SOCIEDAD: POR MARIA CECILIA PANDO DE MERCADO

La justicia, acorralada

El 13 de Octubre próximo pasado una noticia colocaba a Paso de los Libres en el centro de la escena nacional. El Juez Federal decidió dictar el procesamiento y la prisión preventiva para 5 militares acusados de conformar “una asociación ilícita” que habría participado del “secuestro, torturas y desapariciones” de delincuentes terroristas montoneros, durante la contraofensiva que dicha organización llevó a cabo durante los años 1979 / 1980.

21 de Julio de 2010
El análisis del auto de procesamiento difundido a través de distintos medios de comunicación, pone de manifiesto que la medida adoptada por la ¿justicia? Libreña no se corresponde a los fundamentos esgrimidos. La explicación verdadera no se encuentra dentro de la causa, las razones de fondo se encuentran en el entorno. En su apuro por complacer al poder político y a las organizaciones de derechos humanos hemipléjicos, los magistrados de la ciudad correntina no tuvieron vergüenza ni respetos humanos. Como siempre en estos casos, se acudió a figuras jurídicas rimbombantes, tan genéricas e infundadas que hacen imposible su prueba y su defensa. ¿De qué asociación ilícita están hablando, si los militares acusados formaban parte del Ejército Argentino, llamados por un gobierno constitucional al aniquilamiento de los elementos subversivos? ¿No constituían acaso una verdadera Asociación Ilícita las fuerzas terroristas de los Montoneros que pretendían ingresar clandestinamente al país para combatir al estado – nación? Se entiende que aquellos que bregaban por la conformación de un “Ejército Popular”, en reemplazo del Ejército Argentino, asuman que la institución heredera de San Marín y Belgrano sea por sí misma una Asociación Ilícita, ya que según su lenguaje, representa los intereses de la “burguesía” imperialista. Pero que este razonamiento lo asuma el poder judicial transforma a los funcionarios del mismo en auténticos Comisarios Políticos de un régimen absolutista que cada día da muestras más evidentes de su vocación totalitaria. Pero la verdad se impondrá finalmente y llegará el día que hasta las piedras gritarán a los 4 vientos que todo el Ejército Argentino fue llamado a participar y participó efectivamente en la guerra contra el terrorismo, cumpliendo normas jurídicas (reglamentos vigentes en la época) que el estado había puesto en sus manos, en su cabeza y en su corazón, para instruirlos en la guerra antisubversiva. Decíamos al principio que las verdaderas razones de las medidas tomadas por la Justicia Federal en Paso de los Libres, se encontraban en el entorno, eran extrínsecas a la causa. ¿Por qué, entonces, el Juez Federal dispuso el procesamiento y prisión preventiva de los militares implicados?. El primer factor que habría pesado en la decisión puede identificarse el 23 de junio, cuando Martín Granovsky, un columnista habitual del Organo de Prensa del gobierno (Página 12), publicó un sorprendente trabajo de investigación, respecto a la connivencia entre la Justicia Federal de la ciudad y presuntas actividades delictivas en la Aduana de Paso de los Libres. El mensaje mafioso era claro... O cumplen su rol en el negocio de la Justicia Popular del Régimen o todos los trapos sucios serían ventilados en los medios nacionales afines al gobierno. Pero había que cubrir las formas, razón por lo cual recién tres meses después la Justicia Federal cumpliría su parte en el presunto acuerdo. La amenaza latente se hizo más clara tiempo después, cuando el mencionado periodista era seleccionado por el Gobierno Nacional para desempeñarse como Presidente de la Agencia de noticias TELAM. El circuito cerraba perfectamente, habría que cuidarse no sólo de Página 12, sino de todos los medios que dependen de la Agencia Oficial de Noticias. Y los magistrados de Paso de los Libres no tenían vocación de mártires, máxime cuando el principal afectado tendría legítimos intereses para ascender en su carrera a un puesto como Juez de Cámara. El segundo factor cronológico, aunque no menos importante que el primero, lo encontramos en la decisión del Consejo de la Magistratura de someter a Jury de enjuiciamiento a los miembros de la Cámara Federal de Resistencia, por haber fallado en favor de la libertad de los militares procesados por la Causa conocida como Margarita Belén. A pedido del Centro de Estudios Legales y Sociales, conducido por el viejo militante de la inteligencia montonera, Horacio Verbitsky, el Consejo decidió procesar y someter a juicio político a los mencionados camaristas. El mensaje mafioso sigue siendo claro... no importa el contenido, todo miembro de la justicia que falle favoreciendo a los uniformados se queda sin trabajo... Finalmente, no podemos olvidar en este análisis a la oportunidad de la decisión de la Justicia, a tan sólo 10 días del promocionado plebiscito del presidente Néstor Kirchner, en las elecciones legislativas de la República Argentina. No puede soslayarse que la administración central ha puesto como eje de su ejercicio de gobierno una política revanchista, que amparada en una política de derechos humanos, aspira a la venganza contra todos los militares que derrotaron al terrorismo en la década del 70. La mejor manera de congraciarse con el nuevo dictador solapado, es emitir fallos que gocen del beneplácito y agradecimiento del presidente y sus amigos. Lo que olvidan algunos magistrados es que no todo dura para siempre y que tarde o temprano, los regímenes totalitarios, aunque disfrazados de democracia, caen por su propio peso específico... porque los derechos de la libertad, la justicia y la verdad no pueden ser pisoteados en forma permanente. La historia del mundo y de nuestra patria debieran servir para que reflexionemos. Finalmente, a pesar del tono crítico de esta nota, quiero manifestar públicamente que comprendo a los miembros de la Justicia Federal en Paso de los Libres. Si los propios miembros del Ejército Argentino, salvo honrosas excepciones, son tibios en la defensa de sus propios camaradas, ¿Porqué habrían de arriesgar sus carreras, sus fortunas y sus privilegios, los miembros del Poder Judicial?
María Cecilia Pando de Mercado