SOCIEDAD: GARANTIZARON IMPUNIDAD PARA BARRABRAVAS DE BOCA

Guillermo Yacobucci, Ricardo Rongo y Leonardo De Martini; los jueces de la vergüenza

Los mencionados "magistrados" del Tribunal Oral 6, actuaron garantizando más impunidad para los violentos del fútbol y solamente sentenciaron a 4 años y 3 meses a Rafael Di Zeo, y a menores penas a sus secuaces. Los condenados no sólo no irán a presión -doctrina Zaffaroni mediante-, sino que además pueden apelar.

21 de Julio de 2010
El conocido delincuente y jefe de la barra brava de Boca Juniors Rafael Di Zeo fue condenado a una irrisoria pena 4 años y tres meses de prisión por el delito de "coacción agravada por uso de armas" contra hinchas de Chacarita juniors durante un partido amistoso el 3 de diciembre de 1999. De esta forma, el tribunal oral 6 le impuso una condena de prisión efectiva al "Rafa" Di Zeo, en tanto que su hermano Fernando recibió una pena de 3 años y 10 meses de prisión, también no excarcelable, por el mismo delito. La sociedad y distintos medios de opinión no sólo han expresado su indignación ante la actitud en extremo servicial para con los barrabravas -por parte de los mencionados jueces-, sino que también reaccionó con perplejidad ante el hecho de que Di Zeo, su hermano y sus violentos secuaces han sido captados por cámaras de vigilancia en los estadios reiteradas veces cometiendo sus clásicos actos de pugilato. Los mencionados han sido sindicados en innumerables oportunidades como promotores y ejecutores de ataques contra hinchas o barrabravas rivales, y además son archiconocidos en el ambiente futbolístico. Los jueces del Tribunal Oral 6 actuaron, finalmente, como garantes de la violencia creciente no solo en los estadios de fútbol sino en el país. Cabe preguntarse si acaso no obraron con cobardía, a sabiendas de la posibilidad de recibir represalias si elevaban las penas, ya que siempre está presente el fantasma de la protección política de los barrabravas -muy útiles a la hora de "apalear" a rivales políticos de muchos interesados-. Esta conexión entre la política y barrabravas ha quedado harto demostrada en los ejemplos de Barrionuevo y la utilización de violentos de la barra de Chacarita para sus actos proselitistas, y en un caso similar, se ha visto cómo inflitrados en la misma barra brava de Boca -alimentados por el gobierno de Kirchner- provocaron tremenda trifulca en ocasión de un match del club de la Ribera como local, con el propósito de perjudicar a Mauricio Macri en las elecciones para intendente porteño. Sugestivamente, horas más tarde, Aníbal Ibarra cuestionaría a Macri por sus anhelos de seguridad en Buenos Aires, ya que "ni siquiera puede controlar la seguridad de su estadio". La "doctrina Zaffaroni" tuvo un rol importante en la protección de los violentos de la hinchada de Boca, dado que para el juez de la Suprema Corte, la prisión preventiva es "violatoria de los derechos humanos". De modo tal que, para Eugenio Zaffaroni y los jueces argentinos, es preferible violar los derechos de las víctimas de los violentos, antes que los de estos últimos. Los jueces de la "escuela Zaffaroni" y los defensores de los derechos de los delincuentes son casualmente los mismos que promueven el trabajo de una policía sin armas, para "controlar" a los violentos en las canchas argentinas. Una verdadera estupidez, hecha a la medida de la impunidad y las tropelías que estos individuos son mandados a cometer. Los Di Zeo y sus patéticos secuaces -verdaderos íconos de la seguridad y la Justicia argentinas- jamás irán a la cárcel. Pero no sólo eso : también encontrarán la forma idónea de seguir asistiendo a las canchas de fútbol, con ayuda de la política y los policías "a sueldo" mediante.
El Ojo Digital Sociedad