Hugo Chávez arrastra a Venezuela hacia el comunismo
Hugo Chávez suma un nuevo elemento de conflicto para la alicaída América del Sur : ahora promueve una activa expropiación de propiedades privadas, y amenaza con utilizar al ejército contra quienes se rebelen.
21 de Julio de 2010
Hugo Chávez, el risible presidente venezolano, lanzó la noche del domingo su reforma agraria desde un latifundio intervenido, al anunciar su reparto entre campesinos y la creación de una empresa estatal en dicha finca.
Mientras, numerosos ciudadanos protestaban en las calles de Caracas contra lo que consideraron una violación al derecho de propiedad.
Su programa dominical de radio y televisión "Aló, Presidente" se emitió desde una de las cuatro haciendas intervenidas por el Ejército hace una semana, La Marqueseña, de 8.500 hectáreas, en el estado de Barinas, que según Chávez fue "recuperada para la nación". El presidente estuvo acompañado de su padre, el gobernador del Estado, Hugo Chávez de los Reyes, y de su madre.
Chávez sostuvo que «va a acabar» con la tierra ociosa, y exhortó a los «latifundistas a aceptar» esa «realidad y cooperar» con el Gobierno o, de lo contrario, se les aplicará la ley -lo que equivale a decir que serán arrestados-. El presidente de Venezuela aseguró estar dispuesto a emplear «el recurso legal de la violencia» si hay reacciones no pacíficas a la recuperación de terrenos presuntamente ociosos, ya que «se acaba el latifundio o yo muero en el camino», espetó Chávez, de 51 años.
Pero la oposición y la ciudadanía de Venezuela han expresado serias dudas al respecto de las intenciones de Chávez, ya que en numerosas expropiaciones no se ha comprobado efectivamente el carácter ocioso de los emprendimientos. En tales maniobras estarían escondiéndose oscuros planes de incautación de propiedades de importante valor, y la corrupción de los funcionarios chavistas asoma una vez más.
«Aquí hay una Constitución, un Gobierno, una Ley de Tierras y estamos dispuestos a que esto se cumpla», manifestó el presidente. «Llegó la hora de recuperar la tierra para el sustento», dijo Chávez al llamar a los latifundistas y dueños de tierra a respetar la Constitución así como una polémica Ley de Tierras, que contempla la toma y expropiación de terrenos ociosos con los fines de garantizar la «soberanía» alimentaria del país.
Por su parte, los analistas temen que los terrenos tomados terminen siendo convertidos en pequeñas parcelas y hasta invadidos por campesinos que, para colmo, no podrán poner en marcha actividades agrarias y pecuarias.
El Instituto Nacional de Tierras (INTI) y la Guardia Nacional tomaron este mes La Marqueseña tras declarar ocioso el terreno. Además, decretaron que la productividad de la finca está por debajo del 80% del rendiminto idóneo según lo establecido por la Ley. Uno de sus dueños, Carlos Azpúrua, ratificó el domingo que la finca le pertenece y que está productiva, pero que están dispuestos a dialogar y negociar con el Gobierno. Chávez explicó que allí se instalará el llamado Centro Genético Productivo Florentino, con desarrollo pecuario, de producción de semillas y alimentos.
Acelerar la guerra
Chávez llamó a sus funcionarios a acelerar la guerra contra el latifundio y dijo que antes de que finalice el 2005, deben ser recuperadas unas 500.000 hectáreas. Un portavoz oficial declaró que habían detectado 3,6 millones de hectáreas ociosas.
En tanto, opositores al mandatario y numerosos ciudadanos hicieron una manifestación en Caracas en contra de la toma de tierras y lo que consideran la violación a la propiedad privada. El INTI ha declarado tierras baldías de la nación a 21 haciendas de las zonas agrícolas del país.
Pero algunos de los propietarios dicen que esa declaratoria no puede hacerse mediante una decisión administrativa sino que debe ser objeto de una decisión de un tribunal. También alegaron que tienen documentación de la época de la colonia, que evidencia que esas tierras nunca fueron de la nación. Que son de origen privado, algo que las autoridades desestiman alegando que dichos documentos carecen de validez en este caso.
En la Argentina
En la Argentina -a pesar de que el concepto de reforma agraria no aplica, como en el resto de Latinoamérica-, una situación similar se está viviendo actualmente en la provincia de Santiago del Estero, en donde grupos de campesinos supuestamente "sin tierra" son liderados por grupos políticos violentos de extrema izquierda y constantemente acosan a los hacendados privados, a la vez que ocupan tierras y expulsando a sus legítimos propietarios.
El fenómenos de la usurpación de campos en la Argentina se halla en pleno crecimiento, debido principalmente a la inacción política a la hora de proteger a la propiedad privada y al factor de que las policías locales actúan muchas veces extorsionando a los propietarios de campos, en asociación con intendentes locales y hasta jueces que administran sitios de faena clandestina.
La situación mencionada se está observando cada vez con mayor frecuencia en la provincia de Buenos Aires, donde el cuatrerismo y la usurpación de propiedades están asociadas a los delitos violentos.
Irónicamente, las leyes protegen más al usurpador que a la victima ya que a ésta última no le alcanza con exhibir los títulos de propiedad para que la fuerza pública remueva al usurpador. El propietario, de verse en esta situación, sólo puede caminar largos meses por los tribunales y esperar hasta que un juez se expida, para recuperar su propiedad.
La Administración Kirchner y el gobierno de Felipe Solá, de momento continúan en su completa inoperancia para resolver el problema y poner coto a la violencia que azota a las zonas rurales.
Los propietarios, de esta forma, se hallan bajo una cada vez mayor presión impositiva, pero el Estado recaudador de la Provincia de Buenos Aires no se encarga de brindarle seguridad.
El Ojo Digital Internacionales