernández

Los resultados oficiales desde el Miniterio del Interior dan cuenta del importante rechazo que el Frente para la Victoria y el Presidente Néstor Kirchner recibieron de parte del electorado de la Capital Federal. Mauricio Macri se estaría imponiendo con un 34% del electorado, mientras que Elisa Carrió se encontraría 12 puntos por debajo -con un 22%-, y el Canciller Rafael Bielsa se ubicaría a la enorme distancia de 14 puntos con respecto del PRO -logrando un exiguo 20% de preferencia-. Las informaciones confirman, sin posibilidad de error, la insensatez y el poco profesionalismo de encuestadoras oficiales que hablaban de una popularidad del Presidente Néstor Kirchner de más del 70% : tal escenario resultó inverosímil para el mapa nacional. De otro modo, no se explican los porcentajes que el oficialismo ha obtenido en las provincias más importantes y sus centros urbanos. En donde sí han surtido el efecto deseado las encuestadoras que hoy están bajo la lupa, es la Provincia de Buenos Aires. Los formadores de opinión del oficialismo han colaborado en gran medida para implantar la idea de una victoria por parte de Cristina Fernández de Kirchner, desde mucho tiempos antes de la elección. La Primera Dama se impuso por una diferencia de más de 20 puntos porcentuales, sugestivamente, tal como lo señalaron muchos encuestadores. La táctica de la utilización exagerada del diario Clarín para promocionar diferencias importantes en favor de la candidata del Frente para la Victoria, más la entrega planificada de electrodomésticos están decidiendo en forma importante la elección. Valga destacar también el festejo de grupos piqueteros violentos que se acercaron al búnker de Cristina Fernández de Kirchner para celebrar la victoria; el episodio viene a confirmar las sospechas sobre dineros oficiales entregados al piqueterismo violento, y dicho sea de paso, pueden deducirse obvias conclusiones al respecto de la postura del gobierno del Presidente Néstor Kirchner con respecto a la inseguridad y al asistencialismo. Con respecto al resto de los distritos, en La Rioja, el Presidente Néstor Kirchner ha tenido que recurrir a varios cientos de millones de pesos para financiar al gobierno contrario a Carlos Menem, al que igual fue muy complicado doblegar : Maza se impuso con un 51% de los votos, contra un 40% del ex presidente. En San Luis -otro de los distritos importantes-, el Frente para la Victoria fue virtualmente arrasado por el Partido Justicialista, cuyas riendas conducen los Rodríguez Saá -victoriosos con un 63% contra el 17% de los kirchneristas-. La infiltración de agitadores y hasta elementos duros del sector docente, por parte del gobierno, no alcanzaron siquiera para arañar la imagen de los Saá en la provincia, y la población puntana sigue apreciando la labor de los caudillescos hermanos. Tampoco tuvo fortuna el oficialismo en la provincia de Misiones, donde el Frente Renovador se alzó con el 46% de los votos, contra el 28% del Frente para la Victoria. En Chaco, por su parte, el gobernador Rozas se impuso con su agrupación -el Frente de Todos- con un 56% de los sufragios. En Córdoba, los medios se refieren al oficialismo con una victoria, pero la sola mención de la noticia es incorrecta, pues el gobernador De la Sota no comparte las políticas de Kirchner : solamente se refirió escasas veces en público en términos de "apoyar la política del Presidente". El triunfo cordobés es atribuíble a De la Sota, no a Kirchner. Sería otro distrito importante que no sonríe al oficialismo. Y qué decir de la provincia de Santa Fe, donde el socialismo que dirije Hermes Binner -uno de los pocos socialistas serios de la Argentina y un reconocido político-, se ha impuesto con el 43% de los sufragios. El Frente para la Victoria quedó detrás, con un 33%. La primera consecuencia que arroja esta elección tiene que ver con la imposibilidad del oficialismo para escapar de la obtención de quorum en el Congreso de la Nación : tendrá 116 diputados propios pero no alcanzan las "fichas" para votar las propias leyes con mayoría. El escenario tan temido por los kirchneristas ya debe ser enfrentado : deberán negociar leyes y cuestiones clave con el duhaldismo -de quienes están ahora separados en forma oficial-, y con partidos pequeños que también clamarán por los dineros del Estado, a cambio de tratar proyectos de ley del kirchnerismo. Otro factor interesante para estudiar -y que ningún medio ha mencionado- es que el Presidente Néstor Kirchner deberá dar explicaciones acerca de la relación del Gobierno con las encuestadoras que le otorgaban un poco creíble nivel de aceptación de sus políticas e imagen, de más del 70% de la ciudadanía. En lo referente al tema medios, aquellos que reciben publicidad oficial -Clarín, Página 12, La Nación y otros- destacarán la victoria del oficialismo en la Provincia de Buenos Aires y minimizarán el triunfo macrista, y hasta insistirán en que el Presidente surgirá como más fortalecido, pero el análisis que prevalecerá es aquel que destaca que la Capital Federal mayoritariamente se halla alejado de las políticas presidenciales. El resultado acontecido en el distrito federal de la Argentina es, sin dudas, un trago amargo para el Gobierno, que aspiraba a boicotear las posibilidades de Mauricio Macri, atacándolo en forma autoritaria con epítetos acusatorios de "derechista" y "menemista". Sin dudas, factores como la inseguridad, connivencia entre funcionarios kirchneristas y piqueteros, la tragedia de Cromañón, la inflación y la violencia gremial han contribuído para que los ciudadanos de Buenos Aires se explayaran en forma de importante rechazo a la figura del Presidente y su candidato, el Canciller Rafael Bielsa. Pero el lector deberá estudiar la presentación de la noticia en los medios más importantes : diga lo que se diga, de esta victoria no ha salido nada novedoso ni tan positivo para el Presidente Kirchner. Ha debido recurrir a la atiborrada billetera del Estado -dinero de los contribuyentes- para sostener a sus aliados provinciales. Y esto ni siquiera le ha servido para obtener victorias en los distritos más importantes. La Provincia de Buenos Aires es la única excepción, aunque allí siempre triunfa el aparato electoral de quien pilotea el Estado. Pero ha perdido Santa Fe, Córdoba, Capital Federal, San Luis y otras provincias de peso. Aquellos distritos provinciales en donde se impuso, no tienen el peso suficiente a nivel nacional como para describir la victoria que ciertos medios intentan disfrazar de "aplastante". La necesidad del voto optativo Corresponde un último -pero no menos importante- capítulo, para denostar las declaraciones del periodista Gustavo Sylvestre -peón del Diario Clarín- que ha disparado contra "los agoreros que dicen que la gente está divorciada de la política y que dicen que no hay que ir a votar". Un comentario que confirma la posición del medio en cuestión, en favor de proteger de la crítica a la corporación política que continúa haciendo de las suyas en la Argentina. Sylvestre debería comprender que la gente va a votar porque prefiere evitarse el problema de la justificación, y de la posible visita de policías federales a su casa para procesarlo por "desertar" de su obligación con las urnas. Hoy, más que nunca, corresponde permitir a la ciudadanía la posibilidad de optar por votar o por no hacerlo.