SOCIEDAD: ATENTADOS CONTRA EMPRESAS DE ORIGEN ESTADOUNIDENSE

Hacia un retorno del terrorismo

Los atentados contra locales de empresas de capitales extranjeros que tuvieron lugar recientemente, comienzan a llamar la atención por el carácter de incipiente terrorismo que exhiben, a la vez que el Ministro del Interior Aníbal Fernández y el Gobierno Nacional, poco hacen para perseguir a sus autores. ¿Sabe el Gobierno quiénes están detrás? El por qué de la inacción.

21 de Julio de 2010
Una serie de ataques incendiarios causó importantes daños en bancos y comercios del Gran Buenos Aires, y en la mayoría de los casos fueron distribuidos panfletos en los que se repudiaba la próxima visita que hará a la Argentina el presidente norteamericano, George Bush, para participar de la Cumbre de las Américas. Los ataques -que han tomado la forma de una especie incipiente de terrorismo- se produjeron en dos sucursales del Citibank (un banco de capitales norteamericanos) ubicadas en las localidades de San Miguel y Quilmes, otras dos del BankBoston (del mismo origen), en Morón y Lanús, en un local de la cadena dedicada al alquiler y venta de videos y DVD "Blockbuster", de San Martín, y en una concesionaria de autos, también de Quilmes, según lo señalado por autoridades judiciales y voceros policiales. Los daños más serios se produjeron en el local de alquiler de videos, a raíz de un incendio que destruyó casi por completo el comercio, mientras que en el caso de los bancos, sólo hubo daños parciales en los sectores de los cajeros automáticos. El vocero de la Fiscalía de San Martín, Hernán Suazo, explicó, en declaraciones radiales y televisivas, que en los casos de los ataques contra el Citibank de San Miguel y el local de "Blockbuster" (ambos en esa jurisdicción judicial), hubo panfletos que criticaban la próxima visita de Bush al país. "En el caso del banco, decían "No a Bush en Argentina" y estaban firmados por un Comando Antiimperialista comandante Che Guevara. En el caso de San Martín, había panfletos que decían No a Bush, no al imperialismo, y lo firmaba un comando llamado Coronel Dorrego", explicó el funcionario judicial. En el caso del local de venta y alquiler de películas, los daños fueron cuantiosos, debido al incendio que se produjo, y que destruyó "el 70 por ciento del comercio", según lo indicado por Suazo. En ese lugar, situado en 25 de Mayo y Perón, los atacantes arrojaron "un artefacto" dentro del buzón que da a la calle para que los clientes devuelvan las películas alquiladas. Al detonar, el mismo inició un incendio que se propagó al interior del local, dada la combustibilidad de los materiales que hay allí. El incendio se inició poco después de la 1:00 de la madrugada y "a las 3:00 recién los bomberos pudieron apagar el fuego", agregó Suazo. En el caso de la sucursal del Citibank de San Miguel, Suazo indicó que también está emplazada en la zona céntrica, a pesar de lo cual, debido a la hora en que se produjo el ataque, no sufrió heridas ninguna persona. El funcionario señaló que allí "arrojaron una botella plástica con combustible", lo cual hizo que se iniciara un incendio "en el sector donde están los cajeros automáticos". Si bien los mismos no fueron afectados, hubo daños "en las paredes y en el techo", dijo el funcionario judicial al evaluar la situación. En tanto, una agencia de autos de la localidad de Quilmes también fue objeto de una agresión, aunque en este caso no con bombas sino que desconocidos rompieron una vidriera y quemaron neumáticos. En esa misma localidad, en el sur del Gran Buenos Aires, también resultó afectada una sucursal del Citibank, en las calles 9 de Julio y Moreno, en la zona céntrica. En ese caso, según lo señalado por voceros de la Policía, una "bomba casera lanzapanfletos" (de menor potencia que en el banco de San Miguel) causó daños menores en el sector de los cajeros, aunque no hubo rotura de vidrios. Allí también los panfletos decían: "No a Bush", y estaban firmados por un autodenominado "Comando antiimperialista Alejandro Olmos". Por su parte, el comisario Oscar Rodríguez, titular de la comisaría primera de San Miguel, indicó que en la sucursal del Citibank ubicada en la calle Bartolomé Mitre y Paunero, en la zona céntrica de esa localidad, "a las 1:45 intentaron prender fuego con un bidón" de combustible, pero que la rápida llegada de un móvil policial permitió que los agentes que lo tripulaban pudieran controlar el fuego "con recursos propios", antes de que se propagaran las llamas. Además, hubo un intento de incendiar los cajeros automáticos de una sucursal del BankBoston, situada en la calle Buen Viaje al 700, de Morón, mientras que en otra sucursal del mismo banco ubicada en la avenida Hipólito Yrigoyen al 4200 de Lanús se logró retirar a tiempo un bidón con combustible que tenía adosado un dispositivo, aparentemente para hacerlo detonar, según señalaron fuentes policiales. Ayer manifestantes de una agrupación Antiimperialista del Sur arrojaron pintura y escribieron leyendas contrarias a la inminente visita del presidente norteamericano en los frentes de un Citibank, un Bank Boston, un Mc Donalds, un edificio de Telefónica, y una sucursal de Siembra, todos en Lomas de Zamora. El año pasado, una serie de atentados con explosivos contra cajeros automáticos dejó el saldo de un vigilador fallecido y otro herido. El Gobierno se llamó a silencio por el tema, pero funcionarios señalaron en modo "off the record" a algunos medios que los autores de los atentados fueron grupos piqueteros "duros" -la agrupación Aníbal Verón, entre ellos- como respuesta ante la reducción que se impusiera a los planes sociales que los grupos manejan. Aunque las hipótesis resultan inquietantes, se ha señalado que el Gobierno Nacional conoce a la perfección y sigue a los grupos que llevan adelante este tipo de atentados, pero no los pone a disposición de la Justicia debido a que se temen reacciones posteriores que requieran represión. De tal suerte que la actual Administración está dando una especie de carta blanca a una nueva especie de incipiente terrorismo urbano, que de la denominada "protesta social" se moviliza hacia la acción en forma de atentados contra la propiedad privada. Un escenario de "represión" hacia el delito -se cree desde la Casa Rosada- contribuiría a un notable descenso de la popularidad del Presidente. Por ende, quienes sufran colateralmente debido a este tipo de atentados deberán seguir soportando la inacción oficial. Otros van más allá y señalan que el Gobierno del Presidente Kirchner jamás tomará acciones contra este tipo de grupos, dado que comulga con su pensamiento en lo ideológico. En el interín, no deja de llamar la atención del supuesto Ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien dedica la mayor parte de su tiempo a hacer comentarios electorales a los medios, o a atacar a los rivales políticos del Gobierno, en vez de poner al tanto a los medios con respecto a los grupos que pudieran estar detrás de los atentados. La sensación de desprotección de la ciudadanía sigue incrementándose.
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